Lidio García no completa su primer mes como presidente del Senado y ya tuvo no solo su primer encontrón con el presidente Gustavo Petro, sino que –como cabeza de una de las ramas del poder– está llamado a buscar salidas y ofrecer alternativas ante pleito limítrofe entre Colombia y Perú por el surgimiento de una isla.
“La soberanía de los colombianos debe ser innegociable”, advierte el parlamentario en su primera entrevista con EL COLOMBIANO. Si bien insta a una salida diplomática y advierte que el país no puede irse a guerra con el Perú, lo ocurrido con el país vecino no parece su principal preocupación.
Para García –senador liberal cercano al expresidente César Gaviria, uno de los detractores de Petro–, Colombia enfrenta hoy por hoy un cada vez más adverso y caldeado clima de polarización que, como lo evidencia lo ocurrido con el senador Miguel Uribe Turbay, ya escaló a la violencia.
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“Da miedo lo que viene”, reconoce García, quien pide que haya un alto a la violencia: “No sé dónde vamos a parar y vamos a terminar en una situación peor que los años 90”, alerta, al tiempo que advierte que el presidente Petro no le hace bien al país lanzando “mensajes de división constante” a través de Twitter (hoy la red social X).
Si bien se declara abierto al debate y discusión de todas las reformas durante el último año legislativo, admite que hay incertidumbre alrededor de si el Gobierno tendrá los votos o no para sacarlas adelante. Eso sí, ratifica que, sea cual sea la decisión en democracia, hará “respetar el Congreso, la independencia de poderes” y no permitirá “que nos den órdenes”.
Usted integra la Comisión Segunda –encargada, entre otras, de defensa nacional y asuntos internacionales–. Ahora preside el Senado. ¿Qué lectura hace del lío limítrofe con Perú? ¿Está en riesgo nuestra soberanía?
“Es un tema que, primero que todo, hay que manejarlo con guantes de seda y por todos los conductos diplomáticos. No por redes sociales ni con discursos en plaza pública. Este es un tema más serio de lo que se cree. Quizá muchos no conocen el tema de Santa Rosa de Loreto, que es un territorio colombiano, pero que Perú reclama como suya. Desde el Congreso y no solamente yo como presidente, tenemos que hacer un llamado a la soberanía de los colombianos, que debe ser innegociable.
No puede haber un manto de duda, como lo plantean los peruanos. Pero, insisto, todo eso hay que hacerlo a través de los conductos diplomáticos y de una manera decente. Somos países vecinos, hermanos y tenemos que buscar el mejor de los acuerdos para no lesionarnos de ninguna forma. Tenemos que custodiar cada centímetro de nuestro territorio, que es un legado ancestral que preservaremos para las futuras generaciones y Colombia tiene que estar muy, pero muy unida en esta causa. No podemos tener divisiones políticas para enfrentar esta problemática.
Tenemos que aunar esfuerzos entre todas las fuerzas vivas de Colombia para que podamos defender nuestro territorio. Pero todo de manera diplomática y en los estamentos donde se debe discutir, no por Twitter ni por discursos en plaza pública”.
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¿Qué opina de la reacción del presidente Petro ante el pleito? ¿Se falló al no prevenir una situación de este calibre?
“Hubo descuido desde hace muchos años, no solamente del presidente Petro. Esto viene en un descuido que hay que estudiar. Sería irresponsable en determinar como juez, porque hay que tener conocimiento pleno de todo lo que está motivando esta situación. Ellos (Perú) esperaron unos tiempos y estuvieron muy pendientes de esto. Nosotros no. Nos cogieron, como dijo algún periodista, con los calzones abajo. Tenemos que buscar a los mejores defensores en este tipo de situaciones jurídicas en defensa de nuestro territorio. No importa de la vertiente política que sean, pero que puedan defender nuestra patria ante este tipo de adversidades”.
¿Desde la Comisión Segunda o desde el mismo Senado en pleno habrá algún tipo de pronunciamiento?
“Ese va a ser el tema con el que vamos a abrir las constancias el próximo martes. Prácticamente nos vamos a concentrar casi todo el tiempo que vamos a estar sesionado en el Senado. Será el tema, indudablemente, porque fue algo inesperado, nos cogieron con las manos abajo en una muy mala defensa y un descuido desde la Cancillería. Hay que buscar una salida con contundencia, pero agotando la vía diplomática. No podemos pensar en que vamos a hacer una guerra con el Perú por el territorio que está en discusión. Tiene que haber un acuerdo serio que permita que no salga lesionado nadie”.
No ha completado un mes en el cargo y mire los chicharrones que le toca asumir. ¿Qué diferencia esta Presidencia a la que tuvo entre 2019 y 2020?
