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Con la pandemia, sectores como los que dan espectáculos en vivo, el musical por ejemplo, se vieron directamente afectados por la imposibilidad de realizar conciertos, una de las principales fuentes de ingresos del sector.
Por ese motivo tuvieron que valerse de toda clase de estrategias para sobrevivir, explica Sergio Arbeláez Ospina, director de Fimpro y director académico en Circulart, un evento que mezcla una Feria de Música, Encuentro de Negocios y Muestras Artísticas, y que empieza hoy e irá hasta el 18 de septiembre en Medellín con la reactivación y el trabajo colaborativo como ejes centrales (Ver radiografía).
Con un mayor entendimiento del virus y con la vacunación avanzando, cada vez el sector musical adelanta la reapertura, con pequeños conciertos con aforos limitados. Sin embargo, todavía están lejos de igualar a los de la época prepandemia, lo que genera muchas limitaciones y problemas.
Juan Esteban Tabares, manager de Ekhymosis, cuenta que la reactivación ha retrocedido algunos aspectos del sector musical y viejas prácticas como pagos deficientes u honorarios incompletos han vuelto, pero han podido soportarlo gracias a la proyección internacional con países como México.
Arbeláez explica que todavía falta seguir haciendo más cosas para la reactivación, con la idea de que se recupere el sector, aunque resalta que son necesarios tres aspectos claves: la información, la inspiración y las oportunidades.
En el primer punto explica que es vital para cualquier clase de negocio en general, no solo el musical, igual en los creativos, articular mejor a los diferentes miembros del ecosistema.
Por esto mismo, la formación se convierte en un factor clave que permite tomar decisiones más acertadas para afrontar los desafíos. Octavio Arbeláez Tobón, gestor cultural y director de Circulart, comenta que en general la formación en la ciudad está bien, pero reconoce que hay una carencia en los modelos de “gestión, administración o movilización desde lo privado. Si alguien quiere estudiar esto debe hacerlo en el extranjero”, porque en la ciudad solo se han ofrecido unos pocos cursos.
Para el segundo, el director de Fimpro resalta que se manifiesta al ver cómo los demás han afrontado los mismos desafíos y han logrado dar con una solución: los conciertos virtuales, para dar un ejemplo, o esas maneras de encontrarse con el público a través de redes sociales.
Por su parte, Arbeláez Tobón cuenta que “la crisis puso a prueba nuestra capacidad para combinar empatía y acción”, es decir, que a pesar de tener soluciones individuales, con la pandemia los músicos han aprendido que la mejor forma de afrontar los problemas es de manera coordinada.
Paty Carrera, supervisora musical y gestora en derechos de autor en México, explica que a pesar de los desafíos durante la pandemia, esta también les dio la posibilidad a los músicos de detenerse un momento y repensarse. Por eso mismo, Carrera asegura que fue la opción para que los artistas pararan un momento y repensaran su música. El resultado es que “hoy se estrenan más de 60.000 canciones al día” en el mundo, dice.
En el caso particular de la banda Ekhymosis, cuenta su manager Juan Esteban Tabares, la pandemia trajo una crisis que incluyó la renuncia del anterior vocalista, por lo que se dieron un momento para darse cuenta de que ellos tenían una historia más allá de haber sido la banda de Juanes, y fue así como regresaron a sus raíces con una nueva propuesta musical más cercana al metal que al pop.
Además, comenta Carrera, algunos músicos tuvieron la oportunidad de incursionar en nuevas alternativas para recuperar sus ingresos, con ayudas tecnológicas, y señala que estas no son medidas temporales para afrontar el problema, es la nueva realidad en el sector, por lo que hace falta una legislación actualizada que la respalde.
El nuevo mercado que describe Carrera es en el entorno digital, en el que se destacan por el uso de “nuevas tecnologías y medios. Hemos visto como Tik Tok, Twitch e incluso plataformas de videojuegos como Fornite (recuerden el concierto de J Balvin de 2020) hacen este tipo de eventos masivos, reuniendo a millones de personas para ver a artistas internacionales”.
Sin embargo, Arbeláez Tobón resalta que esto ha sido problemático para los nuevos grupos que no son tan reconocidos, porque entran a competir con el mundo entero por la atención y la posibilidad de que los conozcan, pero al mismo tiempo se convirtió en la oportunidad para llegar a otros lugares y buscar distintas clases de audiencias, como los niños en los videojuegos.
Con el cambio legal que Carrera señala se hacen necesarios “ciertos lineamientos generales para derechos de autor, a las que todas las sociedades de gestión colectiva se tienen que adherir”. Con ello se mejoraría el establecimiento de tarifas básicas para que no favorezca únicamente a quienes poseen los derechos de autor, sino también a productores, plataformas y en general a todo el ecosistema musical