El papa Francisco reapareció este domingo, tras el ataque de ciática que le impidió celebrar la misa dominical, y denunció la reciente muerte por frío de un sintecho de nacionalidad nigeriana "abandonado por todos" en Roma.
El pontífice se refirió a este hombre por su nombre, Edwin, de 46 años y nigeriano, encontrado muerto por frío el pasado 20 de enero a pocos metros de la plaza de San Pedro, explicó al término del rezo del Ángelus dominical.
"Su hecho se añade a la de muchos otros sintecho recientemente muertos en Roma en las mismas dramáticas circunstancias. Recemos por Edwin. Pensemos en qué sintió este hombre de 46 años en el frío, ignorado por todos, abandonado también por nosotros", instó.
Francisco siempre se ha mostrado preocupado por la situación de estas personas y en la Plaza abrió unas duchas y una barbería, y recientemente inauguró una residencia para acoger a los habitantes de calle en un cercano palacio del siglo XIX. Además, el pasado miércoles veinticinco de estas personas fueron vacunadas contra el coronavirus en el Vaticano.
El pontífice celebró el rezo del Ángelus a pesar de sufrir un nuevo ataque de ciática que, a parte de impedirle oficiar la misa de este domingo, también le obligó a posponer el encuentro con el cuerpo diplomático de mañana lunes, entre otros eventos.
En su catequesis antes del Ángelus Francisco instó a cambiar la mentalidad del mundo y a evitar "el pecado de la mundanidad" que "como el aire lo invade todo" y provoca "engaño, violencia, codicia, ansias de poder y no de servicio, guerras y explotación".
El papa también tuvo palabras para los periodistas, por la fiesta de San Francisco de Sales, su patrón, y les animó a "acudir y ver a los sitios a los que nadie quiere ir" para relatar "con verdad" los acontecimientos del mundo. Y animó a las familias que están pasando apuros económicos en la crisis por la pandemia.