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Después del frenazo que enero representó en la recuperación del mercado laboral colombiano por las medidas restrictivas para contener la segunda ola de covid-19 (la tasa de desempleo pasó de 13,4 % en diciembre a 17,3 % en el mes en cuestión), el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) presentó cifras positivas sobre febrero, por lo menos si se compara con lo sucedido durante la pandemia.
La entidad explicó que en el segundo mes del año la tasa de desocupación cerró en 15,9 % y a pesar de ser la más alta para febrero desde 2004, observó el menor aumento entre los meses de la emergencia. Así, el indicador creció 3,7 puntos porcentuales (pps) respecto al 12,2 % que reflejó en el mismo período de 2020, pero esa variación es menor a la de 9,5 pps de abril de 2020 e incluso a la de 3,8 pps que hubo en diciembre, la cual era la más baja hasta ahora.
“Hay buenas noticias ya que para este mes la tasa bajó con respecto al mes inmediatamente anterior (...) sin embargo estas cifras son históricamente altas y lo que muestran es que la recuperación en la economía es gradual”, analizó el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte.
Lo que dice se basa en que, si bien hay una mejoría frente a enero, aún hay 1,18 millones de puestos de trabajo por recuperar.
Justamente los números presentados por el Dane reflejan que, pese a que hay 20,8 millones de ciudadanos contabilizados como ocupados, la cifra todavía está por debajo de los 22 millones que había hace un año –para febrero–. Además, en cuanto a los desocupados existe un aumento de 886 mil personas, hasta los 3,93 millones en esta condición, y en los inactivos se contabilizan 801 mil más frente a 2020, tras cerrar en 15,41 millones.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Dane, uno de los datos llamativos es que de los 886 mil desempleados más, 798 mil están en las 13 principales ciudades del país, “aproximadamente un 90 %”.
El directivo añadió que en los 20,8 millones de ocupados, el 74 % corresponde a quienes tienen una escolaridad media o hasta de bachiller, proporción menor a la del año pasado cuando pesaban 76 %.
Esto, manifestó, es una evidencia grande de que “el mercado laboral expulsó de forma más intensiva a las personas con menor nivel educativo porque posiblemente las labores que desarrollaban difícilmente podían acoplarse al trabajo remoto o ser sustituidas por otras modalidades”.
Por sectores
Entre tanto, abordando los segmentos productivos de la economía, la entidad estadística halló que actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios (-277 mil) y administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana (-264 mil) fueron los que más perdieron puestos de trabajo al contrastar con febrero de 2020, mientras comercio y reparación de vehículos (+36 mil) e información y comunicaciones (+3 mil) destacaron como los únicos que elevaron esas cifras, en una lista de 13 sectores (ver Gráfico).
Según Mauricio Santamaría, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), lo positivo en líneas generales es que respecto a enero se recuperó empleo y que la cifra de 1,18 millones de trabajos por reactivar es un alivio teniendo presente los 5,5 millones de puestos que se perdieron para abril del año anterior.
En tanto, sobre lo negativo y similar a lo expresado por Oviedo, el ejecutivo de la Anif recordó que la tasa de desocupación en las 13 ciudades principales subió 6,6 pps hasta 18,1 %, por lo que insistió en que esa es la evidencia de que cerrar los principales municipios nacionales para mitigar la emergencia del covid “es una política equivocada”.
Y es que al analizar la tasa de desempleo de las principales ciudades –en este caso los datos corresponden al trimestre diciembre-febrero, con un promedio nacional de 17,7 %– Bogotá y Cali y su Área Metropolitana (AM), por ejemplo, estuvieron por encima del dato del país con 19,5 % y 19,3 %, respectivamente, mientras que Medellín AM se ubicó por debajo, con 16,6 %.
Para Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, al final lo que se espera es que el mercado laboral tome impulso en los meses con menores confinamientos y restricciones de movilidad, aunque esta dinámica la explicarán en gran parte los trabajos informales, pues los formales dependen de la estructura empresarial, la cual tendrá “algún rezago este año”.
De su lado, el economista y profesor universitario Jorge Coronel, acotó que “preocupa todavía el nivel de inactivos, que son las personas que no pueden o no desean hacer parte del mercado laboral”, de los cuales se observó 1 millón más respecto a antes de la pandemia. “Este es otro mal indicador laboral, pues podrían ser habitantes con condiciones para trabajar, pero sin oportunidades”, mencionó, y adhirió que habrá que analizar cómo la reforma tributaria que se avecina podría afectar el consumo y profundizar la delicada situación laboral si se castiga a los ciudadanos de ingresos medios - bajos.