<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Búsqueda de seguros sube en pandemia, pero no su compra

Las primas emitidas entre 2019 y 2020

se mantienen estables, con una leve disminución

(-0,1 %): Fasecolda.

  • ilustración Elena ospina
    ilustración Elena ospina
10 de noviembre de 2020
bookmark

Buscar no es sinónimo de comprar, y si bien con el comienzo de la pandemia, y durante la vigencia del estado de emergencia sanitaria, muchas personas han mostrado interés en conocer qué tipos de coberturas les ofrecen los seguros en asuntos como la salud y los créditos de consumo, o la oferta disponible para temas como los contratos de arrendamiento o el desempleo, esto aún no se refleja en la adquisición de esta protección contra riesgos.

Eso indican los reportes suministrados por Fasecolda, el gremio de las aseguradoras, que señaló un decrecimiento del 0,1 % en las primas emitidas en el comparativo 2019-2020 de enero a agosto: de 19.441 millones de pesos el año pasado pasaron a 19.423 millones de pesos, con comportamientos disparejos según el ramo.

Lo anterior contrasta con un estudio difundido por ProyectaT, una agencia consultora de seguros, que señaló que “en cuarentena se duplicaron las búsquedas de seguros por internet”, haciendo énfasis en que en Antioquia “se pasó de un promedio de 7.500 búsquedas mensuales por la web a 15.000 entre junio y julio, cifra histórica registrada para el sector asegurador en el país y en el departamento”.

Sin embargo, como indican los voceros de las empresas aseguradoras consultados en esta nota, como Carlos Alberto González (Sura), Javier Suárez Esparragoza (Seguros Bolívar) y Mario Fernando Cruz (Fasecolda), esa inquietud por ahora no tiene espejo claro en el comportamiento de la cultura de aseguramiento en el país, que el históricamente se ha mantenido baja en comparación con otros países de la región.

De acuerdo con el informe El mercado asegurador latinoamericano en 2019, elaborado por Mapfre Economics, en Colombia es del 2,9 %, y desde 2009 se mantiene en el rango del 2 % al 3 %, en un comportamiento muy similar al promedio en Latinoamérica (Puerto Rico lideró ese apartado el año pasado con 14,8 %, seguido de Chile –4,3 %– y Brasil –3,2 %–).

Carlos Alberto González, de Seguros Sura, espera que con la pandemia se incremente el nivel de aprendizaje de las personas, y que vean a los seguros como un instrumento útil en sus vidas.

Expone como ejemplo el caso de muchos arrendatarios que se dieron cuenta de que si hubieran tenido un seguro de arrendamiento, y ante el incumplimiento de pagos en el que incurrieron sus inquilinos por la situación económica, podrían haber tenido a quién reclamarle ese cobro.

“La gente es consciente de que tiene que asegurar el carro –y ni siquiera eso, porque en Colombia el porcentaje en ese campo es del 20 % del total de vehículos, y el Soat, que se supone que es obligatorio, no llega al 100 %– , pero en seguros de salud ese porcentaje no supera el 4 % o 5 %, y en los de vida casi todos están asociados a una deuda”.

González también cree que para las aseguradoras, el reto es hacerles ver a sus clientes por qué los seguros son relevantes y necesarios. “Muchas veces las personas tienen sesgos de comportamiento que los lleva a tomar decisiones basadas en que ‘a mí eso no me va a pasar, no soy el que se va a morir, no me va a dar covid’, y confían en ayudas divinas. Nos falta mucha generación de cultura”, expresa.

Y aún cuando la penetración del mercado no es alta, su crecimiento ha sido sostenido en años recientes (en 2019 fue del 0,1 puntos porcentuales según el informe de Mapfre). El profesor Daniel Vásquez, de la Escuela de Derecho de Eafit, especializado en temas de derecho contractual, responsabilidad civil y seguros, expone dos razones para dicho crecimiento.

“Permitir que los bancos vendan seguros, que les dio acceso a mercados cautivos, y el crecimiento de una clase media con capacidad adquisitiva que se preocupa por la administración de riesgos”, explica Vásquez.

El docente considera que las personas deberían ser más precavidas en el aseguramiento de temas que a veces suelen ignorar o despreciar, como el hogar, que protegen patrimonios incluso más importantes que un carro.

“La gente no ve tan probable que se concreten riesgos como incendios o derrumbes que afecten sus viviendas, pero sí un accidente que ocasione daños a su vehículo, y a veces desconocen que los seguros de hogar tienen coberturas de responsabilidad civil que cubren daños en casos por fuera del hogar”, aclara.

En otros aspectos, Vásquez recomienda tener presentes los seguros de vida con coberturas en casos de invalidez o incapacidad permanente, y en los negocios empresariales, no solo tener presentes las protecciones del valor de inmuebles o máquinas, sino asuntos como el lucro cesante o daños emergentes, relacionadas con la interrupción de la continuidad del negocio, como ha ocurrido con muchas compañías en la pandemia.

“Los desastres y las situaciones extraordinarias como esta emergencia recuerdan la fragilidad del ser humano y la posibilidad de que ocurran riesgos de este estilo”, afirmó el profesor.

