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Es un robot que en menos de tres minutos prepara salchipapas. Salen calientes y crujientes. Usted solo debe introducir el dinero y darle una indicación en un tablero táctil. Es autónomo: sin ayuda de nadie se encarga del proceso de elaboración.
Esta máquina dispensadora de última generación fue creada por un grupo de emprendedores paisas. La idea nació en 2019 y en febrero de este año comenzaron a ubicar las primeras en varios puntos de Medellín: sector Carlos E. Restrepo, La Playa, Comuna 13 y parque de El Poblado.
“Es una tendencia mundial en países de Asia y en Estados Unidos, entonces lo que hicimos fue adaptar esa tecnología”, explica Johana Yepes, directora comercial de Life Box.
Detrás de esta innovación hay ingenieros electrónicos y mecánicos que conforman el equipo creativo y de elaboración. También participan en la parte de operación y logística estudiantes de la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional y aprendices del Sena.
El paso a paso
La máquina mide 1,90 de alto y 1,10 ancho, pesa 40 kilos y su estructura por fuera es metálica. Es similar a las dispensadoras de alimentos, dulces y bebidas. En el interior tiene un congelador dividido en tres partes donde almacena cada producto por separado: papas, salchichas y chorizos.
Otro componente es la banda transportadora (un carrito con un riel) que se encarga de porcionar, es decir, llevar la cantidad adecuada hasta una freidora de aceite que es completamente sellada (no genera calor) y cuenta con un sistema especial que condensa el vapor para que siempre esté a temperatura ambiente.
¿Cómo lo hacen posible? Según Yepes, se logra gracias a una tarjeta donde se programa el paso a paso para que una función se cumpla después de la otra. “En la freidora el producto se demora menos de tres minutos, con una especie de pala o escurridor las seca y las lleva por un conducto, automáticamente la puerta se abre y la caja sale sola, no es necesario meter la mano”.
Los usuarios pueden escoger en un menú que ofrece cuatro productos: porción de papas (160 gramos), salchipapas (210 gramos), choripapas (210 gramos) y salchipapas especial (160 gramos de papa, 50 gramos de salchicha y 50 gramos de chorizo).
Los ingenieros diseñaron, además, una plataforma para que sea autónoma a la hora de administrarse. En otras palabras: a través de un software conectado a la nube les envía alertas sobre cuánto producto tiene, fechas de vencimiento de los alimentos y administra lo relacionado con el dinero y las ventas por día.
“Este sistema inteligente nos permite solucionar los errores de manera remota sin necesidad de ir al punto donde está ubicada la máquina”. Y es que hay dos posibles fallas: que no entregue el producto o el dinero.
Este desarrollo funciona conectado a la electricidad y cuenta con un modo de ahorro de energía conocido como Hibernación, es decir, el consumo de energía siempre es proporcional al número de porciones que vende.
Y tienen otra buena práctica: hacen parte del programa Manos verdes, de la compañía Team Food, mediante el cual se recolecta y gestiona el aceite de cocina usado para convertirlo en biocombustible.
Life Box, un ejemplo de que las ideas tienen el poder de revolucionar hasta la forma en que comemos. ¿Se animaría a probar estas auténticas salchipapas?