La palestra pública en Colombia está centrada no solo en las elecciones del 2026. Ahora la preocupación es por el manejo de la caja gubernamental, discusión que tiene asidero no solo en el déficit fiscal proyectado en más del 7%, sino en el crecimiento de la deuda y lo caro que está saliendo para las arcas públicas que se alimentan con el pago de impuestos de los ciudadanos.
Y no es para menos, desde noviembre del año pasado la deuda del país superó los $1.000 billones. A simple vista parece una cifra más, pero es la primera vez en la historia que se registró un nivel semejante de pasivos públicos.
Solo para tener una idea, el propio Marco Fiscal de Mediano Plazo proyecta que la deuda neta se ubique por encima del 61% del Producto Interno Bruto (PIB). En palabras sencillas, el Estado destinaría $61 pesos al pago de deudas de cada $100 que produce al año.
Eso no es todo, el panorama es peor frente al que desató la emergencia de pandemia en el 2020, cuando la deuda como porcentaje del PIB fue del 60,7%.
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La deuda de Colombia bajo el mandato de Petro
Así las cosas, los datos suponen que bajo el mandato de Gustavo Petro el país está más endeudado. Basta con ver el informe mensual de la Oficina de Relación con Inversionistas del MinHacienda, en el que se revela cómo la deuda total subió un 37,43% ($301 billones) con el actual Gobierno, eso porque en agosto de 2022 el saldo era de $804,97 billones y pasó a $1.105 billones a corte del mismo mes de este año.
Ese monto ha sido jalonado por el incremento de la deuda interna, con un repunte de 62,4% en los últimos tres años; mientras que la externa se mantuvo ligeramente estable.
Además, el propio Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) reveló que 1 de cada 3 pesos de los ingresos por impuestos se destina al pago de la deuda, lo que limita el espacio para el gasto social y productivo.
La entidad sostuvo que la deuda neta del país alcanzaría el 64,4% del PIB en 2027 y apenas bajaría a 63,1% en 2036, manteniéndose cerca del límite legal del 71%.
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Iván Duque dejó la ‘olla raspada’
Algunos analistas exponen que el estado en que Iván Duque entregó las finanzas nacionales no fue el mejor. Por ejemplo, Salomón Kalmanovitz, advirtió desde un principio en su columna de El Espectador que el Gobierno Petro iba a encontrar “la olla raspada y el país endeudado hasta la camisa”.
Al revisar el histórico de la deuda se comprueba que con Iván Duque, el saldó pasó de $441,80 billones (agosto de 2018) a $804,97 billones (agosto 2022), un incremento de 82% en su periodo. Una deuda equivalente al 57% del PIB y un déficit fiscal del 6,8% del PIB (el más alto en la historia en ese momento). La excusa no ha sido otra que la atención de la pandemia.
Precisamente, ese deterioro que ya traían la finanzas ha sido una y otra vez la defensa de los ministros de Hacienda de la actual administración para explicar los problemas de caja de Petro.
Diego Guevara, exministro de Hacienda del Gobierno Petro, conversó con EL COLOMBIANO y argumentó que el crecimiento de los pasivos no es nada nuevo. “En 2014, con la caída del precio del petróleo, la deuda subió del 28% al 40% del PIB; antes de la pandemia estaba cerca del 48%, y con el Gobierno Duque alcanzó el 60% por los gastos extraordinarios de la emergencia sanitaria”, detalló.
Frente al incremento del endeudamiento en el actual mandato, defendió que los opositores no tienen en cuenta que parte del cálculo de la deuda obedece a que se están pagando los vencimientos de un crédito que se hizo en pandemia.
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Se refiere a un desembolso de 5.800 millones de dólares de la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional y que tomó Iván Duque en diciembre de 2020.
Según Guevara, el pago de ese préstamo tuvo que pagarse actualmente porque el pasado Gobierno acordó tres pagos con el FMI para hacerse en 2023, en 2024, y en 2025. Abonos de capital e intereses que no podían ser prorrogados. Cabe mencionar que esta fue la misma línea de crédito que el Banco de la República informó que el Gobierno decidió cancelar, ya que desde abril, el FMI había suspendido el acceso a estos recursos tras una reciente evaluación.