“He visto los ánimos muy caldeados. En la Presidencia anterior tuve situaciones bien difíciles, como el estallido social que hubo. Fue durísimo, se quisieron tomar el Congreso de la República, y prácticamente tumbar el estamento público. También me cogió la pandemia a 8 meses de estar presidiendo y me tocó reinventar el Congreso después de 209 años. Nunca previmos en la Ley Quinta de 1992, que es la que nos rige como congresistas, una pandemia, una guerra o un desastre natural.
Nos dimos cuenta que si el Congreso se paraliza, se paraliza el país. Eso no lo sabíamos nosotros hasta que llegó la pandemia en 2019. Fueron situaciones difíciles, pero pudimos salir adelante sin ningún tipo de problema y con la protección divina también, pero hoy tenemos un Congreso distinto. El Congreso del período pasado era más tranquilo, había confrontaciones ideológicas, mas no personales. Hoy tenemos un Congreso en el que la disputa es personal y las denuncias son muy fuertes entre colegas.
Es bastante dolorosa la situación y yo tengo que velar para bajar los ánimos, porque están muy caldeados. Tengo que velar como presidente por la tranquilidad del debate, pero el ideológico, no el debate de la confrontación personal. En este Congreso hay gente muy buena, muy importante y muy capacitada, por eso yo lo que quiero es que vuelvan esos discursos que se perdieron y que podamos discutir ampliamente sin sesgos y con el tiempo que requiere cada una de los distintos sectores políticos”.
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¿Qué tanta responsabilidad le cabe al presidente Petro de ese ambiente de polarización y ánimos crispados?
“Tiene mucho que ver con todo esto. No hace bien el presidente a través del Twitter con sus mensajes de división constante. Él como mandatario debiera más bien frenar ese tren y buscar la manera de que el país esté más tranquilo. Los líderes pueden discutir, pero inteligentemente, con tranquilidad y con profundidad. Aquí hay una división que empieza desde el presidente hacia el último concejal o edil que tiene nuestro país, porque cada quien pertenece a una vertiente política. Hago un llamado a la concordia, a la decencia y sobre todo, a que vuelva la tranquilidad en el debate”.
Usted ya tuvo el primer choque con el jefe de Estado, justamente por cuenta de la sentencia en contra del expresidente Álvaro Uribe. ¿Teme que se caldeen aun más los ánimos? Recién el jueves hubo manifestaciones en diferentes partes del país en favor del exmandatario.
“Viene un momento difícil para Colombia. Viene un momento muy complicado en la política. Indudablemente este es el año más difícil porque estamos ad portas de unas elecciones y con una polarización enorme. Nunca había existido una polarización tan grande, tan fuerte y tan inconcebible. Es muy fuerte lo que está pasando en el Congreso y lo que se viene va a ser mucho más duro porque se van a pelear los escaños del Parlamento y la propia Presidencia de la República. Todos sabemos la división que tiene este país y ojalá no suceda lo que están augurando algunos historiadores y gente de la inteligencia militar”.
¿A qué se refiere?
“Hay temor de que haya una situación como la que vivimos hace cerca de 30 años. Ojalá eso no suceda y que la confrontación sea política, pero lo que pasó con Miguel Uribe podría ser el punto de partida de lo que puede terminar pasando. Por eso hay que bajarle los ánimos y ponerle freno, porque no se puede estar echándole leña a la hoguera”.
Es decir, ¿teme que volvamos a esa época de magnicidios y violencia política exacerbada? ¿Es una alerta formal de inteligencia militar?
“Exactamente. Es un tema que da miedo que se repita. Mire lo que acaba de pasar hace dos meses con Miguel Uribe. Dios permita que no continúe esta ola de violencia en la política porque yo no sé dónde vamos a parar y vamos a terminar en una situación peor que los años 90. Miguel no es él el único que está en la lista según las investigaciones y eso es lo que da miedo. Hay que esperar que terminen esas investigaciones los órganos competentes para que podamos conocer la situación a ciencia cierta, pero de verdad da miedo lo que viene.
Sin embargo, creo que estamos a tiempo de poder controlar situaciones que mañana podríamos lamentar muchísimo. Si el presidente de la República, las autoridades de policía y militares pueden hacer investigaciones y frenar, con mano dura, cualquier situación, yo creo que todo puede terminar de manera más tranquila. Ojalá Dios permita que así sea. Esperemos que no solamente las autoridades, sino que Dios meta su mano para que tengamos unas elecciones más tranquilas”.
En medio de un ambiente tan crispado, ¿Cómo interpreta que el jefe de despacho, Alfredo Saade, siga hablando de la reelección de Petro y que incluso, el presidente semanas atrás amenazara con una constituyente por fuera de los caminos legales?
