Omar Briglia Gómez, Néstor Raúl Niño, Héctor Andrés Castillo, Élmer Roa y Martha Patricia Gélvez cambiaron la comodidad de sus camas por la acera en la entrada de la Comercializadora Nutresa, y la comida de sus hogares, por una bolsa de suero.
Los cinco son empleados de diferentes dependencias del Grupo Nutresa y están en ese lugar por voluntad propia, para exigir atención por parte de los entes administrativos del grupo empresarial para el que trabajan.
Según Dubán Antonio Vélez Mejía, presidente de Sinaltrainal (sindicato de empleados del Grupo Nutresa), seccional Medellín, la huelga de hambre en la que se encuentran sus compañeros de trabajo, que comenzó a las seis de la mañana del martes tres de noviembre, es el último mecanismo que encontraron para pedir una reunión con los empresarios del grupo multilatino.
“Estamos exigiendo que cesen los despidos en grupo”, dice Vélez.
Es por eso que los cinco empleados están bajo un toldo hecho con plásticos negros, recostados en unas colchonetas delgadas y conectados a bolsas de suero para impedir una deshidratación.
“Con esta huelga de hambre lo que queremos es que los empresarios se sienten a hablar con los miembros del sindicato sobre los trabajadores despedidos, los que fueron obligados a renunciar con la garantía de que les dan un recurso en dinero, denunciar la violación a los derechos laborales al interior de la planta de producción y la tercerización laboral”, explica el líder sindical.
Según Vélez, en menos de dos meses ya van ochenta despidos en las diferentes empresas del grupo a nivel nacional, y a eso se le suman las nuevas contrataciones de “empleados sin experiencia, tercerizados y con garantías e ingresos inferiores a los que se manejan ahora”.
Por eso han recurrido al Ministerio del Trabajo, a la Defensoría del Pueblo y hasta al Senado de la República, con la esperanza de lograr la reunión con los empresarios para hablar de los problemas por los que protestan.
“La empresa se ha mostrado muy hostil. Ni siquiera nos prestan el baño de la portería para que los que están en huelga lo usen”, cuenta Vélez, argumentando que por ese motivo no esperan mucho de la reunión que sostenían hasta el cierre de esta edición, con lo que él mismo llama “mandos medios” de la empresa, por lo que la huelga de hambre continuará de forma indefinida.
Q’HUBO intentó comunicarse con la empresa para conocer su versión, pero las llamadas no fueron contestadas.