“Hay que ser muy cuidadoso (...) porque no todo lo que se está pagando es deuda de este gobierno, puede haber un vencimiento de la deuda que dejó otro gobierno o un vencimiento de un título que se tomó antes. Es una lectura muy mediocre porque desafortunadamente viene creciendo desde pandemia porque hay unos vencimientos que dejaron”, sostuvo Guevara.
Eso sin contar que a corte de agosto de 2025, la Presidencia informó que había cancelado más de $72 billones en subsidios de gasolina a Ecopetrol a raíz de déficit que se acumuló de la anterior administración. Algo que los analistas aplaudieron. No obstante, hay que precisar que esto no se cuenta dentro del servicio de deuda pública.
El exministro explicó que la estrategia del Gobierno para atender la deuda ha sido generar títulos (bonos o TES) a corto plazo, razón por la que también la deuda interna es mucho mayor que la interna. Guevara cálculo que el año pasado las tasas de los TES a largo plazo eran de hasta 13%, mientras que las de corto plazo eran del 9%. La idea del Ministerio de Hacienda también es trasladar gran parte de la deuda a pesos colombianos.
Por eso el Gobierno está ejecutando la operación de manejo de deuda más grande en la historia del país, por cerca de $40 billones de, sin haber consultado al Congreso. La transacción, liderada por el director de Crédito Público, Javier Cuéllar, consiste en un Total Return Swap (TRS) con el que se busca aprovechar la diferencia de tasas entre la deuda colombiana y los mercados suizos, con el objetivo de generar ahorros por unos 10 billones de pesos. No obstante, el país deberá responder por 9.300 millones de dólares antes de julio de 2026, lo que ha despertado inquietudes por el alto riesgo cambiario y el plazo corto de la operación.
Congresistas como Saray Robayo y Óscar Darío Pérez denunciaron en Blu Radio la falta de transparencia y de información por parte del Ministerio de Hacienda, que argumentó no tener obligación legal de consultar a la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público por tratarse de una operación de corto plazo.
La defensa de Duque
El exministro de Hacienda de Iván Duque José Manuel Restrepo respondió a los señalamientos del presidente Gustavo Petro, quien afirmó que su gobierno ha debido asumir cuantiosas deudas heredadas de la administración anterior y pagar hasta $100 billones.
Restrepo negó la situación y defendió que “el Fondo se entregó con todo lo causado pagado”. Según él, el incremento del endeudamiento obedece a decisiones del actual gobierno, como mantener el subsidio al Acpm, medida que —afirma— ha costado más de $50 billones al país. No obstante, el Gobierno Duque tampoco atendió ese déficit.
Finalmente, añadió: “Usted (Petro) será siempre el campeón de la deuda y del déficit fiscal, por puro exceso de gasto de funcionamiento y derroche burocrático”.
¿Petro empeoró la deuda del país?
Si bien, los analistas reconocen que Petro ha tenido que pagar deudas que dejó Duque, también aseguran que son los “gajes del oficio”, no se trata de una particularidad ya que todo presidente de turno debe pagar los pendientes de su antecesor. De igual forma, el próximo mandatario tendrá que asumir las deudas actuales.
Por otro lado, la olla raspada que se recibió en 2022 no mejoró, sino que empeoró, tal y como se expuso al principio de este texto. La situación sugería que este Gobierno redujera el gasto en sus programas prioritarios e implementará un programa de austeridad para equilibrar, pero sucedió todo lo contrario al presentar un gasto desbordado.
El director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, César Pabón, mencionó que el actual Gobierno ya no puede atribuir el alto nivel de endeudamiento a factores heredados, pues tras tres años en el poder, la responsabilidad fiscal recae principalmente sobre su gestión.
Pabón advirtió que, contrario a lo esperado, en 2025 no se registrará una reducción del déficit fiscal, lo que impedirá disminuir la deuda pública. De hecho, se proyecta un déficit fiscal de 7,6% del PIB, que en pesos representa alrededor de $128 billones, el pico más alto en la historia del país, superior incluso al que hubo con pandemia.
