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Según las cifras más recientes de Migración Colombia, para 2021 se registraron 1’742.927 venezolanos en el país, de los cuales 759.584 tenían una condición regular y 983.343 se encontraban irregulares. Debido a su cantidad, esta población es un actor clave en la pandemia en Colombia.
Si bien los migrantes cuya situación es regular han podido acceder a la vacuna al mismo tiempo que los colombianos, quienes están de forma irregular aún no son atendidos en los puestos de vacunación.
Para resolver esto ya hay una alternativa en marcha: los venezolanos que estaban irregulares en Colombia hasta el pasado 31 de enero pueden acogerse al Estatuto Temporal de Protección (ETP). Si se regularizan por esa vía, podrán acceder al Plan Nacional de Vacunación (PNV).
“Lo malo es que la vacunación sí va muchísimo más rápido que la regularización y ahí tenemos un reto por delante”, dijo Ronal Rodríguez, vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario. El proceso comenzó su primera etapa el pasado 5 de mayo y se prevé que se agenden registros biométricos hasta el mes próximo. Es decir, a la fecha no se han regularizado migrantes por esa vía.
Pero hace unos días el Ministerio de Salud reveló un borrador de resolución con las reglas de juego para vacunar a los migrantes irregulares.
El viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso, dijo que esta directriz se está revisando y “pretende que las entidades territoriales puedan hacer unos censos en los cuales podamos tener nombres, documentos y edades para ubicar a los migrantes”.
Añadió que desde esa cartera están trabajando con cooperación internacional, especialmente con la Organización Panamericana de la Salud, para adelantar la vacunación de los migrantes irregulares.
“A quien no hemos considerado vacunar en este momento es a la población pendular, porque no está permanentemente en el país, sino que hace un proceso de tránsito o viene para un tema particular y regresa a su país de origen, que es donde debería ser vacunada”, explicó.
La cuestión epidemiológica
Claudia Vaca, farmacoepidemióloga y directora del centro de pensamiento Medicamentos, información y poder de la Universidad Nacional, dijo que la situación migratoria no debería ser un criterio de priorización de vacunación. “Entre otras cosas, porque en el marco de una pandemia la población flotante que tiene una movilidad tan grande es muy relevante para contener el contagio”, subrayó la experta.
Y argumentó que condiciones como la inestabilidad de vivienda la hacen más vulnerable al virus. Más aún cuando se habla de la población pendular, que para Vaca también debe estar incluida en la vacunación y podría ser atendida, por ejemplo, con las vacunas de una sola dosis.
Cuando se le preguntó al viceministro Moscoso por qué los migrantes irregulares no fueron incluidos antes en el PNV dijo que una de las razones era la escasez de información. “Sabemos que están en la irregularidad, pero no sabemos quiénes son en detalle”, explicó. Y aseguró que adelantan un proceso de incorporación y de revisión de datos de la mano de Migración Colombia y otras organizaciones.
“Lo que nosotros esperábamos era un mejor resultado del ETP, por lo menos para esto, y que la vacunación se convirtiera en un gancho para que las personas hicieran su proceso de regularización”, advirtió.
Entretanto, desde Migración Colombia señalaron que hasta el pasado 10 de agosto más de 1’161.000 migrantes regulares e irregulares (alrededor del 66 % del total) han iniciado el proceso del ETP y hay 934.000 agendados para la segunda etapa.
Un asunto geopolítico
“La preocupación central de la política exterior del Gobierno de Iván Duque en su último año debería ser la vacunación de la migración venezolana y de los venezolanos y la gestión de la migración en la región”, opinó Rodríguez.
“Tanto el gobierno de Nicolás Maduro como el de Juan Guaidó son incapaces de gestionar eso, así que se necesita un liderazgo regional para vacunar a los venezolanos”, sentenció el analista. Venezuela ha vacunado con dos dosis solo al 3,8 % de su población, mientras que Sudamérica promedia un 22,5 %, según cifras de Our world in data.
Por su parte, Socorro Ramírez, doctora en Ciencia Política y profesora de la Universidad Nacional, indicó que el Gobierno colombiano ya ha hecho peticiones a la comunidad internacional para atender este éxodo y ha recibido algunos apoyos. En esa medida, advirtió que el Estado debería facilitar aún más las condiciones para que la población migrante se regularice.
“No ha bastado con el ETP, que fue muy importante, sino que se requiere todo un esfuerzo institucional para enfrentar una problemática que no depende de los migrantes. No es un problema de voluntad de ellos”, señaló.
Y concluyó que el Gobierno puede visibilizar más la situación humanitaria de los migrantes ante organismos internacionales que ya conocen las dificultades que trajo la pandemia. “Me parece que ahí tendría aliados importantes para conseguir más vacunas”, sostuvo Ramírez.