“La verdad todo lo que están hablando es un tema que no tiene asidero jurídico. La ley no lo permite. Aquí no hay reelección. Esos son ánimos populistas de personas que desconocen la ley o que tienen una intención. Están peleando es por la hegemonía, quién es el más fuerte en el gabinete del presidente. Cuando vi el 20 de julio al pastor Saade gritar ‘reelección’ pensaba que se trataba de un tema populista. Su llegada es por buscar quién manda más dentro del gabinete. Si la reelección se llegara a presentar al Congreso y se hiciera el recorrido que demanda la Constitución, los tiempos ni siquiera dan para que sea Petro. No es posible en este momento. Yo siempre vi a Petro pelear en contra de la perpetuidad en el poder y no creo que ahora venga a hacer lo mismo que criticó”.
Pero esos ruidos de reelección no generan justamente malestar, mayor crispación política...
“El único que marca en las encuestas o que puede tener una popularidad es Petro. Imagino que es la carta principal que tienen, pero legalmente no lo podrían hacer”.
Este último periodo legislativo será clave para el trámite de las reformas. Una de las discusiones centrales será la reforma a la salud, pero el Gobierno parece haberla sacado por decreto. ¿Cree que esto, de entrada, perjudica el debate?
“Yo propuse en mi discurso de posesión hacer lo mismo que hice durante mi Presidencia anterior: ser un presidente garantista para todos los sectores políticos. Yo quiero debate, que se discutan todas las reformas que se presenten y todos los proyectos importantes, pero que se debata. Lo que no sé es si tienen los votos. Eso es otra cosa, pero aquí va a haber debate y garantías. Soy partidario de una reforma a la salud para garantizar una salud digna para todos los colombianos, pero hay que hacerlo con la mayor tranquilidad, con los expertos y con los que padecen el sistema.
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Hay que construir sobre lo construido, no hacer un borrón y cuenta nueva como si el sistema nuestro no sirviera. Tenemos mundialmente un sistema que está en el puesto 12 en cobertura, por encima de Estados Unidos, y hay otros ítems en los que también estamos por encima de otros países. Pero mire lo que acaban de presentar. Como el Gobierno perdió la Comisión Séptima, enseguida salieron con una ‘mini reforma’. No creería entonces que vayan a presentar una reforma a la salud; sin embargo, las puertas están abiertas”.
Otro debate álgido es la reforma tributaria e incluso, la discusión del Presupuesto para 2026. ¿Ve ánimo conciliador del Gobierno?
“Ad portas de unas elecciones una reforma tributaria que es tan impopular va a ser muy difícil que salga adelante. Incluso colegas que hacen parte de la bancada de Gobierno dicen que es un tiro en el pie. Una reforma de estas incluye un desgaste para quien vote favorablemente: es para ponerle más impuestos a los colombianos. Por eso, no le veo posibilidades políticas de triunfo en el escenario legislativo.
Frente al Presupuesto considero que tiene que ser ampliamente discutido. Yo firmé esta semana la viabilidad para que sesionen de forma conjunta las comisiones económicas de Senado y Cámara. Esperemos a ver qué sale. Es un tema que si no se lo aprueban, el presidente lo saca por decreto. Pero la idea es que pueda tramitarse de manera concertada con todos los sectores”.
Presidente, ¿teme que le suceda lo de su antecesor, el senador Efraín Cepeda, que constantemente fue señalado, hostigado y condenado por el presidente Petro? Se lo pregunto justamente por todo este ambiente tan crispado en el que usted mismo dice sentir temor...
“Sí, la cosa está muy brava, hay que tener mucha prevención. La familia de uno vive muy temerosa de todo esto y uno mismo, pero los liderazgos hay que ejercerlos. Yo tengo un estilo distinto al de ‘Fincho’, a quien respeto y quien hizo una gran Presidencia.
Lástima que él y el presidente se fueron a un enfrentamiento ya casi que personal, pero yo voy a imponer mi estilo. Haré respetar el Congreso, la independencia de poderes y no voy a permitir que nos den órdenes. Somos una rama del poder con total independencia y autonomía, como lo reza la Constitución. Lo segundo es que aquí no podemos tener miedo de tomar decisiones. Yo sé que la polarización genera problemas y a algunos sectores no le van a gustar nuestras decisiones, pero uno tiene que actuar con sensatez y ajustado a lo que ordena la ley.
Para presidir un Congreso de la República en estos momentos hay que tener el corazón bien duro y el cuero bien fuerte para aguantar cualquiera arremetida. Hay que tomar decisiones con contundencia y así se harán por el bien de los colombianos, no por el bien de ningún sector político. Yo defenderé lo que he defendido y daré garantías para que todos también tengan sus posibilidades. Si doy garantías, no tengo por qué tener ningún tipo de problema con ningún sector. Yo sé cuál es el sector que represento y el que voy a defender, y es el que he venido defendiendo desde el primer día que llegué al Congreso.
Tengo claro y todo el mundo tiene claro cuál ha sido mi postura, pero soy respetuoso de quien piense distinto a mí. Si mañana vienen arremetidas o amenazas, buscaremos la manera de estar muy pendientes para que no pasen a mayores”.