Brexit o la crisis del paradigma de la integración europea.

Giovanny Cardona Montoya, febrero 01 de 2020.

 

Terminó enero y el plazo se cumplió: Brexit ya es una realidad.

Si la salida de la Gran Bretaña desencadenara un pequeño efecto dominó – Polonia, Hungría y algún otro-, se configuraría una gran crisis del modelo desarrollo basado en la integración regional: crecemos todos para desarrollar la región. Hoy los TLC masificados e interregionales no hacen parte de este paradigma, más bien son prototipos de libre comercio que buscan compensar las incapacidades de la OMC como escenario de negociaciones. El Spaguetti Bowl del que habla Baghwati es una ola de acuerdos de liberalización comercial que nada tiene que ver con el modelo de la integración para el desarrollo. Los euroescépticos están de fiesta.

Brexit es un hito en la historia de los procesos de integración regional,  los cuales se han desarrollado a lo largo de siete décadas. Cuando me refiero a procesos de integración regional estoy hablando de experiencias que se pueden entender desde alguna de las siguientes perspectivas:

- Acuerdos Comerciales que se inspiran en la unión de las naciones de Europa Occidental, lo que hoy conocemos como la Unión Europea;

- Procesos de integración reconocidos por el Acuerdo General de la OMC, ya sea, en calidad de zonas de libre comercio o de uniones aduaneras (aunque su profundidad pueda ser mayor, alcanzando el nivel de mercados comunes o de uniones económicas). El artículo XXIV y la Claúsula de Habilitación, reconocen a estos acuerdos como excepciones al principio de Comercio Sin Discriminación de la OMC;

- Procesos regionales de unificación de mercados y políticas económicas con el fin de estimular el desarrollo económico ampliado (crecen las economías nacionales en la medida que se fortalece la región como un todo). Estos procesos nacieron con una base ideológica proteccionista basada en el paradigma del Estructuralismo y el Neoestructuralismo (Cepal 1960-1980)

El primer hito de esta historia es el inicio de la integración europea de la segunda post-guerra mundial (1951): la CECA -Comunidad Económica del Carbón y el Acero-, Euratom y luego el Mercado Común Europeo. Con estrategias diferentes, pero propósitos semejantes, la Unión Soviética y sus aliados crearon el CAME -Consejo de Ayuda Mutua Económica-. Sin embargo, con el muro de Berlín, en 1989, también se vino abajo el proyecto de integración económica de Europa del Este.

El bloque europeo nace con un propósito siamés: evitar que se cimente una nueva guerra (asegurar que Alemania no se vuelva a levantar en armas contra sus vecinos) a la vez que se construye un desarrollo económico regional, entre otras, protegiéndose de la expansión del comunismo pro-soviético.

ingreso a la zona euro

El segundo hito es la réplica del modelo europeo en otras latitudes: ASEAN (Sudeste Asiático), MCCA, ALALC-ALADI (América Latina) y otros casos en el continente africano.

bloques en el mundo

El Tercer hito es NAFTA (TLCAN) que se convierte en 1994 en el primer germen de un bloque comercial que integra naciones industrializadas con un referente del tercer mundo (México). Este hito es, a la vez, el inicio del denominado Regionalismo Abierto que transforma el carácter proteccionista de la integración en un eslabón nuevo del Neoliberalismo Globalizador. Con el NAFTA vino una ola de acuerdos comerciales interregionales (TLC) con bajos niveles de profundidad en materia de integración pero que se convirtieron en vehículo para expandir el libre comercio comercial -una especide de “operación avispa” del librecambio mundial ante la ineficiencia de la OMC como escenario de negociaciones comerciales-.

El supuesto Regionalismo Abierto pretende fortalecer la integración latinoamericana abriendo las fronteras a terceros países, a través de las aperturas económicas y los TLC, sin embargo, lo único evidente es que se ha detenido el proceso de industrialización en la mayoría de los países y se han congelado los tratados regionales como CAN y Mercosur.

El supuesto Regionalismo Abierto pretende fortalecer la integración latinoamericana abriendo las fronteras a terceros países, a través de las aperturas económicas y los TLC, sin embargo, lo único evidente es que se ha detenido el proceso de industrialización en la mayoría de los países y se han congelado los tratados regionales como CAN y Mercosur.

Aunque la OMC reconoce todos estos TLC como excepciones al principio de Comercio Sin Discriminación, es claro que su espíritu no es exactamente de integración económica, sino de liberalización comercial. Sin embargo, el TLCAN se ha convertido en un verdadero bloque en tanto el comercio intrarregional es el más significativo para Canadá y México, a la vez que tiene un creciente peso en la balanza comercial de Estados Unidos.

comercio mundial 2016

El NAFTA -TLCAN- y el comercio intraasiático aparecen como flujos intrarregionales de mercancías de gran significado para el mundo. El comercio al interior de la UE es equivalente a 25% del comercio mundial. Este último es el mayor flujo comercial del planeta.