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El economista también alertó sobre los efectos de la incertidumbre económica y la falta de disciplina en el gasto público, factores que, según dijo, están encareciendo el pago de intereses de la deuda. “Si el Gobierno no corrige el rumbo, no solo dejará un país con una deuda más costosa, sino también con menos margen de maniobra fiscal para los próximos años”, concluyó.
Eso coincide con las advertencias del Comité Autónomo de la Regla Fiscal. Su último informe alerta sobre un deterioro en la situación fiscal a raíz del desequilibrio entre ingresos y gastos. Entre 2019 y 2024, los ingresos crecieron apenas 0,3 puntos porcentuales del PIB, por debajo del aumento de los gastos, que fue de 4,6 puntos.
Los ingresos del Gobierno representaron 16,5% del PIB el año pasado, mientras que los gastos alcanzaron 23,2%.
El documento subraya que el recorte de $10 billones en el presupuesto es insuficiente. Así, el faltante de recursos para 2026 se disminuiría a $35,4 billones (1,8% del PIB).
Colombia paga la tercera deuda más cara
Para los analistas consultados por esta redacción, el reto no está en el nivel del pasivo; el verdadero problema radica en el alto costo de la nueva deuda adquirida por este Gobierno Nacional.
Argumentaron que economías como Alemania tienen una deuda que equivale al 120% del PIB, pero con tasas de interés bajas, pero Colombia hoy paga la tercera deuda más cara del mundo, según un informe del Banco Popular.
El economista senior de esa entidad financiera, Julián Cortés, alertó que, tradicionalmente, Colombia tenía un comportamiento similar al de Chile, México o Perú, países considerados pares regionales en materia fiscal. Sin embargo, “nos hemos separado de ese grupo y hoy pagamos tasas similares a las de Argentina, Turquía o incluso Ucrania”, advirtió.
El informe apunta que Colombia paga un 6,8% de interés en los bonos de deuda pública a 10 años, una tasa solo superada por Ucrania (país en guerra), con 14,4%; y por Argentina (que enfrenta una inflación desbordada), con 14,6% en la tasa de interés.
Según Cortés, esta situación refleja una creciente desconfianza del mercado financiero internacional frente al manejo fiscal del país. “Si uno mira el CDS (un indicador que mide el riesgo de impago), Colombia está pagando más que otros países con la misma calificación crediticia. Eso significa que los inversionistas perciben un mayor riesgo fiscal”, explicó.
El economista agregó que este deterioro en la confianza puede tener consecuencias a corto plazo. “El mercado ya está poniendo precio a esa desconfianza. Si seguimos en esta senda, no sería sorprendente que las agencias calificadoras sigan bajando la calificación crediticia del país, en lugar de recuperarla”, afirmó.
Y es no es un secreto que el deterioro de las finanzas públicas ha llevado a que las principales agencias internacionales de calificación de riesgo reduzcan la nota crediticia de Colombia.
¿Quién termina pagando los platos rotos?, para el docente de economía, Germán Machado, cada peso que el Gobierno toma prestado deberá ser devuelto en el futuro, con sus respectivos intereses. Esto implica que las administraciones siguientes enfrentarán solo dos caminos: aumentar los impuestos o reducir el gasto público. En otras palabras, el endeudamiento actual se traduce en futuras reformas tributarias o recortes en inversión social, porque la cuenta del déficit, tarde o temprano, siempre llega.
Lo cierto es que este Gobierno no hará el recorte necesario y su sucesor recibirá, otra vez, la olla bien raspada.
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Bloque de preguntas y respuestas:
- ¿Qué cifra alcanzó la deuda en 2025?
- Se estima que superó los
$1.105 billones COP
- ¿Qué porcentaje representó ese aumento?
- Un incremento del
37,4 % frente al nivel que recibió del gobierno anterior.
- ¿Qué tipo de deuda creció más?
- La deuda interna avanzó más agresivamente que la externa.