Sobre el TPP, la OMC, otros TLC y demás demonios.

Octubre 12 de 2015

Por: Giovanny Cardona Montoya

“Para un marinero sin rumbo señalado, todos los vientos son favorables”.

En materia de relaciones económicas internacionales, Colombia parece ser un marinero sin rumbo. Este país andino se muestra confuso, tanto en su participación en tratados comerciales como en su  modelo de desarrollo económico.

Hace un año, después de haber firmado poco más que una docena de TLC, comenzó un serio cuestionamiento al acuerdo comercial con Corea, al cual se le vieron serios riesgos de afectar la economía colombiana. Sin embargo, ahora, con la aparición del TPP, tratado comercial que reune a 12 naciones del Pacífico, incluidos los Estados Unidos y Japón, comienzan a oirse reclamos de por qué no hacemos parte de este selecto grupo.

Para que no nos dejemos llevar por las emociones y las calenturas de las noticias de moda, pretendo en este corto artículo hacer algunas críticas a la falta de sentido (de norte) de la política de comercio exterior colombiana y de su modelo de desarrollo.

Cuatro aclaraciones necesarias:

1. Colombia entró al Sistema GATT, hoy OMC, en 1985, lo que le dio derecho a ingresar al mercado de todos los países signatarios sin ningún tipo de discriminación comercial;

2. En materia de liberalización comercial, Colombia comenzó a bajar sus barreras aduaneras desde 1990. Recordemos, que antes de la apertura económica algunas posiciones arancelarias de vehículos automotores pagaban un gravamen de 300% y éste bajó a 35%.

3. La firma de acuerdos comerciales, este país la comenzó desde 1960, cuando se creó la ALALC, posteriormente ALADI. O sea, los TLC nuevos hacen parte de una cadena de acuerdos comerciales que ya se extiende por más de medio siglo.

4. Si bien la expectativa en la firma de TLC puede ser diversa, es innegable que un claro propósito de la misma es la diversificación de exportaciones y de mercados. Sin embargo, a lo largo de un cuarto de siglo, Colombia se ha vuelto más dependiente de sus exportaciones de hidrocarburos y del mercado norteamericano.

Colombia ha pasado de ser un país de agricultura, agroindustria y manufacturas de bienes de consumo de baja complejidad tecnológica, a ser un exportador de minerales.

 

Primera crítica: obnubilados o totalmente indiferentes.

Es impresionante la forma como este país se maravilló con la firma del G-3 con México, el TLC con Estados Unidos o la ilusión de la Alianza del Pacífico. Sin embargo, nada se habla de la CAN o del acuerdo comercial con el Mercosur.

Esta primera crítica va enfocada a la falta de rigor para abordar estos temas. Hipotéticamente, para nuestras empresas puede haber tanto potencial en Brasil o Argentina, como en Estados Unidos o México. Todo es cuestión de monitorear con rigor y diseñar estrategias de penetración y permanencia. Cada uno de estos mercados tiene sus ventajas.

Sin embargo, lo que es evidente es que nuestro país no está interesado en profundos procesos de integración, como la Unión Europea, por ejemplo, sino en dinámicas de liberalización comercial. La CAN declaró que soñaba con convertirse en una Unión Aduanera, lo que sigue siendo un sueño, pero, de resto, los TLC sólo buscan abrir las puertas, de manera recíproca, al comercio de bienes y servicios.

Fuente: http://www.offnews.info/verArticulo.php?contenidoID=45963http://www.offnews.info/verArticulo.php?contenidoID=45963

 

Cuando ser firmó la Alianza del Pacífico, con Perú, Chile y México, se habló del enorme tamaño del mercado regional y de que “iríamos en grupo” a posicionarnos del Pacífico. Ahora, nuestros tres aliados entraron al TPP y no nos invitaron. No hay novedad, los TLC son eso, espacios de libre comercio, no procesos de integración regional. Incluso, no debemos olvidar que el comercio liberalizado con estos tres países ya estaba firmado a través de la CAN y del G-2.

 

Segunda crítica: ¿para qué estamos firmando tantos acuerdos comerciales?

El libre comercio en sí no es ni malo ni bueno. El libre comercio es útil en tanto se tenga claro un modelo de desarrollo. Y en Colombia no hay modelo de desarrollo. En este país hay políticas para mantener el crecimiento o para controlar la inflación, ¡ah!, y hay políticas comerciales, nada más.

