Crónica de una Recesión Inesperada.

Giovanny Cardona Montoya, Abril 19 de 2020.

Este artículo se fundamenta en el Editorial de mi autoría, publicado en el Boletín de posgrados de la Institución Universitaria CEIPA

 

Introducción:

El año 2020 comenzó con tímidas insinuaciones de una desaceleración económica global. Al Brexit y al menguante crecimiento económico de China se sumaron la guerra comercial entre Trump y el coloso asiático y la casi inevitable recesión alemana.

El año 2020 no pintaba muy bien. Pero, nadie se esperaba lo que vino después de febrero.

La humanidad jamás había tenido una pandemia que se expandiera por todo el planeta en tan poco tiempo. Estos también son los tiempos de la globalización: más interacción sin fronteras entre los ciudadanos del mundo trae como consecuencia mayores relaciones de causa-efecto.

Estamos viviendo una naciente recesión económica derivada de una fuerte pausa en el consumo y la inversión; pausa gestada no por razones económicas sino sanitarias. Consumidores y productores nos encerramos en las casas para controlar una pandemia y, en consecuencia, detuvimos el aparato productivo: no hay quien produzca y no hay quien consuma.

Las escuelas cerraron, al igual diversas plantas de producción; los aviones se quedaron en las pistas de los aeropuertos, los equipos de fútbol no salieron a jugar el domingo y los restaurantes cerraron sus puertas. Como piezas de dominó, tras estos fueron cerrando otros eslabones de sus cadenas de valor: transporte terrestre, operadores logísticos, proveedores de insumos, etc. Así funciona la economía, todos hacemos parte –con mayor o menor importancia- de un engranaje de producción, intercambio y consumo.

Y aunque la caída producción/consumo no se dio en el contexto progresivo del ciclo económico, sino, más bien, al margen de éste, las consecuencias y las recetas de corto plazo serán similares a lo que ya conocemos.

Los gobiernos, en esta fase del ciclo económico -desaceleración y recesión-, tratan a través del Gasto Público y la Política Monetaria (tasas de interés a la baja) de menguar el daño que produce la caída en la actividad privada. Compensar salarios, subsidiar arriendos, dar liquedez a los bancos y empresas, transferir recursos, son recetas conocidas cuando el Estado trata de dar oxígeno a una economía que se asfixia por el lado del mercado. Y eso es lo que están haciendo en mayor o menor medida todos los gobiernos del mundo.

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¿Qué se ve venir en el futuro cercano?

Inversiones urgentes del sector público, especialmente en el sistema sanitario y en obras de infraestructura. Este es combustible inicial para poner a marchar nuevamente la locomotora de la economía.

Luego vendrán las ayudas a sectores seleccionados: los de mayor potencial de recuperación y los de mayor incidencia en el empleo. En el caso colombiano, la locomotora dependerá mucho de la recuperación de los mercados mundiales y de las decisiones de la OPEP para levantar el precio del petróleo. Elevar el precio del petróleo significa más divisas para el país –por exportaciones y por inversión extranjera- y recursos para el Estado para financiar su política expansiva de Gasto Público.

El mercado laboral arrancará desde abajo. Recuperación del empleo a salarios bajos y, por qué no, aprovechar la situación para que se filtre en el congreso alguna reforma relacionada con los costos laborales (eliminación de parafiscales, salario diferencial u otra medida que estimule la contratación a costa de los ingresos de los trabajadores).

En los mercados de bienes y servicios, el problema mayor será la gradualidad. Sectores como la construcción y las cadenas de valor de alimentos y salud reiniciarán labores más rápidamente. Sin embargo, la industria de esparcimiento y turismo lo hará después, probablemente se demore varios meses, en consecuencia, la aviación también arrancará a media máquina.

Ahora, como la economía es un sistema y no una nave dividida en compartimentos estancos, las industrias que comiencen más tarde (conciertos, turismo, eventos deportivos, etc.) ralentizarán a las que comiencen a dinamizarse antes. Si hay pocos vuelos, menos pasajeros y baja ocupación hotelera, entonces, la demanda de alimentos y bebidas disminuye, y así sucesivamente.

La delgadez de la cadena se evidencia en la frágil recuperación del empleo, lo que dibuja un círculo vicioso: la lenta recuperación económica se traduce en poco empleo; y este último trae como consecuencia débil recuperación de la demanda de bienes y servicios lo que, por ende, ralentiza su producción.

 

¿Y el futuro de largo plazo?

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Nada más propicio para un futurólogo que esta nueva realidad. Muy seguramente los padres de la prospectiva francesa dirían: “el futuro no está escrito, es una construcción colectiva”

Después de 60 años de reconocer y afrontar tímidamente una crisis de sostenibilidad que se ha ido agudizando por todo el planeta, la pandemia del Covid-19 nos ha ratificado lo vulnerable que es la humanidad.

¿Cuál es el futuro que nos vamos a construir? El futuro de largo plazo será mejor o peor, todo depende de las lecciones aprendidas y de las decisiones que tomemos después de que culmine la cuarentena.

Realmente el debate apenas comienza, después de que la crisis sea superada -en unos meses cuando nos acostumbremos a convivir con el virus y en un par de años cuando ya se cuente con una vacuna en todo el mundo-, vendrán las propuestas paradigmáticas.

Algunos apelarán a la necesidad de hacer ajustes al modelo existente; tal vez, volver la vista al intervencionismo estatal -un poco de Keynes y algo de socialdemocracia- para menguar la velocidad con la que el neoliberalismo nos estaría llevando hacia un desarrollo “insostenible”.

Otros señalarán la importancia de dar un giro de 180 grados al modelo de producción, intercambio y consumo que ha guiado al planeta en los últimos siglos. Tal vez una nueva sociedad con patrones de comportamiento y valores más asociados a la previsión, la solidaridad y la frugalidad.

Pero, sin lugar a dudas, cualquier propuesta que se presente pondrá sobre la mesa la discusión sobre el papel de las tecnologías avanzadas (transformación digital), particularmente las TIC, en la sociedad post-covid19.

Es claro que si los procesos productivos -incluidas las fases de intercambio y distribución- estuviesen más automatizadas, la pandemia hubiera encerrado a las personas en las casas, pero la economía estaría menos estancada. Entonces, ¿puede el actual paradigma económico lograr la armonía suficiente entre propiedad privada, transformación tecnológica y desarrollo sostenible en lo social y lo ambierntal?

Si el teletrabajo, la robotización de plantas de producción, la educación virtual, los vehículos sin conductores, etc, fuesen la constante, entonces ¿qué características debería tener el modelo de generación y distribución de riqueza para que éste fuese viable? ¿Qué relaciones dialécticas le caracterizarían?

usuarios de internet, celular y redes en 2020

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Prospectiva: las fábricas no manufacturarán productos, harán tareas.

Marzo 8 de 2020.

La División Internacional del Trabajo -DIT- ha moldeado el comercio internacional a lo largo de los siglos. ¿Qué producir y qué importar? La DIT ha respondido siempre esta pregunta para cada país o territorio.

El eurocentrismo característico de la época en la que se origina el capitalismo moldeó un comercio internacional bipolar en el que el Norte se industrializó y el Sur se convirtió en proveedor de materias primas. A Europa se le unieron, con el tiempo, los norteamericanos, los australianos, los canadienses y finalmente los japoneses. Esta DIT dividió al planeta en países industrializados y naciones en vía de desarrollo.

Sin embargo, el volumen del comercio internacional fue creciendo de manera desequilibrada, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX. Son los productos manufacturados los que pasan a ocupar la mayor parte de las exportaciones del planeta:

Desde mediados del siglo XX se ha evidenciado que la agregación de valor es la principal fuente de riqueza de los exportadores ¿En qué estábamos pensando los colombianos?

Desde mediados del siglo XX se ha evidenciado que la agregación de valor es la principal fuente de riqueza de los exportadores.

 

Esta distribución geográfica de las exportaciones -commodities o manufacturas- fue, por varias décadas, un referente de la distribución mundial de la riqueza. Los países industrializados fueron los dueños del porcentaje más alto del PIB mundial mientras, los exportadores de minería y agricultura, las naciones pobres.

Como consecuencia de dicha estructura geoeconómica y de la DIT, el comercio mundial se concentró en gran medida entre los países industrializados: eran estos los países capaces de elaborar productos con alto valor agregado -vehículos, dispositivos electrónicos, etc.- y los compradores de los mismos son sus mismos ciudadanos con alto poder adquisitivo:

Imagen1Como se puede ver en este mapa de 2003, la mayor parte del comercio mundial se da entre norteamericanos, europeos occidentales y naciones del Este Asiático. Es destacable el alto volumen de comercio entre los mismos países de la Unión Europea, el mayor flujo comercial del planeta. Las naciones de América Latina y África no tienen una participación significativa en el comercio mundial, ni producen con valor agregado, ni tienen capacidad de compra para adquirirlos. En el caso de Asia, el poder adquisito de los japoneses es elevado, al igual que su capacidad de manufacturación. Sin embargo, la alta participación del Este Asiático tiene nuevas explicaciones…

La DIT no ha dejado de profundizarse, la evolución de la Ciencia, Tecnología e Innovación -C+T+I+i- hace que la especialización tome rumbos nuevos, tanto en la producción de las mercancías, como en la distribución de la riqueza.