 

El cuarto hito es el Brexit. La salida de la Gran Bretaña abre un boquete al bloque europeo.Con una población superior a los 65 millones de habitantes, Gran Bretaña aparece en el top 10 del PIB mundial y en el puesto 22 del PIB per cápita. O sea, en términos absolutos es -hasta hoy- un jugador muy grande dentro de la Unión Europea.

La isla tiene el 3o PIB del bloque, el cual equivalía a casi 10% del de toda la Unión Europea (aproximadamente 2.5 billones de euros en 2018, contra un PIB regional de 25 billones de euros).  La Unión Europea es fuente del 34% de las exportaciones del mundo, 65% de las cuales tienen como destino un país del bloque. En este contexto, 47% de las exportaciones de la Gran Bretaña van dirigidas a Europa (2016).

Según la OMC, entre 2016 y 2017, Gran Bretaña fue el 5o exportador del bloque (cerca de 5oo mil millones de dólares), muy cerca de Francia (3o) e Italia (4o). Alemania y Holanda son, de lejos, las potencias exportadoras del bloque. Sin embargo, es menester destacar que Gran Bretaña aparece en el top 10 del planeta. Ahora, otro dato que le da relevancia a la Gran Bretaña en el contexto de la economía europea y del mundo es el hecho que aparece como el 2o exportador mundial de servicios -por delante de Alemania- y el 6o importador en el ramo.

¿Qué es lo que está en juego?

La Unión Europea no sólo es un acuerdo comercial (libre comercio de mercancías y de servicios); tambien es una Unión Aduanera (un territorio regional aduanero administrativamente integrado) y un mercado común (con un régimen integrado para el movimiento de personas y capitales). Por último, los integrantes del bloque europeo comparten algunas políticas comunitarias, por ejemplo la PAC (política agropecuaria comunitaria). Todo esto está en juego.

A partir del 31 de enero de 2020 comienza un período de transición que va hasta diciembre, en este plazo se negociarán nuevos acuerdos para que Brexit “no sea tan doloroso” para empresas y ciudadanos. Aranceles nuevos, trámites que eran inexistentes y ahora son necesarios, derechos civiles que desaparecen (al convertirse las empresas y las personas en extranjeros), nuevos sobrecostos, restricciones y prohibiciones; son las nuevas realidades que pueden llegar a caracterizar las relaciones socio-económicas entre la Gran Bretaña y la Unión Europea. Se cuenta con apenas 11 meses para elaborar un nuevo régimen que evite que el “nuevo muro” que se construye en Europa sea más restrictivo que lo que fue el de Berlín.

¿Qué esperar en el corto y mediano plazo?

– Un año lleno de incertidumbre sobre lo que serán las nuevas relaciones económicas a partir de 2021, cuando termine la transición y se firme un nuevo acuerdo entre la UE y la GB.

– Incertidumbre para ciudadanos europeos y británicos que habitan a lado y lado del canal de la Mancha. Su condición migratoria puede cambiar dramáticamente.

– Emigración de empresas extranjeras que se beneficiaban del régimen comunitario y que se hallan instaladas en Gran Bretaña.

– Gestión diplomática acelerada y profunda para que los británicos firmen TLC con naciones de otras latitudes con las que han tenido regímenes comerciales preferenciales pero a través de la UE. Ahora cada país del resto del planeta tendrá que firmar con Londres un acuerdo independiente para restaurar los beneficios que se tenían a través de la Unión Europea.

– Desaceleración del Comercio y de las Inversiones entre el continente europeo y la Gran Bretaña.

– Desaceleración en el crecimiento del PIB del continente y de la isla.

– Posible devaluación de la moneda británica y del Euro con respecto al dólar americano.

En lugar de conclusiones:

Lo que suceda en esta nueva etapa de relaciones entre la Gran Bretaña y la Unión Europea  será referente para los euroescépticos que pululan por todo el bloque (especialmente en Italia, en Hungría y en Polonia). Pero, de otro lado, el Reino Unido verá abiertas nuevamente las venas de su posible desintegración: Irlanda del Norte sufrirá nuevamente las fronteras que los distancian de sus hermanos del Sur, a la vez que los escoceces, quienes votaron No al Brexit, revivirán el debate de su independencia.

De igual manera, servirá de base para nuevas reflexiones (académicas, políticas y empresariales) sobre lo que significa el paradigma de la integración europea en comparación con el Regionalismo Abierto.

La integración regional ya estaba en crisis en América Latina (ni la CAN, ni Mercosur, ni los países centroamericanos han logrado consolidar una Unión Aduanera plena), pero ahora la crisis se vive en continente que les ha servido de inspiración por más de medio siglo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Colombia crece, pero no es como para “elevar cohetes.”

Giovanny Cardona Montoya, agosto 17 de 2019.

 

El DANE ha reportado el crecimiento del PIB para el primer semestre de 2019. Luego de revisar al alza el dato del primer trimestre, la conclusión es que la economía colombiana viene creciendo a una tasa del 3.05%, lo que es muy positivo en un mundo que va camino de la recesión.

