Para ellos corre por igual la devoción y la tradición. Son de Rosario todos los días, así no sea Semana Santa.
Los tres están unidos por la parentela y el ciclismo, que en esencia hacen parte clave de sus vidas.
Quien no le falla a la oración diaria es Carlos Mario Jaramillo, técnico del cuadro de Antioquia-Indeportes, y excampeón de la Vuelta a Colombia. Otro de los que le sigue la huella en este tema espiritual es su medio hermano Daniel Jaramillo, que en San Vicente prepara la Vuelta de la Juventud.
Y como si fuera poco, uno más se junta en esta tradición que se hace familiar: Leonardo Díez, sobrino de Daniel y nieto de doña Ligia, la mamá de Carlos Mario, quien lidera este equipo de la camándula y el rosario.
Lo simpático del asunto, es que los tres rezan por separado. Sin embargo, cuando Carlos Mario está en competencia y ya ha pasado la etapa o carrera de turno, extiende la invitación para quien quiera pegarse al lote de los "camanduleros".
"La oración es de todos los días y no le fallo por nada. Así me crié. Lo hago en mi casa con mi señora y mis hijas. También oro en los hoteles y cuando tengo el espacio, voy a la iglesia, para darle gracias a Dios", cuenta el jefe del elenco ciclístico de Antioquia, que cultivó esta clase de manifestaciones espirituales desde cuando estaba niño en el municipio de Jardín, donde nació.
Daniel, 20 años, también espera ir a Jardín en esta Semana Mayor, pero si no lo puede hacer, buscará el espacio para asistir a las procesiones en San Vicente, donde está concentrado.
Mientras tanto, Leo, el masajista, reconoce que la oración debe ser todos los días; de darle gracias a Dios por la salud, el trabajo, además de poder conservar un principio, en el cual se mezclan la tradición y la devoción.
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