A 13 subió el número de las víctimas mortales del ataque a un helicóptero de la Policía Antinarcóticos ocurrido este jueves en la mañana en límites de Amalfi y Anorí, en el nordeste antioqueño, un atentado que ha sido atribuido a las disidencias de las Farc.
En principio el saldo del hecho terrorista había sido de seis uniformados fallecidos y siete heridos y al final de la jornada la cantidad de muertos ya ascendía a 12; sin embargo, al amanecer de este viernes las autoridades confirmaron el deceso de otra persona.
El secretario de Seguridad, Justicia y Paz de Antioquia, Luis Eduardo Martínez, informó que esta última pérdida vital que engrosa aún más la cantidad de víctimas del episodio fue la del capitán Francisco Merchán, quien había quedado herido.
Otras dos personas afectadas en el incidente continúan internadas en centros asistenciales donde les están tratando sus heridas.
Previamente se había informado de las muertes del mayor Carlos Mateus Ovalle (piloto), el subteniente Nicolás Stiven Ovalle Contreras, quien era el comandante en la aeronave impactada; el subintendente José Camacho Aldana y los patrulleros José Daniel Valera Martínez, Nayver Fernando Vásquez Zúñiga, Jeison Alejandro Samboní Lazo, Edwin Javier Zúñiga Galíndez, Jhonatan Rodrigo Jiménez Jiménez, Rafael Enrique Anaya Almanza, Juan José Guzmán Duarte, Michael Stiven Aztaiza Ortiz y Richard Duván Lagos Calvache.
El ataque se registró este 21 de agosto hacia las 11:30 a.m. en la vereda Los Toros, en la zona rural de Amalfi y habría sido perpetrado por los integrantes de las disidencias que inicialmente usaron tatucos y cuando la aeronave iba a socorrer a los policías y al personal que realizaba operaciones de erradicación de cultivos ilícitos, fue atacada con un dron.
El gobernador, Andrés Julián Rendón, se quejó por la lentitud para evacuar a los heridos y muertos, pues al final del día aún no se había producido esta operación.
“Urge articulación y coordinación en el Gobierno Nacional. Se trata de un asunto de vida y muerte”, pidió entonces el mandatario seccional con el fin de facilitar las labores con los uniformados fallecidos y que estos puedan tener su último adiós al lado de sus familiares.