Según los informes del DANE, los sectores que más crecen son, el financiero (5%), comercio (4,4%) y comunicaciones (4%). La construcción, otrora motor de la economía, ahora se ha deprimido (-2,4%). Igualmente es relevante destacar que el sector manufacturero perdió 0.1 en la participación del PIB (ahora es 12.0%).

La sostenibilidad de este crecimiento en el futuro cercano dependerá del consumo doméstico y de las obras civiles, principalmente. El hecho de que la economía colombiana se vea en el corto plazo en una perspectiva de recuperación es algo alentador, ya que, el escenario mundial va en otra dirección.

Adicionalmente, lo más llamativo es el hecho que la formación bruta de capital (inversión productiva) fue uno de los datos que mejor salió librado en la revisión del PIB del primer trimestre. En el primer informe se reportó con un crecimiento de 2,8% y ahora con la revisión se elevó a 4.2%.

El dato alentador se ha vuelto la noticia más reproducida por los medios, respaldando el optimismo en los análisis de líderes gremiales y de algunos expertos. Sin embargo, ¿estamos realmente en una fase sostenible de crecimiento económico?

El Entorno Global: camino de la recesión.

Esta semana -el miércoles 14 de agosto- tuve la oportunidad de visitar al Comité Intergremial de Antioquia y exponerles a los líderes gremiales de la región algunos argumentos de la muy posible volatilidad del tipo de cambio en el corto y mediano plazo.

La economía mundial vive una coyuntura compleja que se nutre de dos factores críticos que la empujan hacia la recesión: el Brexit y la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El primer argumento, el Brexit, es un fenómeno que seguramente afectará la frágil economía europea. El comercio intrarregional de la Unión Europea es responsable del 25% de las exportaciones mundiales; y todo indica que la salida de Gran Bretaña será dolorosa: el ascenso de Johnson al cargo de Primer Ministro, quien lideró la campaña por el Brexit, hace pensar que la salida se hará en términos “poco amigables”.

Adicionalmente, las guerras comerciales de Trump con China no sólo mantendrán la dinámica de crecimiento desacelerado del coloso asiático, sino que afectarán a las firmas norteamericanas que extienden sus cadenas de valor a lo largo del Este Asiático.

Interdependencia en cadenas globales de valor

Imaginemos que Apple envía componentes para su IPhone a fabricantes chinos, los cuales ensamblan su producto. Dichos manufactureros compran otros componentes a proveedores de otras naciones (Corea, Alemania, Taiwán, otros), ensamblan el dispositivo y lo exportan a Estados Unidos ¿qué pasa si Estados Unidos coloca un arancel a este producto? ¿quién sale afectado?

La creciente interdependencia que generan las Cadenas Globales de Valor -fruto de estrategias de economías de escala y de la hiperespecialización-, hace que las guerras comerciales afecten tanto al país al que va dirigido al ataque, como a las propias empresas del atacante.

En consecuencia, tanto Johnson como Trump se están “dando un tiro en el pié”.

Estos dos detonantes de recesión se acompañan de factores previos que son caldo de cultivo: la extendida desaceleración económica de China y el trimestre recesivo de Alemania, locomotora de la Unión Europea.

desaceleracion economica de china

En más de dos lustros, China viene en un proceso continuo de desaceleración económica. Para recuperar la senda expansionista de décadas anteriores, el gigante asiático tiene que realizar ajustes en su política económica, particularmente para estabilizar su mercado doméstico. Eso no sucederá en el corto plazo, éste es un ajuste doloroso, riesgoso y complejo. Será una solución de mediano y largo plazo.

 

¿Y Colombia, qué tan vulnerable es?

A pesar de que el primer semestre de 2019 pinta bien para Colombia, el país tiene una serie de factores estructurales que lo hacen vulnerable ante una posible recesión económica global:

– Más del 70% de las exportaciones colombianas son commodities, por lo tanto, la recesión global puede bajar los precios de los combustibles y de otros commodities agudizando nuestro déficit de cuenta corriente. Ello, adicionalmente puede afectar las finanzas públicas puesto que el Estado es el principal accionista de Ecopetrol;

– El déficit fiscal de Colombia tiene algunos componentes estructurales que conforman un pasivo muy costoso: el pensional y la cobertura subsidiada de salud. Mientras no crezca la formalización del empleo, estos rubros seguirán siendo onerosos. Por lo tanto, el déficit tiene un componente crónico que hace imposible mantener unas tasas de interés bajas en el mediano y largo plazo;

– El déficit de cuenta corriente tiene un componente adicional: la repatriación de utilidades por parte de las multinacionales. Mientras Colombia no atraiga IED a los sectores agrario y manufacturero; y mientras no logre ser tan atractivo para la reinversión de las ganancias, el flujo negativo de divisas por cuenta corriente se mantendrá casi constante.

Estos tres factores hacen vulnerable a la economía colombiana, lo que se traduce en fenómenos coyunturales como las altas fluctuaciones de la tasa de cambio y la caída en la calificación de riesgo país. En el mediano plazo esto se puede traducir en desaceleración e, inclusive, recesión económica.