Por peleas en las tribunas del estadio Maracaná de Río de Janeiro, el superclásico entre Brasil y Argentina en sexta fecha de Eliminatoria Conmebol no inició a las 7:30 p.m. de Colombia, como esta prevista inicialmente.
Según se ve en las imágenes que llegaron desde suelo brasileño, parciales de ambas selecciones tuvieron una batalla campal que impidió el comienzo normal del encuentro.
De hecho, debido a estos desmanes, la selección gaucha decidió refugiarse en el camerino. “No jugamos, nos vamos”, puntualizó inicialmente Messi en imágenes captadas por la transmisión oficial, antes de liderar el retorno a los camerinos. Los futbolistas de Brasil seguían en el campo de juego.
Minutos después, la selección gaucha salió de nuevo de los vestuarios y regresó a la cancha.
El juego finalmente se reanudó 20 minutos después, con un acordonamiento de la seguridad del estadio en el sector donde se encuentra la mayoría de hinchas argentinos y epicentro de los enfrentamientos.
Esta no es la primera vez que ocurre una suspensión transitoria entre ambos combinados, en el pasado clasificatoria, el 5 de septiembre de 2021, en la Arena do Corinthians, en San Pablo, no se pudo jugar debido a que un agente federal ingresó al campo de juego y frenó las acciones.
Apenas se jugaban 5 minutos del partido cuando este funcionario irrumpió en el juego debido a que había cuatro futbolistas argentinos: Dibú Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía, quienes arribaron desde suelo inglés, no habían realizado la cuarentena correspondiente según la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa).
En ese entonces el mundo estaba pasando por la pandemia de la covid-19 y los partidos se jugaban sin público y con medidas sanitarias para los futbolistas muy estrictas.