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El presidente electo, Gustavo Petro, desató la primera pelea interna en su coalición de gobierno al escoger al senador Roy Barreras como la primera cara visible del cambio que promete. Este médico cirujano y congresista caleño es reconocido por su sagacidad para hacer puentes y negociaciones políticas, pero el único cambio que ha protagonizado ha sido el de partidos políticos y de gobiernos en los que se ha acomodado.
Enfocado en sus cálculos políticos, en búsqueda de garantizar gobernabilidad, el nuevo mandatario escogió a Barreras como su alfil para tratar de que el nuevo Congreso –que se posesionará el 20 de julio– le apruebe las reformas que planea hacer y lo eligió como su candidato a presidir el Senado de la República en su primer año de gobierno.
El que será el primer presidente de izquierda en la historia reciente de Colombia, le dio su ‘bendición’ a un político que no ha llevado banderas de ese espectro político y que ha sido de la entraña del uribismo en los últimos 16 años, pues llegó al Senado en 2010 prometiendo que defendería la “obra de Álvaro Uribe” y apoyó la elección y reelección de Juan Manuel Santos.
La postulación de una antigua ficha del uribismo, al que Petro ha hecho férrea oposición en los últimos 20 años, desató una tormenta política al interior del Pacto Histórico, pues otras figuras del petrismo como los senadores Gustavo Bolívar y Alexánder López hicieron reclamos público y se mostraron en contra, e incluso la vicepresidenta electa, Francia Márquez, dijo que le preocupa el nombramiento.
Roy, un estratega oportunista
La carrera política de Barreras se ha caracterizado por ser cambiante, empezando por las banderas que ha llevado. En 2006 llegó a la Cámara de Representantes avalado por el partido Cambio Radical, del que fue expulsado en 2009 para aterrizar en el Partido de la U, con el que fue elegido senador en 2010, y con el aval de esa colectividad se hizo reelegir en 2014 y 2018, hasta su expulsión en 2020. Un año después, se arrimó al petrismo y volvió a repetir curul, ahora con aval del Pacto Histórico.
Quienes lo conocen destacan de él la forma camaleónica con la que se adapta a diferentes escenarios políticos, desde su curul en el Congreso, pues mientras ha estado activo en el debate político nacional en los últimos 16 años, fue uribista, pasó a santista y ahora es petrista.
La nueva designación de Barreras representa un golpe bajo para el petrismo, pues el presidente electo dio su voto de confianza a un político que ha sido tan admirador de Álvaro Uribe que incluso lo ha comparado con el libertador Simón Bolívar, y tal fue su cercanía, que en octubre de 2009 el entonces presidente apadrinó a su hijo Simón Barreras.
“Tengo y seguiré teniendo la más grande admiración por el presidente Álvaro Uribe, a quien creo de la talla histórica de Bolívar. Y voy a seguir defendiendo su obra de gobierno”, le dijo a Semana en 2012 el senador Barreras.
Tal ha sido su metamorfosis política a lo largo de los años que después de jurar que era un acérrimo uribista, durante el gobierno de Santos aceptó hacer parte de la delegación del Estado colombiano en la mesa de negociación con las Farc en Cuba, y fue uno de los engranajes claves para tramitar en el Congreso las normas del Acuerdo de Paz con ese extinto grupo guerrillero.
Con esa capacidad polifacética, Barreras aterrizó en el petrismo y puso a disposición del hoy presidente electo sus habilidades políticas que no solo usa para buscar acuerdos, sino para destruir al oponente. Así quedó en evidencia en los denominados ‘petrovideos’ que se destaparon antes de la segunda vuelta, y en donde el senador apareció hablando de “desmontar esa amenaza” que para él representaba Alejandro Gaviria.
Después de concluir la contienda electoral, Roy reunió a las bancadas electas de Senado y Cámara del Pacto Histórico, y en su rol de jefe de debate parlamentario de la coalición del gobierno electo pidió a los demás partidos designar emisarios para iniciar la búsqueda del ‘gran diálogo nacional’ propuesto por Petro.
El presidente electo es consciente de la habilidad que tiene Barreras para conseguir acuerdos políticos con las colectividades a las que el petrismo le ha hecho oposición en las últimas dos décadas y prefirió postularlo a él por encima de figuras de izquierda como los senadores Gustavo Bolívar y Alexánder López.
Solo falta esperar a la posesión del nuevo Congreso, el 20 de julio, para que se confirme la elección de Barreras en la presidencia del Senado, nombramiento que será clave porque ocupando ese puesto, el senador tendrá en su poder el orden de los proyectos prioritarios, facultad sobre las plenarias, entre otras responsabilidades. Además, le pondría la banda presidencial a Petro en su posesión, el 7 de agosto .