Hace tres meses el rancho en el que vive Yuri Tatiana Hernández en el barrio Caicedo quedó vacío. La mujer, vendedora informal, vivía allí junto con sus cinco hijos, pero hace tres meses el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se llevó a cuatro de ellos.
Lo hizo porque, tal como lo reconoció la madre, en el ranchito de madera no tienen baño, ni servicios públicos; no hay ni sanitario ni ducha ni ningún lugar para lavar o asearse. Solo hay un espacio en el que duermen.
La mujer compartió su testimonio con Noticias Caracol donde confesó, en medio del llanto, que aunque sabe las difíciles condiciones en las que habita, extraña en cada momento a sus hijos.
El ICBF aclaró que tomó la medida para garantizar los derechos y el bienestar de los menores de edad y que tengan unas condiciones de vida mínimamente dignas.
Carlos Andrés Botero, director del ICBF Antioquia, aclaró que la medida “queda sometida al seguimiento por parte de un equipo psicosocial, en el cual, después de superadas algunas fases del proceso, se puede retornar al menor de edad a su entorno familiar, evitando procesos de adopción”.
En medio de su angustia, una pequeña luz apareció para Yuri Tatiana pues por iniciativa de su vecina Luz Mery Bonilla, la comunidad se juntó para recoger fondos y ayudarle a tener una vivienda digna.
Mediante rifas y otras actividades, la comunidad logró conseguir el lote que costó $7 millones y ahora esperan que muchas más personas se sumen para poder construirle allí una casa a Yuri y que así puedan regresar sus hijos.
Yuri anhela tener una vivienda de dos o tres habitaciones para que sus hijos estén en buenas condiciones. Su vecina Mery dice que esperan lograr apoyo no solo para conseguir los costosos materiales de construcción sino para equipar la vivienda, porque Yuri no tiene ni siquiera un fogón.
Quien desee sumarse para tenderle una mano a Yuri Tatiana y sus hijos puede comunicarse con Luz Mery Bonilla al número 312 233 3337.