Los métodos de la CIA, contra supuestos terroristas presos en sus centros de detención clandestinos , fueron atroces.
Así se reveló en un informe del Congreso de Estados Unidos que confirmó ahogamientos, privación del sueño, electrocución y golpes contra muros, entre otros métodos de tortura contra sospechosos de integrar redes de Al Qaeda o de otros grupos extremistas musulmanes. En esta materia, la realidad supera la ficción.
La agencia de inteligencia de Estados Unidos rebasó cualquier parámetro y por eso hoy está en la mira de su propio gobierno y legisladores.