La recomendación, explicó, es que “las personas no se queden en la averiguación de los seguros y hagan un análisis juicioso de los riesgos y del costo de asegurarse, para tomar una decisión inteligente, y que no sea que dentro de un año cancelen todos los seguros porque ya se levantó la emergencia”.

Se busca más información

Carlos Alberto González, vicepresidente de Seguros Sura, plantea que con la contingencia aumentó el interés de las personas por consultar información relacionada con las coberturas que sus seguros les ofrecían.

“Muchas verificaron si sus seguros les cubrían la atención por covid-19 o en caso de una muerte por esta enfermedad. Recibimos la información de que en algunos países europeos y otros cercanos como Brasil se habían disparado los seguros de vida, y en realidad en nuestro país había intencionalidad, pero según el último reporte de Fasecolda, el gremio se mantuvo igual en ventas respecto al año pasado”, señala González.

Mientras que Luisa Fernanda Jaramillo, CEO de ProyectaT y autora del estudio de búsquedas de seguros en internet, considera que los resultados de este reflejan las preocupaciones que la pandemia ha provocado en las personas en temas claves de su diario vivir.

Segmentos como el de vida, “con un crecimiento histórico de 6.600 búsquedas en la red sólo en julio, 2.000 más que el promedio presentado en 2019”, y el de mascotas, con incrementos hasta del 100 % en las consultas, contrastan con los comportamientos de otros sectores como el de los seguros de viajes o el SOAT, dadas las restricciones de movilidad que aún están vigentes, con un rigor un poco más flexible que entre marzo y julio.

Jaramillo afirma que entre los usuarios aún hay dudas respecto a la adquisición de un seguro, pero la pandemia les ha sembrado la inquietud por consultar más información sobre las coberturas, y las aseguradoras han entendido la necesidad de ofrecer productos más “sofisticados” que sean atractivos para sus públicos.

“En la medida que un país se asegura, reduce su pobreza. Hay estudios que demuestran que a la familia a la que le falta su cabeza, quien provee más del 60 % de sus ingresos, se demora cerca de diez años en recuperarse. Un seguro de vida sirve para apoyar financieramente a ese grupo familiar, y que esa recuperación sea más pronta. Los seguros no solo protegen, permiten acumular recursos para pagar la educación de los hijos, para un plan de retiros, para montar un negocio”, enfatiza Jaramillo.

El directivo de Seguros Sura, de todos modos, invita a mirar las cifras según los cuatro capítulos en que se divide la industria: movilidad, empresas y de personas dos: salud y vida, ya que el comportamiento en cada uno ha sido disparejo.

Los de movilidad (Soat y seguros contra robos y daños), los más vendidos hoy en Colombia, decrecieron entre enero y agosto un 10 %, como consecuencia del ritmo lento de ventas de vehículos nuevos dada la cuarentena estricta y las restricciones a la libre circulación que han tenido vigencia en este tiempo, durante el cual, además, muchos propietarios no renovaron sus seguros vencidos solo hasta cuando les fue permitido salir de nuevo, por lo cual se prevé que en el próximo reporte este ramo incremente sus primas emitidas.

Un comportamiento similar, en palabras de González, tuvieron los seguros asociados al respaldo de préstamos de libre inversión y créditos hipotecarios, ya que como el pago de estas obligaciones estuvo congelado durante un tiempo –y aún lo están en situaciones especiales según cada caso en particular–, se vio una disminución en este apartado.

Al otro extremo se ubican los seguros de vida, que han incrementado las primas emitidas en concordancia con el interés de las personas por estar amparados ante alguna eventualidad que ocasione el virus, ya que el riesgo de muerte, en algunas poblaciones, ha aumentado.

Incidencia negativa

El presidente de Seguros Bolívar, Javier Suárez Esparragoza, califica como negativa la incidencia que la emergencia sanitaria ha tenido “en algunos ramos como el de autos (a julio decreció 10,3 %), Soat (a julio decreció 5,1 %), ARL (a julio decreció 2,9 %) y desempleo (a julio decreció 15 %), lo que a su vez impactó de manera negativa la utilidad neta en 24 puntos porcentuales a julio”, pero es optimista de que con la diversidad de portafolios que tienen las compañías y el respaldo en patrimonio, este sector se mantenga sólido.

En su concepto, la crisis ha ratificado la importancia de la esencia de la industria aseguradora, como son la gestión de riesgos, el cuidado y su responsabilidad con la protección y tranquilidad de las personas, y ello se puede ver reflejado en las búsquedas que estas realicen en internet.

Suárez prevé que 2021 será un año de recuperación y de oportunidades para las aseguradoras, entre ellas el ofrecimiento de “productos más modulares, innovadores y revolucionarios para el mercado, el tránsito hacia la empresa verdaderamente digital y la implementación de esquemas de cobertura alternativos para los seguros, que beneficien a los usuarios y protejan de manera permanente el patrimonio, la salud y la vida”.

Sin embargo, cree que la coyuntura actual cambiará el negocio en el futuro, destacando “la transformación para la compra y administración de los seguros, que es muy importante en la conexión con los clientes, una mayor conciencia sobre la protección de la salud y la vida del núcleo familiar y un sector camino a la recuperación definitiva en poco tiempo” (ver ¿Qué Sigue?).

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD