La Sierra de Béjar acoge este domingo el segundo final en alto de la 66ª Vuelta a España con la disputa de la novena etapa entre Villacastín (Segovia) y el alto de La Covatilla, con 183 kilómetros, en una jornada en la que la principal dificultad orográfica será la ascensión final.
Con la mayoría de los candidatos al jersey rojo de la Vuelta escasamente separados en la clasificación general, en el final en el alto salmantino se reordenarán las posiciones para afrontar al día siguiente la única contrarreloj individual incluida en el recorrido de esta edición a la que todos mirarán de reojo.
Si se presenta la oportunidad entre los mejores de distanciar a algún rival no la desaprovecharán, aunque casi todos tienen centrada su mirada en la cronometrada del lunes. Los que peor se defienden en las jornadas contrarreloj, como pueden ser los casos del español Joaquim Rodríguez o el italiano Michele Scarponi, intentarán minimizar la pérdida porque se enfrentarán a su "etapa reina". Para los mejores, por el contrario, el objetivo será llenar lo máximo posible su granero de segundos para poder distanciar a sus rivales.
La Covatilla es un puerto de reciente aparición en la carrera española que únicamente ha acogido tres finales de etapa. El primer triunfador en su cima fue el ciclista local Santiago Blanco en 2002, mientras que en 2004 se impuso el colombiano Félix Cárdenas, y dos años después el italiano Danilo Di Luca.
Ayer, la octava etapa fue para Joaquim Rodríguez (España-Katusha), con 4:49.01, seguido por Michele Scarponi (Italia-Lampre), a 9 segundos. El colombiano Duarte llegó a 40 segundos en la casilla 27.
Rodríguez va al frente con 32:18.16 distanciado 32 segundos en relación con Daniel Moreno y 34 sobre Jakob Fuglsang (Leopard Trek).
Pico y Placa Medellín
viernes
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0 y 6