<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

¿Pagaría $3.500.000 por un plato en uno de los mejores restaurantes?

Dos de Copenhague, en Dinamarca, lideran la lista de los 50 mejores del mundo. Leo, de la colombiana Leonor Espinosa, es el número 46.

  • Leonor Espinosa
    Leonor Espinosa
  • Imagen de uno de los platos en la carta del restaurante Leo, en Bogotá. FOTO Colprensa

    Imagen de uno de los platos en la carta del restaurante Leo, en Bogotá.

    FOTO Colprensa

07 de octubre de 2021
bookmark

Uno de los platos más reconocidos en el mejor restaurante del mundo, el Noma, ubicado en las afueras de Copenhague, Dinamarca, es pato con pierna, cerebro y corazón, servido con garra, pluma y pico. También el de carne de cangrejo dulce servida en un pan plano cortado en forma de cangrejo.

Allá solo venden tres menús al año: entre septiembre y diciembre ofrecen Game & Forest Season, en la que la carne es la gran protagonista, al lado de las verduras y flores; de enero a mayo, en la carta aparece Ocean Season, con productos del mar, mientras que en verano, entre junio y agosto, el turno es para Summer Season, con pescados, mariscos y verduras del huerto.

Si quiere probar una de estas opciones, primero tiene que hacer una reservación con más de 12 meses de anticipación y preparar el bolsillo, porque cada plato tiene un costo promedio de 1.600.000 pesos, sin bebidas.

El Noma tiene dos estrellas Michelin, el chef es René Redzepie y esta es la cuarta vez como el mejor del mundo: esta semana repitió distinción en la lista The World’s 50 Best Restaurants 2021.

Hay uno colombiano

En el segundo lugar aparece otro restaurante de Dinamarca, el Geranium, igual en Copenhague, cuya especialidad es la comida europea, en especial la escandinava y la danesa, a base de pescado, mariscos, semillas de tomillo y frutos del bosque. Los precios son infinitamente superiores, el plato promedio cuesta 3.500.000 pesos.

En el tercer puesto figura un restaurante español, en Vizcaya, Asador Etxebarri, en el que el churrasco es el rey de la mesa. Hay chorizos ​​caseros, anchoas saladas, queso de búfala y langostinos. Una de las preparaciones estrellas es Berberechos a la brasa (moluscos) en caldo de pochas (un tipo de frijol), caviar y mantequilla de cabra. Tampoco es barato: el costo de una plato es de 1.000.000 de pesos.

En ese top, por segundo año consecutivo, apareció Leo, el restaurante colombiano de Leonor Espinosa y Laura Hernández. Ocupó el puesto 46, antes había estado en el 49.

Leo basa su carta en un menú de degustación (sucesión de platos pequeños) con sabores e ingredientes del territorio nacional, que incluye aperitivos, platos fuertes, cacao y café. Encuentra carnero con ají dulce y malanga (similar a la yuca) o carne oreada (seca y salada).

En Leo, ubicado en Bogotá, en el Parque de la 93, hay platos entre 95.000 y 380.000 pesos.

“Siento una gran satisfacción por este logro que no es personal sino colectivo. Un reconocimiento que funciona como plataforma no solo para reconocer al restaurante, sino porque es una buena oportunidad para que la cocina colombiana se vuelva más visible y de interés para un público exterior que aún no concibe el país como destino culinario”, dijo Espinosa a la agencia Colprensa.

¿Cómo los escogen?

La lista de los 50 mejores restaurantes del mundo apareció por primera vez en la revista Restaurant en 2002 y desde hace cinco años se hace a través de www.theworlds50best.com. Está a cargo de William Reed Business

Media, compañía de medios británica. Son 1.040 expertos en todo el mundo, entre chefs, críticos y periodistas, divididos en 26 regiones del mundo, quienes votan por los mejores. Esta cantidad de miembros la hacen una de las más importantes y reconocidas del mundo.

Los restaurantes no pueden postularse. Sobre los criterios que se tienen en cuenta en su página oficial explican que todo tipo de restaurante, sin importar la carta, precios o ubicación, puede integrar el top. “Depende de cada votante decidir, ya que los gustos son diferentes, porque la idea de cada uno constituye una gran experiencia distinta en cada restaurante”.

Aclaran que la calidad de la comida es fundamental, al igual que el servicio. “El entorno, la atmósfera y el nivel de precios son más o menos importantes”.

¿Qué sirven?

Ignacio Medina, periodista español, especializado en gastronomía y radicado en Lima, Perú, dice que la mayoría de las cartas de estos sitios están inspiradas en las raíces de sus regiones. “Es una cocina personalizada, que le apuesta a los sabores locales”. Allí no se encuentra cocina de fórmula como pastas, tacos o pizzas. El periodista Juan Pablo Tettay, director de la revista La Barra, explica que estos listados no solo califican lo que se come, sino la experiencia completa (servicio, comodidad y responsabilidad social).

En el tema de precios, Medina opina que necesariamente son costosos, en especial porque muchos le apuestan más al lujo, a la decoración y al diseño que a la misma cocina.

El periodista español, enemigo de este tipo de listados, dice que el mejor restaurante del mundo es el que a uno le gusta. “No existen normas para elegir la comida, nadie te puede decir que te debe gustar y que no te debe gustar”. Para él, los ránquines, que señala no deberían existir, solo sirven para elevar el ego de los cocineros. En su concepto no son más que una versión parcial, simplificada y “manipulada” de la cocina.

Polémicos o contrevertidos, estos tops, tal y como lo ratifica Tettay, son una guía importante, en especial cuando se viaja y se quiere visitar los mejores establecimientos. Los restaurantes son los grandes ganadores con esas distinciones, no solo les da estatus, sino que sus nombres son recomendados en las grandes reseñas turísticas y gastronómicas

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD