<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Pelea de dos capos de patio desató tragedia en cárcel de Tuluá que dejó 52 muertos

Tenían los alias de Bray y de Miller. Comandaban una de las tres bandas más peligrosas del Valle. Detalles de una tragedia que dejó 52 muertos.

  • Pelea de dos capos de patio desató tragedia en cárcel de Tuluá que dejó 52 muertos
01 de julio de 2022
bookmark

Todo comenzó por el control del patio 8 de la cárcel de Tuluá. Allí había dos ‘caciques’ de patio que decidieron enfrentarse por el control de los negocios ilícitos de esa parte del penal y, por coger colchones como escudos, terminaron desatando un voraz incendio que acabó casi que de inmediato con la vida de 52 presos.

Los dos jefes, que también están entre los calcinados tras la tragedia de la madrugada del pasado lunes, son reconocidos con los alias de Bray y de Miller, quienes a punta de puñal, dinero y amenazas habían logrado el control conjunto del pabellón 8, en el cual estaban recluidos 166 presidarios.

Entre ellos había confesos sicarios, extorsionistas, narcotraficantes e incluso exguerrilleros, quienes se habían dividido entre los dos “plumas”, como también se conoce en el mundo criminal a los caciques de las cárceles.

La pelea por el control definitivo de ese patio 8 comenzó pasadas las 10 de la noche del domingo 26 de junio. A esa hora, el bando de “Bray” atacó al de “Miller” con piedras y palos. Si bien la confrontación no avanzaba, y la distancia entre los grupos no superaba los 15 metros, pasada la media noche del lunes 27 la disputa derivó en la quema de los colchones que servían de escudo.

Ahí la situación se hizo incontrolable, porque las llamas pasaron de los colchones a la estructura del pabellón, que hace parte de la zona vieja de la cárcel de Tuluá y que tiene una antigüedad de más de 70 años.

Y aunque un grupo de bomberos intentó controlar ese incendio, por el cual también hay 23 personas heridas y se ordenó el traslado de un total de 355 presos –la Procuraduría, incluso, le pidió al Inpec cerrar del todo la parte vieja del penal–, las llamas avanzaron con fuerza.

En un recorrido por la zona hecho por periodistas de este diario, y tras dialogar con familiares de los presos que fallecieron calcinados o por asfixia, se pudo establecer que entre los reos había miembros de las bandas La Inmaculada, La Casona y La Cruz, tres de las más poderosas y peligrosas de Tuluá.

Este dato es clave porque tras la muerte de “Bray” y “Miller”, y de varios de sus secuaces, el poder criminal de ese municipio valluno está expectante por saber quiénes pueden asumir el mando de los combos que estas estructuras dominan en la cárcel.

De hecho, esto es parte de los expedientes con los que Fiscalía y Procuraduría investigan lo ocurrido. Además, extraoficialmente EL COLOMBIANO conoció que varios de los muertos presentaban heridas de armas blanca, lo que confirmaría que todo comenzó por una riña entre los dos caciques del patio 8.

Incluso, en medio de las pesquisas, hay una serie de testimonios que indican que en ese patio estaba una celda con presos de altísima peligrosidad a quienes supuestamente no les abrían las puertas en ningún momento y quienes, por eso mismo, habrían sido de los primeros en morir tras el incendio. En todo caso, la investigación continúa.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD