Desde hace más de una década, los bailarines formados por Eider Rúa en las escuelas del Ballet Nacional El Firulete son los artistas recurrentes en las celebraciones y fiestas sociales de los Emiratos Árabes Unidos. En entrevista con EL COLOMBIANO, Rúa recordó la vez cuando sus bailarines fueron contratados para entretener a millonarios durante las pausas de la carrera de Fórmula 1 en Abu Dabi. Los yates de las personas más adineradas, incluidos los del entorno del jeque, se estacionaron junto a la pista, y allí la compañía ofreció su espectáculo. ”Fue tremendo pensar que ni los más ricos de Colombia podían estar allí, pero nosotros sí gracias al baile”, dice Rúa.
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Ese tipo de presentaciones son parte del trabajo que la compañía desarrolla desde que abrió su sede en Dubái en 2006. Rúa explicó que la expansión del proyecto comenzó después de una invitación para realizar un espectáculo en esa ciudad, a la que llegó luego de una trayectoria que inició en la comuna 13, en el sector Belencito Corazón.
Él comenzó a bailar a los 13 años, fue profesor en una escuela en El Poblado y, a los 19 años, fundó el Ballet Nacional El Firulete. Obtuvo reconocimientos en competencias como la Feria de Manizales, la Feria de Cali y campeonatos nacionales de tango y salsa.
El director señaló que antes de viajar a los Emiratos Árabes ya realizaba montajes en el Teatro Metropolitano, el Teatro Universidad de Medellín y el Teatro Pablo Tobón Uribe. Cuando conoció Dubái decidió abrir allí una segunda sede, que describe como la primera escuela y compañía de baile colombiana legalmente constituida en esa región. Desde entonces, el BNF completa 25 años de fundado en Medellín y 20 años de presencia en Emiratos Árabes.
Además de las presentaciones para hoteles, empresas y eventos privados, la compañía mantiene una escuela de baile enfocada en ritmos latinos. Rúa indicó que a las clases asisten personas de múltiples nacionalidades: ciudadanos de la India, Filipinas, Europa, Estados Unidos, algunas comunidades latinas y un número creciente de árabes. La mayoría son adultos entre 25 y 60 años. Considera que Dubái, al ser una ciudad compuesta en un 90 % por población extranjera, favorece el interés por este tipo de actividades.
Rúa también explicó que la compañía produce espectáculos para hoteles y proyectos inmobiliarios en Dubái, Arabia Saudita y Catar. Señaló que la demanda de artistas colombianos en la región es alta y que, aun cuando en algunos eventos deben adaptar vestuarios más conservadores por la presencia de población local, en la mayoría de escenarios se valoran el estilo y la energía de los ritmos latinos. Según él, “en muchos restaurantes la mayoría de bailarines, músicos y cantantes son colombianos y en su mayoría de Medellín”.
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En Medellín, el Ballet Nacional El Firulete tiene su sede en el barrio Colombia, en El Poblado, cerca del sistema metro, lo que facilita el acceso para estudiantes de diferentes zonas del Valle de Aburrá. La escuela opera con dos líneas: una formación paga dirigida a niños y jóvenes del sector, y un componente social dedicado a los elencos infantil, juvenil, junior y principal. También funcionan clases gratuitas en varias comunas para identificar talentos y trasladarlos a la sede central.
Rúa afirmó que cerca de 350 bailarines formados en la compañía han sido enviados a trabajar a Dubái durante los últimos 20 años. Algunos permanecen vinculados a la organización; otros trabajan como independientes, montaron sus propias escuelas o firmaron contratos con hoteles y empresas de entretenimiento de la región. Añadió que, en su experiencia, “el latino es muy apetecido para trabajar en los Emiratos Árabes Unidos” y que los artistas colombianos suelen ser valorados por su disposición y responsabilidad.