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¿Hay vida en Venus?

¿Cuáles señales hacen pensar a los científicos que podrían existir microbios en ese ambiente hostil? La idea no es nueva, viene desde el divulgador científico Carl Sagan.

  • Pese a su cercanía, Venus es todavía un mundo con muchos misterios. Su ambiente extremo y nubes perpetuas han dificultado su estudio. Hoy lo sobrevuela la japonesa Akatsuki. FOTO Jaxa
    Pese a su cercanía, Venus es todavía un mundo con muchos misterios. Su ambiente extremo y nubes perpetuas han dificultado su estudio. Hoy lo sobrevuela la japonesa Akatsuki. FOTO Jaxa
11 de abril de 2018
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La idea no es nueva, pero cada vez intriga más: ¿hay vida en el planeta Venus?

Vida bacteriana al menos, y no sobre el suelo, donde una temperatura de 450 grados Celsius la haría casi que imposible, sino en la atmósfera.

No es alocado. Acá en la Tierra se encuentran bacterias a más de 40 kilómetros de altura, hasta los 60.

Pero, ¿qué hace pensar que pueda existir en ese planeta de condiciones duras para la biología?

Es una nueva apuesta de investigadores, que publicaron un artículo en el Journal of Astrobiology, liderados por Sanjay Limaye, de la Universidad de Wisconsin.

Los científicos tratan hace décadas de encontrar vida en alguno o varios de los cuerpos del Sistema Solar. Se sabe que Marte tuvo agua y pudo tenerla y hoy los océanos subterráneos de lunas como Calisto, Europa y Ganímedes en Júpiter y Encelado y Titán alrededor de Saturno aumentan las inquietudes.

“Venus tuvo mucho tiempo para que la vida evolucionara”, dijo Limaye. Algunos modelos sugieren que ese planeta tuvo alguna vez un clima habitable, con agua en su superficie, al menos durante 2.000 millones de años.

“Es mucho más de lo que se cree que ocurrió en Marte”.

David J. Smith, coautor, del Centro Ames de la Nasa, recordó, y reiteró, que en la Tierra algunos globos especiales han mostrado bacterias a más de 40 kilómetros de altura.

Extremófilos

También se conoce un creciente número de microbios extremófilos que viven en ambientes difíciles acá, en vetas hidrotermales en las profundidades marinas y hasta en lagos ácidos por citar dos ambientes donde prosperan.

La vida venusina, de existir, estaría en la atmósfera. Las imágenes tomadas desde hace varias décadas muestran unos parches oscuros en esa región cuya composición exacta no se conoce.

“En la Tierra sabemos que la vida puede prosperar en condiciones muy ácidas, se puede alimentar de dióxido de carbono y producir ácido sulfúrico”, comentó Rakesh Mogul, de la Universidad Politécnica del Estado de California, coautor.

La atmósfera nublada de Venus está compuesta de dióxido de carbono y gotas de agua con ácido sulfúrico.

No es la primera vez que se explora esta posibilidad. La habitabilidad de las nubes venusinas fue propuesta en 1967 por el biofísico Harold Morowitz y el reconocido astrónomo Carl Sagan.

Exploración

Las naves enviadas al planeta entre 1962 y 1978 mostraron que la temperatura y presión en la atmósfera baja y media del planeta, entre 40 y 60 kilómetros de altura, no elimina la vida microbiana, caso diferente a la superficie.

En un seminario de trabajo, Limaye encontró a Grzegorz Slowik, de la Universidad de Zielona Góra en Polonia, quien le informó de bacterias terrestres con propiedades absorbentes de la luz similares a partículas no identificadas que conforman los parches oscuros en las nubes venusinas. Las observaciones de espectroscopia, en particular en la longitud de ultravioleta, muestran que esas manchas están compuestas de ácido sulfúrico concentrado y otras partículas absorbentes de la luz, de origen desconocido.

Pese a los estudios desde Tierra y por las naves que han llegado a los alrededores, no se han identificado.

“Venus muestra episodios de parches oscuros de ácido sulfúrico con contrastes de 30 a 40 % en ultravioleta y silenciosos en otras longitudes de onda. Permanecen por días, cambiando de forma y contraste de modo continuo y parecen obedecer a escalas”, explicó Limaye.

Llama la atención que las partículas que componen esos parches tienen las mismas dimensiones que unas bacterias terrestres. Los instrumentos de las naves que han analizado muestras de esa atmósfera no distinguen entre los materiales inorgánicos u orgánicos.

Podría tratarse, se especula, de algo similar a los florecimientos de algas que se presentan acá en lagos y océanos, según Limaye y Mogul.

Aquel recordó que en el lago Tso Kar , a más de 4.500 metros de altura en la India, observó un polvo, residuo de bacteria fijadora de azufre concentrado en hierba degradada al borde del lago, que era soplado hacia la atmósfera.

Eso podría haber sucedido en Venus, aunque hay otro detalle desconocido: si cuando el agua se evaporó, los flujos de lava que duraron unos 1.000 millones de años habían destruido entonces o cubierto la historia inicial del planeta.

Solo una misión que pueda analizar elementos orgánicos dará la respuesta, y no llegará antes de 2030. Venus sigue guardando el misterio.

108
millones de kilómetros es la distancia que separa a Venus del Sol y por eso es un cuerpo tan caliente
90
veces la de la Tierra es la presión en este planeta, la mayor de los planetas rocosos del Sistema Solar

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