¿Para qué hacer una apertura económica y firmar unos TLC? para importar en mejores condiciones materias primas y bienes intermedios, para modernizar el aparato productivo, para diversificar exportaciones. Pero, Colombia pasó de vender manufacturas de nivel medio y bajo de complejidad tecnológica, incluida la agroindustria, a exportar petróleo, carbón y oro. Y para eso no hay que firmar TLC.

Hace unos días se encendió un debate en el país por la enorme sanción que la SIC le impuso a los azucareros, por implementar políticas que van en detrimento del libre comercio. No sé si el superintendente tiene argumentos jurídicos para esta sanción, pero me pregunto ¿vamos a dejar a nuestra agricultura y agroindustria, que compitan en igualdad de condiciones con países industrializados que exportan alimentos subsidiados? Y si eso es lo que vamos a hacer ¿cuál es la contraprestación que esperamos obtener? ¿exportarles hidrocarburos y oro?

El problema no son los TLC, el problema es que este país hace un cuarto de siglo compró el modelo de apertura neoliberal, pero no ha hecho la tarea para definir y desarrollar las industrias estratégicas que podrian beneficiarse de estos mercados globales tan competidos. Estamos entregando nuestra economía a la competencia externa, estamos acabando nuestros recursos no renovables, y no nos estamos preparando para aprovechar las oportunidades de los TLC.

Algunos expertos dicen que debemos ser fuertes en agroindustria, otros defienden la industria automotriz; hay quienes sugieren que ingresemos en la industria digital y del software. Yo sumaría a esta lista, la industria textil-confección y la de electrodomésticos. La lista podría ser más larga, pero ¿para qué? No estamos haciendo nada por ninguno de estos sectores.

Colombia no tiene modelo de desarrollo, tiene políticas coyunturales y petróleo para vender, eso es todo…Y este último se agota, es no renovable.

Así como no se puede entrar a la OCDE sólo para figurar, tampoco podemos entrar a TPP sólo porque es el TLC de moda. En otras palabras, Colombia es un marinero sin rumbo, que deja que los vientos lo lleven a cualquier parte, así sea por una catarata.

 

 

 

 

 

 

 

Expansion of Mercosur: will CAN disappear?

Versión en castellano: http://www.elcolombiano.com/blogs/lacajaregistradora/?p=1181

Autor: Giovanny Cardona Montoya

Translator: Andrés Fernando Cardona Ramírez

What are we talking about?

Since the establishment in 1960 of LAFTA (ALALC), renamed LAIA (ALADI) in 1980, in this region there has been a plan to create a Latin American economic bloc, or at least South American. From the framework of LAIA emerged AC (CAN)  and Mercosur, two integration projects seeking, each in its own way, the consolidation of a sub-regional customs territory equivalent to a Customs Union (CU). Therefore, the agreement CAN-Mercosur could be understood as a bridge between two subgroups that were born to blend into one.

Is CAN crumbling?

However, the signing of the FTA between Colombia and the United States five years ago-and the political crisis by Paraguay in mid-2012, have been the detonators of a significant change in the structure of the two South American blocs. Venezuela’s withdrawal from the CAN, accompanied by their subsequent entry into Mercosur seems to be just the beginning of an expansion of this and the deterioration of the Andean bloc, since there is talk of adding Bolivia and Ecuador to the block that Brazil leads.

With the withdrawal of Venezuela from the CAN fell one of the most significant trade routes of the bloc: exports from Colombia to Venezuela. However, although intra-Andean trade represents only 7% of exports of the 4 countries of the bloc, it should be noted that almost ¾ of it are manufactured goods, and this is very significant for mono-export economies, which depend heavily on the mining markets.

According to official statistics, Venezuela came to represent more than 50% of intra-Andean purchases, being the world’s 2nd largest market for Colombian exports. In 2008, Venezuela imported to the CAN goods worth more than 8 billion dollars, while the rest of the bloc purchased just over seven. In 2011 – and without Venezuela-, Ecuador and Bolivia represents almost 40% of intra-bloc imports. Therefore, a possible entry into Mercosur by Bolivia and Ecuador is a very relevant issue for companies in Peru and Colombia, the Andean survivors.

 ANDEAN BLOC: Export of Merchandise according to Economic Zone, 2008-2011 (Millions of dollars)

 ECONOMIC ZONE     2008              2009            2010         2011

WORLD TOTAL         93,654           77,680           98,003     131,626

 ANDEAN                      7,005               5,774              7,810          9,187

Bolivia                              479                   535                 636             714

Colombia                      2,456                2,116              3,063       3,428

Ecuador                        2,491                 1,586              2,127        2,770

Peru                               1,579                  1,538             1,984        2,275

MERCOSUR               5,516                  3,578              5,517        7,462

Chile                               4,284                 2,328             3,187         5,130

Mexico                          1,037                     865             1,034        1,272

Venezuela                   8,080                  5,449             3,174       4,335

Rest of World          25,528                 23,791          30,394     41,489

Source: http://estadisticas.comunidadandina.org/eportal/contenidos/compendio2012.htm

 Will Mercosur be the future of Colombia?

If we reduce the subject to a customs matter, then, we must highlight some key issues:

 

– Mercosur protectionism is higher than that of CAN. Therefore, entering the Mercosur would increase our barriers, which would break an economic model that has positioned openness in trade policy in Colombia for the past couple of decades. Are we ready for it?

– Between 2006 and 2012, the average tariff in Colombia has dropped from 12% to 6.2%. However, most imports are taxed additionally with a VAT, and in the case of agricultural system an Andean Price Band is used.

– Colombia already has FTAs with the United States and the European Union, a fact that does not occur in any of the nations of Mercosur.

– All this leads us to conclude that neither Peru-which also has a model of economic opening-, or Colombia, could potentially be full members of Mercosur, should they so wish. The coherent and viable position would now have a trade agreement with Mercosur, without being full members of it. Something similar to the Chilean model.

But, if we take the issue beyond customs, then, are more questions than answers:

Not having a strong regional bloc (ex.  Andean Customs Union) weakens our ability to negotiate with countries in other regions. Such is the case of our less than active participation in scenarios WTO negotiation.

– The entry into Mercosur of Andean countries reduces the potential regional market for Colombian manufacturing. The loss of the Venezuelan market was notorious for Colombian trade in recent years, if so with Ecuador, the impact will also be significant. It is clear that Argentina and Brazil can take advantage of trade diversion impacts or preference erosion of Colombian Andean countries, moving as their main suppliers.

– Remember that the Chilean strategy of having agreements with everybody, but barely penetrating a bloc that restricts their autonomy customs policy, has been accompanied by economic development policies that have led to a great diversification of their markets: East Asia, North America, Latin America and Western Europe are major markets for exports of southern country. The Colombian case is very different, we have a large concentration of the export market in North America and the European Union, with mineral product sectors or low complexity technological merchandise.

Final thought: the most critical aspect of this situation is not that our neighbors seek shelter in Mercosur, the really serious problem is that Colombian trade policy is not being defined in our country, but will have to be a reaction to the active strategies of other nations.

The CAN and Mercosur has had an active rhetoric but a weak drive. Both projects have tried to create blocs with significant supranational level that does not materialize. However, while they are latent, can be a source of public goods to encourage domestic development and to strengthen the capacities of negotiation with industrialized countries and blocs of the world.

Does Colombia know where it is going in foreign trade? Are we clear about what our horizon looks like? I’m afraid not.

Expansión del Mercosur: ¿desaparecerá la CAN?

English version: http://www.elcolombiano.com/blogs/lacajaregistradora/

Autor: Giovanny Cardona Montoya

Traductor: Andrés Fernando Cardona Ramírez

¿De qué estamos hablando?

Desde que en 1960 se creara la ALALC, redefinida en 1980 como ALADI, en esta región se ha planeado crear un bloque económico latinoamericano o, al menos, suramericano. En el marco de la ALADI surgieron la CAN y el Mercosur, dos proyectos de integración que buscan, cada uno por su lado, la consolidación de un territorio aduanero subregional equivalente a una Unión Aduanera (UA). Por lo anterior, la firma del acuerdo CAN-Mercosur se podía entender como un puente entre dos subgrupos que nacieron para fundirse en uno solo.

¿Se desmorona la CAN?

Sin embargo, la firma del TLC entre Colombia y Estados Unidos -hace ya cinco años-  y la crisis política vivida por Paraguay a mediados de este 2012, han sido los detonadores de un cambio significativo en la estructura de los dos grandes bloques suramericanos. La salida de Venezuela de la CAN, acompañada de su posterior ingreso al Mercosur parece ser sólo el inicio de un proceso de expansión de éste y de deterioro del bloque andino, puesto que ya se ventila el ingreso de Bolivia y de Ecuador al bloque que lidera Brasil.

