Una reciente tragedia ocurrió en medio de la soledad del desierto de La Guajira, en Colombia. En el kilómetro 93 de la vía férrea de Cerrejón, una joven wayúu de 17 años perdió la vida tras ser arrollada por un tren que se dirigía a Puerto Bolívar.
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La menor, que según los reportes de las autoridades, transportaba agua en un burro para llevársela su comunidad indígena, cruzaba las vías cuando ocurrió el fatal accidente. Sin percatarse de la rápida velocidad del férreo, terminó siendo atropellada.
La joven pertenecía a la comunidad Ouspa, ubicada en la zona rural de Uribia, y su muerte pone de relieve la difícil situación de las comunidades en la región, que a diario se enfrentan a la escasez de recursos básicos como el agua y los peligros que supone la cercanía a la infraestructura industrial.