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Prefiere moverse en carro particular por motivos de bioseguridad y porque las finanzas todavía están resentidas como para hacerlo en avión; cuando sale visita a familiares o amigos y si va a “turistear” le suenan más los planes de naturaleza, al aire libre y en los que no haya mucha aglomeración.
Ese es el perfil del nuevo viajero colombiano, que de a poco vuelve a los diferentes destinos nacionales, y a quien deben adaptarse agencias, aerolíneas y hoteles, entre otros.
Así se concluyó en el 25 Congreso Nacional de Agencias de Viajes y Turismo, organizado por Anato, que culminó ayer en Pereira. “Es un turista que requiere asesoría; con tanta información que hay sobre los viajes en internet, necesita, de alguna manera, el contacto con una persona que le guíe”, analizó Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de Anato.
Se trata de cambios no solo locales sino mundiales, dijo Procolombia, entidad que recopiló cinco tendencias del “nuevo” turismo. La primera es que, además de bioseguridad, los seguros de asistencia en viaje con cobertura para Covid-19 se volvieron cruciales para la confianza de las personas al dirigirse a cualquier destino.
Además, la incertidumbre sobre la evolución de los contagios ha hecho que las reservas para vuelos u hoteles se hagan con solo un mes de anticipación; igualmente, las personas no quieren horarios estrictos en sus viajes y se decantan por disfrutar a su ritmo, tendencia conocida como slow tourism.
Las otras dos novedades tienen que ver con un apetito por viajes cortos en fechas fuera de temporada alta –para evitar aglomeraciones– y el aprovechamiento del trabajo desde casa que varias empresas adoptaron, para laborar desde destinos turísticos.
Para atender esas nuevas necesidades, el sector tiene claro el punto de partida: digitalización a mayor escala en canales de venta, registros y análisis de información y dejar la parte humana exclusivamente para el servicio y acompañamiento a los clientes, consideró la presidenta de Anato.
Inclusive estos cambios han provocado ajustes en los planes de las compañías. A la fecha, por ejemplo, se han inaugurado 19 vuelos internacionales de un total de 31 que entrarán este año en Colombia. Lima, Santiago, Cancún y Ciudad de México son algunos de esos destinos.
Esto, porque apuesta de las aerolíneas es recuperarse con tarifas más flexibles y destinos cercanos y accesibles para un usuario que apenas está recomponiendo el bolsillo. Lo ha hecho Avianca, al anunciar que empezará a operar sus vuelos nacionales con cabina única, o EasyFly, fortaleciendo la conectividad regional con 13 nuevas rutas solo en Antioquia.
Por su parte el sector hotelero, representado por Cotelco, destacó que sus cifras se acercan levemente a niveles prepandemia. En agosto la ocupación en el promedio de estos establecimientos en el país fue de 48,10%, que supera ampliamente el 5,28% del mismo período de 2020, pero está por debajo del 60,22% visto en 2019.
No obstante, “esta moderada recuperación de lo ingresos se traslada a cubrir los compromisos financieros que fueron necesarios adquirir para sobrevivir durante el último año”, advirtió José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de Cotelco.
Según él, las cifras no pueden tapar el hecho de que es necesario fortalecer el trabajo conjunto de los actores del sector público y privado por incrementar la confianza de los viajeros, “pues es importante señalar que a la hotelería del país le tomará al menos un año adicional para compensar las pérdidas acumuladas” por la pandemia.
Al respecto, con datos de primera mano, el presidente de Redebán, Andrés Duque, detalló que la reactivación del turismo, registrada en el periodo de vacaciones de este año, es una noticia muy positiva para el país y “sin duda, el avance en el plan de vacunación y la apertura de actividades” ha sido la causa.
Profundizando en la situación, Juan Daniel Oviedo, director del Dane, precisó que, si se mide el turismo desde los ingresos de los alojamientos, el sector observa un retroceso de 19,1% frente 2019, a excepción de la Costa Caribe, el Eje Cafetero, los Llanos, el Golfo de Morrosquillo y la región central que ya superan la dinámica de hace dos años.
De todos modos, la mano de obra sigue muy afectada. Tan solo en las agencias de viajes “de 100 personas que había trabajando en el segundo trimestre de 2019, se tuvieron que despedir 43”, anotó el funcionario.
Oviedo, quien se pronunció durante el evento de Anato, recordó algunos datos que muestran la importancia del turismo para Colombia y son el punto al que hay que volver: el sector aportó 3 de cada 100 pesos al PIB en 2019 –el año pasado bajó a $1 de cada $100– y contabilizó 3,5 millones de viajeros que arribaron y 2,9 millones de colombianos que partieron al exterior –datos que en 2020 bajaron a 992 mil y 707 mil, respectivamente–