Con la salida de Venezuela de la CAN cayó uno de los intercambios comerciales más significativos del bloque: las exportaciones desde Colombia hacia Venezuela. Sin embargo, a pesar de que el comercio intra-andino sólo representa el 7% de las exportaciones de los 4 países del bloque, se debe destacar que casi ¾ partes del mismo son de bienes manufacturados; y ello es muy significativo para economías mono-exportadoras, que dependen en gran medida de los mercados de hidrocarburos.

Según estadísticas oficiales, Venezuela llegó a representar más del 50% de las compras intra-andinas, siendo el 2º principal mercado mundial para las exportaciones colombianas. En 2008, Venezuela importó a la CAN mercancías por un valor superior a 8 mil millones de dólares, mientras el resto del bloque compró poco más de 7 mil. Para 2011 – ya sin Venezuela-, Ecuador y Bolivia representa casi el 40% de las importaciones intra-bloque. Por lo tanto, un posible ingreso de Bolivia y Ecuador al Mercosur no es un tema poco relevante para los exportadores de Perú y Colombia, los supervivientes de la CAN.

 COMUNIDAD ANDINA: EXPORTACIONES, SEGÚN ZONA ECONÓMICA, 2008-2011(Millones de dólares)

ZONA ECONÓMICA                  2008          2009                2010             2011       

TOTAL MUNDO                            93.654      77.680               98.003        131.626

COMUNIDAD ANDINA             7.005         5.774               7.810           9.187

Bolivia                                                479              535                   636              714

Colombia                                              2.456        2.116           3.063                     3.428

Ecuador                                           2.491        1.586           2.127                2.770

Perú                                                       1.579          1.538            1.984                   2.275

MERCOSUR                                        5.516          3.578            5.517                   7.462

Chile                                                      4.284         2.328            3.187                   5.130

México                                                   1.037            865            1.034                   1.272

Venezuela                                        8.080       5.449         3.174                4.335

Resto del Mundo                             25.528         23.791          30.394                41.489

Fuente: http://estadisticas.comunidadandina.org/eportal/contenidos/compendio2012.htm

¿Será Mercosur el futuro de Colombia?

Si reducimos el tema a una cuestión aduanera, entonces, hay que destacar algunos temas principales:

– el proteccionismo del Mercosur es más elevado que el de la CAN. En consecuencia, ingresar al Mercosur implicaría elevar nuestras barreras, lo que rompería con un modelo económico aperturista que se ha posicionado en la política comercial colombiana desde hace un par de décadas. ¿Estamos dispuestos a ello?

– Entre el año 2006 y el 2012, el promedio arancelario colombiano ha bajado de 12% a 6,2%. Sin embargo, la mayoría de las importaciones están gravadas, adicionalmente, con un IVA, y en el caso de bienes agrícolas se utiliza el sistema de Franja de Precios Andina.

– Colombia ya tiene TLC con Estados Unidos y con la Unión Europea, hecho que no se presenta en ninguna de las naciones del Mercosur.

– Todo lo anterior nos lleva a concluir que ni Perú -que también tiene un modelo de apertura económica-, ni Colombia, tendrían posibilidad de ser miembros plenos del Mercosur, si así lo desearan. La posición más coherente y viable sería la actual: tener un acuerdo comercial con el Mercosur, sin ser miembros plenos de éste. Algo similar al modelo chileno.

Pero, si llevamos el tema más allá de lo aduanero, entonces, quedan más preguntas que respuestas:

No tener un bloque regional fuerte (por ejemplo la Unión Aduanera Andina) debilita nuestra capacidad de negociación con países de otras latitudes. Tal es el caso de nuestra poco activa participación en los escenarios de negociación de la OMC.

– El ingreso de países andinos al Mercosur reduce el potencial de mercado regional para las manufacturas colombianas. La pérdida del mercado venezolano fue notoria en el comercio colombiano de los últimos años, si sucede lo mismo con Ecuador, el impacto también será significativo. Es claro que Argentina y Brasil pueden aprovechar impactos de desviación de comercio o de erosión de preferencias colombianas en los países andinos, desplazándonos como sus proveedores principales.

– Recordemos que la estrategia chilena de tener acuerdos con todo el mundo, pero sin incursionar plenamente en un bloque que le restringa su autonomía en materia de políticas aduaneras, se ha acompañado de políticas de desarrollo económico que lo han llevado a una gran diversificación de sus mercados: Este asiático, Norteamérica, Latinoamérica y Europa Occidental son mercados importantes para las exportaciones del país austral. El caso colombiano es muy diferente, tenemos una gran concentración del mercado exportador en Norteamérica y la Unión Europea, con productos mineros  o de otros sectores con bajo nivel de complejidad tecnológica.

