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Ya es un hecho. La renunciada ministra de las TIC, Karen Abudinen, ya no tiene fichas de confianza en dicha cartera, debido a que la última que le quedaba presentó su renuncia este jueves.
Se trata del ahora saliente viceministro Walid David Jalil, quien llegó a esta cartera precisamente por cuenta de la Abudinen.
Si bien su nombre hasta el momento no aparece mencionado en el escándalo del polémico contrato de Centros Poblados que le costó la cabeza a la exministra, sí se convierte en la última persona de esa cúpula ministerial que deja su cargo tras la polémica.
En los corrillos políticos suena con fuerza el nombre de Nicolás Almeyda Orozco, quien se viene desempeñando como asesor del Ministerio del Interior y quien, además, tiene un lazo familiar con la ministra de Transporte, Ángela María Orozco. Ambos son de la Costa Atlántica.
Esta designación se suma al reciente nombramiento de Carmen Ligia Valderrama, ahora ministra de las TIC, quien se venía desempeñando –antes de llegar a este cargo– como viceministra del despacho de Orozco.
De forma paralela, y en un escenario judicial, este jueves también se dio a conocer una carta que el cerebro de todo el escándalo de Centros Poblados, el condenado empresario Emilio Tapia, le remitió a la Fiscalía ratificando su disposición de colaborar con la justicia.
Esto se traduce en que –mientras espera si es o no trasladado a una cárcel en Bogotá o en Barranquilla– sostiene su disposición de contar qué políticos y mandatarios de índole regional y local estarían también salpicados en este escándalo, el cual tiene hasta el momento en riesgo de pérdida 70.000 millones del erario, con expediente penal a 4 senadores (Armando Benedetto, Mauricio Gómez, Daira Galvis y Antonio Zabaraín) y tres capturados (Tapia, Luis Fernando Duque y Juan David Laverde).