La necesidad de innovar para agregar valor a las mercancías y a los servicios coloca en la cúspide del comercio mundial a aquellos territorios y empresas con mayor capacidad de investigar y adaptar tecnológicamente los desarrollos de la ciencia. Por lo tanto, una empresa exitosa es ante todo innovadora; del mismo modo que tiene una participación en los mercados globales (directa o indirectamente).

economias de escala globalesLa participación en los mercados globales es una estrategia necesaria para competir en la economía presente y venidera: la constante innovación reclama retornos suficientes y rápidos para financiar las áreas y procesos de I+D+i. Las economías de escala son claves en el éxito de una empresa o territorio en el comercio mundial.

Esta simbiosis entre innovación y economías de escala conlleva la profundización de la especialización. Bienes y servicios cada vez más complejos y diversos, distribuidos a lo largo y ancho del planeta no pueden ser elaborados en una factoría única, incluso, en un mismo territorio. En este nuevo nivel de desarrollo de la DIT aparecen las economías emergentes, países que avanzan en ciencia y tecnología, logros que aunados a mano de obra cualificada y barata les permiten integrarse a las Cadenas Globales de Valor. Hablamos especialmente de naciones del Este y del Sudeste Asiático, además de México, Sudáfrica, Brasil, Chile, Turquía, principalmente.

comercio mundial 2016

Casi la mitad de las exportaciones que van de la Unión Europea y de Estados Unidos hacia el Este Asiático son partes, diseños y componentes que se integran en esta región para convertirse en productos finales.

De la elaboración de partes y subproductos hemos pasado al desarrollo de microcomponentes, software y diseños. Ahora la especialización se basa en nanotecnología, biotecnología, genética, microbilogía, química, entre otros. Los proveedores no sólo aportan componentes materiales, algunos son innovadores dueños de patentes que derivan en licencias sin las cuales los productos finales no adquirian las cualidades por las cuales los clientes adquieren los productos.

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Como resultado de esta complejidad tecnológica ha emergido una nueva tendencia prospectiva: las empresas han pasado de ser productoras de mercancías a desarrolladores de tareas en cadenas globales de valor. O sea, un producto final es el fruto del trabajo integrado de diversas factorías (sean estas de la misma firma o no -sucursales o outsourcing-). Así, por ejemplo, un Iphone es diseñado en California, Estados Unidos, siendo de propiedad de la empresa Apple, sin embargo, sus componentes y microcomponentes son elaborados en diversos países y ensamblados en China, país desde el cual se distribuyen hacia los mercados finales. De ahí que la aduana pueda señalar que éste es un producto “made in China“. ¿Pero realmente lo es? -ver gráfico-:

cadena global de valor del IphoneEl Iphone tiene compontes de fabricantes de diferentes países, incluso, de empresas que compiten con Apple en el mercado de telefonía y dispositivos móviles. 

En consecuencia, las Cadenas Globales de Valor son la integración consciente de factorías de todo el planeta -pertenecientes o no a la misma firma-, la cual se da para generar riqueza a través de una economías de escala entre territorios y fábricas altamente especializadas. Cada factoría hace una tarea, no un producto. Por lo tanto, estamos hablando de un Comercio Mundial de Tareas.

Según el BID “Los servicios globales de exportación son fruto de un modelo de negocios caracterizado por trasladar una actividad y/o proceso interno de una empresa al exterior, ya sea mediante la subcontratación de un proveedor en el extranjero (outsourcing) o el traspaso de dicha actividad y/o proceso a una subsidiaria de la propia empresa en el exterior (offshoring).”

Un solo producto es elaborado en una cadena de factorías que se distribuyen a lo largo y ancho del planeta. Una fábrica no hace un BIEN, hace una TAREA.

Un solo producto es elaborado en una cadena de factorías que se distribuyen a lo largo y ancho del planeta. Una fábrica no hace un BIEN, hace una TAREA.