Reflexión final: lo crítico de esta situación  no es que nuestros vecinos busquen refugio en el Mercosur, lo verdaderamente grave es que la política comercial colombiana no se está definiendo en nuestro país, sino que tendrá que ser una reacción a las estrategias activas de las demás naciones.

La CAN, como el Mercosur, ha tenido una retórica activa pero un accionar débil. Ambos proyectos han tratado de crear bloques con un importante nivel de supranacionalidad que no se materializa. Sin embargo, mientras estén latentes, pueden ser fuente de bienes públicos que estimulen el desarrollo interno y que fortalezcan las capacidades de negociación con países industrializados y con bloques del mundo.

¿Sabe Colombia para dónde vá en materia de comercio exterior? ¿Tenemos claro cuál es nuestro horizonte? Me temo que no.

Lupa Empresarial: Integración y Cooperación Internacional

Acaba de ver la luz, el  número 14 de la Revista Lupa Empresarial de CEIPA. En esta oportunidad, la publicación presenta varios artículos que reflexionan sobre diversas experiencias relacionadas con la internacionalización de las empresas y con la dinámica de los organismos internacionales que se han gestado en la dinámica de la globalización.

Llaman la atención los artículos presentados por las analistas Pamela Curvale y Cynthia Cabrol, quienes desnudan algunos de los mayores retos que enfrentan los procesos de integración y cooperación de las naciones en vía de desarrollo y, particularmente, en América Latina.

De un lado, la llamada Cooperación Sur-Sur debe superar grandes barreras asociadas a la debilidad institucional, la falta de experiencia y la ausencia de una tradición fuerte en integración entre países subdesarrollados. Por otra parte, se muestran las debilidades del Mercosur, ya que sus integrantres son renuentes a abrir camino a niveles de supranacionalidad.

De otro lado, aparecen dos artículos de corte jurídico: sobre Propiedad Intelectual y Derechos de Autor. La Dra. Rocío González estudia la importancia del tema en las pymes, a la vez que la licenciada argentina Lina Hartel presenta un análisis sobre los retos que enfrenta el sistema multilateral que se ocupa de los ADPIC, cuando el objeto de negociación tiene que ver con la cobertura global en salud pública y el acceso a los medicamentos.

Por último, se presenta una reseña literaria del libro de Antoine Van Agtmael, “El siglo de los mercados emergentes”, el cual hace una revisión integral de los factores que podrían explicar el éxito de empresas que nacieron en países en vía de desarrollo exitosos, como los BRIC, Argentina, Corea, Suráfrica o México, entre otros.

 

TLC con E-U en el spaguetti bowl del comercio mundial: ¿una oportunidad?, sí; ¿la tierra prometida?, no.

Este martes 15 de mayo de 2012 es “quincena” para los exportadores colombianos, el TLC con Estados Unidos entra en vigencia y con éste, una lista importante de posiciones arancelarias queda exenta indefinidamente de gravámenes para ingresar al mercado norteamericano. Algunos productos serán beneficiados por primera vez mientras otros conservarán la franquicia de la que ya gozaban con el ATPDEA. Pero hoy quiero llamar la atención sobre la verdadera dimensión del TLC para los exportadores, puesto que esta oportunidad ni es Maná caído del cielo, ni equivale al único mercado potencial para nuestras ventas al exterior.

1. El TLC en el spaguetti bowl del regionalismo abierto.

Para empezar debemos entender que el tratado que entra en vigencia este mes de mayo no nos da una preferencia, sino que nos quita una desventaja que teníamos frente a competidores directos que ya gozaban de exenciones en el mercado de Estados Unidos. Antes que los productos colombianos, los de México, Centroamérica, El Caribe, Chile y Perú, habían sido beneficiados con acuerdos comerciales semejantes.

Lograr la apertura del mercado norteamericano básicamente sirve a algunos productores colombianos para que compitan en igualdad de condiciones con exportadores de otras latitudes que ya venden desde hace varios años con franquicia a este mercado. Para otros sectores (textil-confección, por ejemplo) el TLC es el aseguramiento de beneficios aduaneros con los que ya se contaba desde 2001 a través del sistema de preferencias unilaterales ATPA/ATPDEA. La reciprocidad que exige el TLC debe ofrecer mayores garantías para los inversionistas, quienes pueden sentir la tranquilidad de que las franquicias concedidas serán estables y no sujetas al vaivén del debate político en Estados Unidos, como sí sucedía con el ATPDEA.

