El proceso de reconocimiento patrimonial del antiguo emplazamiento de Armero —ciudad destruida por la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985—, avanza bajo la supervisión de la Dirección de Patrimonio y Memoria del Ministerio de Cultura. Alexandra Gamboa Mendoza, coordinadora del grupo de investigación y documentación de esta dependencia, le explicó a EL COLOMBIANO la relevancia que tiene para el pueblo tolimense que el Ministerio lo haya declarado Bien de Interés Cultural.
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Gamboa señaló que la decisión se enmarca en los mecanismos establecidos por el Ministerio de Cultura para reconocer sitios con significación histórica o simbólica. Según indicó, la declaratoria de un bien cultural puede originarse por iniciativa comunitaria o por identificación institucional. Las comunidades pueden solicitar la valoración de un sitio o manifestación cuando la consideran parte de su identidad colectiva, mientras que el Ministerio, de oficio, puede proponer el análisis de lugares vinculados con procesos históricos, científicos, arquitectónicos o de memoria nacional.
En el caso de Armero, el Ministerio evaluó dos factores principales: su impacto en la memoria social y su incidencia en la construcción de políticas de gestión del riesgo en Colombia. La tragedia —que dejó miles de muertos y marcó un punto de quiebre en la prevención de desastres en el país— motivó, según Gamboa, la necesidad de preservar el lugar con una mirada patrimonial. Colombia, afirmó, experimentó tras el desastre un cambio institucional respecto a la gestión del riesgo, con mayor énfasis en prevención y manejo de emergencias.
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La funcionaria señaló que la declaratoria implica el reconocimiento del valor histórico del sitio y la adopción de un Plan Especial de Manejo y Protección. Este instrumento define acciones a corto, mediano y largo plazo, así como la corresponsabilidad de distintas entidades. Entre ellas se incluyen la Alcaldía de Armero Guayabal, el Ministerio de Cultura, la Gobernación del Tolima, Parques Nacionales Naturales y el Servicio Geológico Colombiano. El objetivo es asegurar un manejo integral que tome en cuenta la dimensión cultural, ambiental y de memoria.
No obstante, Gamboa subrayó que la declaratoria no implica necesariamente una asignación automática de recursos. Colombia cuenta, afirmó, con 1.126 bienes declarados de carácter material. La disponibilidad presupuestal depende de prioridades definidas por el gobierno y de la capacidad de gestión territorial. En este caso, la Alcaldía de Armero Guayabal es la primera entidad llamada a tramitar financiación y coordinar las acciones iniciales. La declaratoria abre la posibilidad de acceder a recursos del Sistema General de Regalías, del impuesto nacional al consumo y del mecanismo Cocrea, aunque estos no están garantizados por defecto.
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