La música latina vive un momento histórico. Según el reporte anual de la Recording Industry Association of America (Riaa), los ingresos de la música latina en Estados Unidos alcanzaron los 1.400 millones de dólares en 2024, manteniendo un ritmo de crecimiento superior al del mercado general, con un incremento interanual del 5,8 %.
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Esto quiere decir que la música en español representa el 8,1% de los ingresos totales de la música grabada en Estados Unidos. Es el tercer año consecutivo en que el género –sí, la música latina, por lo general se cuenta como un género– sobrepasa la barrera de los mil millones de dólares, siendo el quinto género más escuchado en ese país. El papel protagónico de semejante fenómeno lo tienen los artistas de México, Puerto Rico y Colombia.
Tanto así que a mediados de mayo se anunció que por primera vez en los 69 años que lleva el Billboard 200 –el conteo semanal que registra los álbumes más vendidos en ese país– dos álbumes en español lideraban la lista: el primer puesto lo tenía Bad Bunny con Debí Tirar Más Fotos y el segundo, Fuerza Regida con 111XPANTI.
Un estudio publicado por el Observatorio Nebrija del Español de la Universidad Nebrija, en España, señala que la música latina en Estados Unidos ha crecido un 30 % en los últimos cinco años.
“La música latina ha dejado de ser un fenómeno de nicho para convertirse en una de las principales fuerzas dentro de la industria musical estadounidense. Un nuevo estudio titulado La música en español, un fenómeno imparable en los Estados Unidos revela cómo el auge de artistas hispanohablantes y el crecimiento del público latino están redefiniendo el panorama musical en Estados Unidos y su papel en la transformación de la identidad latina en la diversidad cultural de este país sobre todo en los últimos 25 años”, dice un comunicado de la universidad.
Una de las razones que cita el estudio para explicar este crecimiento tiene que ver con la histórica migración de ciudadanos latinoamericanos a ese país. Según el estudio, “el 92 % de los oyentes hispanos afirman que la música les permite conectar con sus raíces, y su consumo diario de contenido de audio es 46 minutos superior al promedio general, reflejando el impacto de la música latina en la identidad y hábitos de escucha en EE. UU”.
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Entonces, cuando hablamos de identidad latina, no hablamos de América Latina, sino de ciudadanos estadounidenses de origen latino. Por eso se entiende la música latina como un género en sí mismo, porque no importa el ritmo, lo que importa es que sea en español. No es un asunto de géneros musicales, es un asunto de mercado.
Según el Anuario de Migración y Remesas México de 2024 se estima que en Estados Unidos viven alrededor de 39.9 millones de personas de origen mexicano, incluyendo a inmigrantes de primera, segunda y tercera generación. En cuánto a los puertorriqueños, se calcula que son casi 6 millones. No es raro entonces que los artistas ‘latinos’ ocupen los primeros puestos en ventas de discos o de reproducciones en las plataformas. Para hacer historia hacía falta tiempo.
Y llamada identidad latina que termina casi siempre en una la exaltación de lo caribeño, es la ilusión de una vida que no fue, que no existe, pero que vende muy bien. Es un deseo.