Pero, el “plato de spaguettis en el que se ha convertido el Regionalismo, lleno de tratados comerciales Norte-Sur y Sur-Sur, implica que entendamos que Colombia tiene intereses presentes y potenciales en otros mercados: somos integrantes de la CAN con importantes compradores en Ecuador, tenemos un G-2 con un creciente mercado en México, hacemos parte de un acuerdo presto a entrar en vigencia, CAN-Mercosur, con un enorme Brasil que consolida el segundo mercado más grande del continente. Adicionalmente, estamos próximos a inaugurar un TLC con la Unión Europea, el cual complementa acuerdos vigentes con Chile y con los países centroamericanos del triángulo norte. Para rematar, las negociaciones con Corea, Japón y próximamente China, amplían posibilidades en el mercado asiático. China es el gran exportador del mundo y eso lo convierte en un enorme y creciente comprador. ¿Qué vamos a venderle al mercado más atractivo de las próximas décadas?

2. ¿Qué vamos a exportar en el marco del TLC y demás acuerdos comerciales?

Este es un punto significativo y crítico. Las exportaciones colombianas, por décadas, han contado con preferencias para ingresar a los mercados más importantes: Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, las cifras no han sido las mejores. A pesar de las preferencias del ATPA/ATPDEA y del SGP a productos manufacturados principalmente, Colombia sigue dependiendo de las exportaciones de combustibles y algunos otros commodities que tienen pocas restricciones de importación. Ni la apertura económica (desde 1990), ni las preferencias unilaterales (SGP  y ATPA/ATPDEA) han servido para lograr que la economía colombiana diversifique su potencial exportador.

Las cifras son relevantes, no solamente dependemos de las exportaciones de bienes sin procesar: 70% de nuestras ventas son de café, petróleo, ferroníquel y carbón, siendo el crudo y algunos derivados el 49% del total de las exportaciones, sino que las ventas al extranjero de bienes manufacturados se componen, principalmente, de productos de bajo nivel de complejidad, por lo tanto, poco valor agregado y, en consecuencia, baja cotización en los mercados internacionales. Menos del 2% de  nuestras exportaciones se componen de productos de Alta Tecnología. Y esto no va a cambiar ya que somos un país que no patenta, que no investiga y que invierte poco en ciencia y tecnología (0.3% del PIB) si nos comparamos con países que avanzan como Brasil y Estados Unidos, los cuales dedican 1.4% y 2.8%, respectivamente.

3. A modo de reflexión final:

La importancia que pueda tener el TLC con Estados Unidos para las exportaciones y la inversión dependerá en gran medida de la capacidad de gestión de los empresarios y de la diligencia del gobierno colombiano para subsanar las deficiencias que en materia de infraestructura y legislación se deban abordar para crear unas condiciones que permitan realmente aprovechar las ventajas aduaneras que se crean. Sin embargo, el potencial de ese mercado en el largo plazo, no se podrá aprovechar sino se invierte en calidad en la educación, desarrollo científico y tecnológico, innovación y emprendimiento. Y esta tarea no es del gobierno sino de la articulación Empresa – Estado – Academia. No vamos a patentar, ni a exportar productos de Alta Tecnología en el corto plazo, ese es un hecho; pero si no se toman decisiones ahora, entonces, el TLC será un canto a la bandera porque seguiremos vendiendo café, petróleo, bananos, flores y algunas prendas de vestir.

Los acuerdos firmados y en proceso de negociación, a la par de las cifras, demuestran que Estados Unidos no es nuestro único mercado de interés y que hay regiones a las que se les debe dar igual o mayor importancia: Mercosur, China, México, Ecuador, Unión Europea, Sureste de Asia, etc. No olvidemos que por años nuestro principal comprador de manufacturas fue Venezuela y que, en la última década sólo 10% de las exportaciones a Estados Unidos se beneficiaban del ATPDEA. Así que es posible que en América Latina y otros mercados emergentes -China, India, Suráfrica- se hallen los potenciales compradores para sustituir en el corto plazo al vecino país, en lugar de concentrarnos en un mercado norteamericano más exigente y que en la actualidad apenas trata de salir de  una recesión.