La Ley 1990, que pretende evitar el desperdicio de alimentos aptos para consumo humano y animal fue sancionada este lunes por el presidente de la República, Iván Duque. La norma contempla, entre otras medidas, la prohibición de destruir alimentos que no logren ser comercializados.
La Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Cisan) será la encargada de ejecutar las disposiciones de la norma, a partir de una política pública que tendrá seis meses de plazo para diseñar y poner en marcha.
El articulado incluye un plan de estímulos para las organizaciones que eviten la destrucción de alimentos, así como la aplicación de multas para quienes, por el contrario, los desperdicien. Los alimentos que luego del proceso de producción y comercialización aún estén en condiciones de ser consumidos, deberán ser donados a organizaciones sin ánimo de lucro.
La Cisan deberá verificar que en la destinación final de los productos se priorice la entrega a niños, mujeres en embarazo, personas de la tercera edad, personas en situación de discapacidad o en condiciones de pobreza.