Los vecinos de un tramo de la costa pacífica de México, salpicada de pueblos pesqueros y complejos turísticos, protegían sus casas con tablones y compraban suministros antes de la llegada el viernes del gran huracán Patricia, una tormenta de categoría 5 a la que los meteorólogos ven capaz de daños catastróficos.
El Centro de Huracananes de Estados Unidos califícó este viernes al Patricia como la tormenta más fuerte que ha existido en el hemisferio occidental, capaz de hacer enormes daños. Con vientos sostenidos máximos cercanos a los 325 kilómetros por hora la tormenta es la más fuerte documentada por el organismo en el este del Pacífico o en el Atlántico, indicó el especialista en huracanes Dave Roberts.
Los especialistas la comapra con el tifón Haiyan que dejó 7.300 muertos en Filipinas.
Se espera que la tormenta toque tierra este viernes, en lo que el Centro de Huracanes describió como una llegada “potencialmente catastrófica”.
Patricia tenía su vórtice unos 255 kilómetros al sur-suroeste de Manzanillo, México, y avanzaba hacia el nor-noroeste a unos 17 kph.
Las autoridades declararon el estado de emergencia en docenas de localidades de los estados de Colima, Nayarit y Jalisco, incluidos el atareado puerto de Manzanillo y el lujoso destino turístico de Puerto Vallarta. El gobernador de Colima ordenó el cierre de las escuelas el viernes, cuando se esperaba que la tormenta tocada tierra como sistema de Categoría 4, que sigue entrañando peligroso mortal.
El jueves por la noche llovía en Manzanillo mientras la gente hacía sus preparativos de último momento ante la tormenta.
En un Wal-Mart de Manzanillo, los clientes llenaban carros de productos no perecederos mientras la lluvia seguía constante en el exterior.
Verónica Cabrera, que acudió a comprar con su hijo pequeño, dijo que la ciudad tiende a inundarse cuando muchos arroyos pequeños se salen de sus cauces. Ella dijo que había protegido las ventanas con cinta adhesiva para evitar que se rompieran.
Alejandra Rodríguez, que compraba con su hermano y su madre, adquirió 10 litros de leche, una gran botella de agua y objetos como atún y jamón enlatado que no requerían refrigeración ni cocción. La familia ya había tapado la parte inferior de las puertas de su casa para evitar que entrara agua.
“La calle principal se inunda de verdad y corta el acceso a muchas otras calles. Se acaba pareciendo a una isla”, comentó Rodríguez.
En Puerto Vallarta, restaurantes y tiendas protegían o entablaban las ventanas, y los vecinos se apresuraban a acudir a las tiendas para hacer compras de último momento antes de la tormenta.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami advirtió de que los preparativos debían acelerarse, y la tormenta podría causar inundaciones en la costa, olas destructivas y crecidas repentinas.
“Este es un huracán extremadamente peligroso y potencialmente catastrófico”, dijo Dennis Feltgen, meteorólogo del centro.
Patricia también podría afectar a Texas, dijo Feltgen. Las previsiones apuntan a que tras perder fuerza al tocar tierra, es probable que parte de la humedad tropical de la tormenta se combine con las intensas lluvias que ya sufría Texas al margen del huracán, señaló, y aumente las precipitaciones en la zona. “Sólo va a empeorar una mala situación”, señaló.
En Colima, las autoridades entregaban sacos de arena para ayudar a los vecinos a proteger sus casas de la inundación.
“Estamos tranquilos”, señaló Gabriel López, un trabajador en el área de mantenimiento del hotel Las Hadas de Manzanillo. “No sabemos qué rumbo vaya a tomar (la tormenta), se supone que viene para acá... Si hay alguna contingencia acomodamos a la gente. Hay salones no expuestos a viento, a cristales”.