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En la pista, Fabriana Arias Pérez infunde respeto. A pesar de su menuda figura (mide 160 cm y pesa 54 kilos), sus rivales la ven como una gladiadora, una gigante difícil de vencer.
El entrenador Iván Vargas no puede evitar quebrar su voz al hablar de su niña, esa “hija prestada” que le dio la vida desde hace 18 años cuando empezó a entrenarla en el club Paen, y que siempre lo ha sorprendido por la capacidad de trabajo, disciplina, honestidad y dedicación que le ha puesto al patinaje.
“La recuerdo como una niña flaquita, menudita, pero potente para el patinaje. En la primera prueba que disputó dejó a todas las niñas rezagadas y demostró que tenía potencial”, dice sobre la corredora que acaba de lograr para Colombia tres medallas de oro y dos platas en los Juegos Mundiales, convirtiéndose en la más laureada en la historia del país en estas justas.
Para la paisa estos son sus “Juegos Olímpicos” y por eso ayer en el cierre del patinaje en Polonia, no aguantó la emoción y el llanto se apoderó de ella, al salir aplaudida y reconocida como la reina en la pista de Wroclaw.
Vargas asegura que junto al talento innato que siempre ha mostrado Fabriana, están sus ganas de salir adelante. “Nunca se ha quejado ni de los problemas económicos ni de las dificultades y menos del duro trabajo en los entrenamientos”, resalta su mentor, quien la cataloga como una mujer emprendedora, echada para adelante, respetuosa y ordenada.
Esta descripción la reafirma Alejandro García, presidente del club Paen, quien además resalta que todo lo que ella está logrando es gracias a su dedicación y ganas de superación.
En el club le han ayudado siempre, no solo por sus capacidades deportivas, sino por las ganas que ha mostrado de ser la mejor.
“Ahora ella ya es referente de Paen, los niños la buscan, es amable y dedicada con todos, siempre les habla, los anima, es una patinadora ejemplar, es nuestro orgullo”, añade García.
Además de esos atributos personales y deportivos, Fabriana es una patinadora que se pone nuevas metas constantemente. Así lo dejó claro ayer en el mensaje que envió tras ganar el oro en los 10.000 metros puntos.
“Estoy feliz de los resultados, esperamos que todos estén orgullosos de nosotros, porque acá lo dimos todo para que el himno de Colombia sonará fuerte. Me siento feliz, sé que en el Mundial (septiembre en China) nos va a ir muy bien para darles más alegrías”.
Ahora Fabriana regresará a su casa para descansar unos días y volver a empacar maletas, esta vez rumbo al Mundial de China, siendo la abanderada de la delegación nacional, un honor solo de grandes.