Tirada sobre la grama e inconsolable, la portera colombiana Paula Forero sufrió su propia derrota. Se quitó los guantes y con los dedos que estaban cubiertos con esparadrapo, y uñas pintadas con esmalte, limpió sus lágrimas mientras miraba hacia el cielo.
El duelo frente a Nigeria ya era historia y la ilusión de disputar la final del Mundial sub20 en Alemania se había esfumado, luego de perder por 1-0 un partido en el que la Selección Colombia mereció mejor desenlace.
Quizás por la mente de la bogotana Paula, enfocada por la televisión tras el pitazo final, pasaba de nuevo la imagen de esa infortunada acción del minuto dos, en la que no calculó bien la salida y permitió que el balón se estrellara en el horizontal. En el rebote, Ebere Orji, sola y a placer, marcó el único gol del duelo.
Las cafeteritas, como llama la Fifa en su web a las jugadoras de Colombia, salieron animadas. Y esa alegría se materializó en contagiosas canciones, en una manifestación que generó algunas sonrisas entre las nigerianas.
Para el conjunto que orienta el técnico Ricardo Rozo el marcador en contra llegó demasiado rápido, cuando la gente apenas se acomodaba en las tribunas. Y a pesar de que restaba mucho tiempo ese golpe psicológico, en un partido tan trascendental, afectó a sus dirigidas que no alcanzaron a remontar y ahora les queda el consuelo de luchar por la tercera casilla frente a Corea del Sur, que fue goleada 5-1 por Alemania.
Rozo buscó variantes, movió fichas y puso en aprietos a las rivales. Sin embargo, ni los remates de media y larga distancia de Yorely Rincón, uno de ellos con final en el palo, ni la lucha de Keterin Castro contra las espigadas africanas, cambió la historia.
Entre los aficionados que siguieron las incidencias por la televisión quedó una frustración, porque el fútbol que mostraron las colombianas, fieles a su estilo, no fue inferior al de las espigadas y fuertes rivales que apelaron al contragolpe para cuidar el resultado.
Como dijo el técnico Rozo, "mostramos la disposición correcta, por lo que no tengo nada qué decir de mis jugadoras. Intentaron hasta el final anotar el gol". Por eso Paula y sus 20 compañeras pueden levantar la cabeza y sentirse ganadoras, pues su debut en el Mundial sub20, que aún no termina, puso a gozar al país.
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