El 1-1 contra Polonia golpeó la confianza de la selección española, dirigida este miércoles (11:00 a.m.) a una situación límite frente a Eslovaquia en el estadio La Cartuja de Sevilla, obligada a ganar para no depender de nadie y enfrentada contra el fracaso, en una reválida decisiva para Luis Enrique Martínez y un grupo de jugadores todavía bajo la duda.
Con esa incertidumbre, en el modo imprevisible que ha adoptado en esta Eurocopa 2020, sin gol en ataque, sin contundencia en defensa, incapaz de ganar aún -ni a Suecia ni a Polonia- y, ni mucho menos, actuar como la favorita que se presuponía al principio y que ahora no aparenta en absoluto, España necesita resurgir de inmediato.
O reacción o eliminación. No hay términos medios para ella a estas alturas tan tempranas de una competición que no admite un exceso de despistes ni concesiones. Ya agotó casi su margen en ese sentido a la mínima expresión; a la victoria como la única vía segura hacia los octavos de final.
Aún tiene tiempo: un triunfo asegura la clasificación sin atender a otros marcadores. Si gana a Eslovaquia y Polonia a Suecia será primera de su grupo. Si vence por más de un gol y Suecia empata, también comandará el cuarteto. Pero hay una excepción: si el equipo escandinavo logra los tres puntos, ella será segunda.
Suecia, que juega ante Polonia (11:00 a.m.) es primera del grupo E con 4 puntos; Eslovaquia es segunda con 3; España, tercera, con 2, y cierra Polonia con una unidad