En síntesis, el futuro de la División Internacional del Trabajo es el de la integración del mundo como una gran fábrica planetaria. Cada empresario deberá comenzar a mirar a los demás fabricantes a la vez como competidores y como colaboradores. Hablar de coo-petencia adquiere sentido en este nuevo modelo de la economía mundial. Los estrategas de las empresas deberán desarrollar acciones concretas para que los demás integrantes de su cadena de valor compartan propósitos e información. La competitividad de mi producto depende de la gestión que haga cada uno de los eslabones y de la integración de los mismos en la Cadena de Valor.

Prospectiva. ¿Podría el nuevo coronavirus convertirse en un Hecho Portador de Futuro?

Giovanny Cardona Montoya, marzo 1 de 2020.

 

Así como en artículos anteriores hemos resaltado algunas tendencias (factores de cambio con evidencia histórica), en este escrito analizaremos la posiblidad de estar hablando de un Hecho Portador de Futuro o Potencialidad (factor de cambio en ciernes, sin evidencia histórica).

Hace un par de semanas mientras dictaba una charla sobre Megatendencias para los estudiantes del Núcleo Problémico de Prospectiva I de la IES Ceipa, un estudiante me preguntó por el nuevo coronavirus y sus posibles efectos sobre la economía mundial en el futuro. Entonces, le conté que no tenía los elementos suficientes para indicar que este fenómeno tan mediático en la actualidad, pudiese tener consecuencias significativas en el mediano o largo plazo.

Un Hecho Portador de Futuro -o Potencialidad- es un tipo de Factor de Cambio de la Prospectiva que se caracteriza por ser un fenómeno en ciernes, pero cuyas consecuencias futuras serán trascendentales o significativas en la sociedad o la naturaleza.

Haciendo retrospectiva, podemos argumentar que el ataque ejecutado por Al Qaeda en 2001 al corazón de los Estados Unidos fue efectivamente un Hecho Portador de Futuro (HPF).  ¿Cómo se puede soportar dicha afirmación?

El ataque a las torres gemelas y al Pentágono no sólo produjo daños a la infraestructura norteamericana y a las aerolíneas que durante varios días no pudieron levantar vuelo desde y hacia los Estados Unidos. No, el mundo no fue el mismo desde entonces.

La geopolítica cambió, el concepto de seguridad nacional se transformó con una filosofía de “anticipación” que conllevó arrestos preventivos e intrusión en la vida privada de las personas. Se instauró la política de lucha frontal contra el terrorismo, lo que sirvió de argumento para elevar los presupuestos de seguridad durante varios años. Además, la privatización de enemigos fue otra de las consecuencias: ya no se lucha contra otro Estado, sino contra una organización de carácter privado o para estatal -ISIS, Al Qaeda, Boco  Haram, Hezbolá, Talibanes- que puede operar en forma de pequeños grupos clandestinos dispuestos a provocar daño con alto impacto mediático (terrorismo).

Adicionalmente, la paranoia colectiva se convirtió en un fenómeno recurrente agudizado por el desarrollo y expansión de las comunicaciones-. El temor a un ataque terrorista se ha convertido en una constante que ha acompañado las mutaciones de los organismos de inteligencia y seguridad. Ya no se trata de vigilar gobiernos o ejércitos, sino de tratar de anticipar personas o células terroristas. Una gran guerra en forma de “operación avispa”.

En el plano de la vida civil y las empresas, los seguros del transporte aéreo se incrementaron y la logística aeroportuaria para pasajeros se hizo más lenta y compleja. De hecho, seguramente, algunos expertos podrán demostrar que las inversiones en ciertas tecnologías se multiplicaron para lograr más acceso a la información privada y para elevar los niveles de seguridad en eventos masivos (conciertos, torneos deportivos, viajes, etc.)

Pero, hacer restrospectiva es relativamente fácil, o sea, adivinar el pasado no tiene mayor riesgo. Lo complejo es argumentar que un hecho reciente como el nuevo coronavirus -2019-nCoV- tendrá consecuencias significativas y duraderas en el futuro.

Según la OMS “Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.”

El hecho concreto es que nos hallamos ante una nueva cepa de coronavirus y que apenas estamos preparándonos para controlarla y convivir con ella -vacunas y medicamentos-. Este nuevo coronavirus ya ha enfermado a casi 90 mil habitantes del planeta, de los cuales cerca del 3% ha fallecido. La mayor cantidad de contagios y decesos se han producido en China (90% de los casos) pero el virus se ha venido trasladando gradualmente por el planeta, alcanzando ya 60 países. Todos los continentes ya registran casos, destacándose Italia, Irán y Corea del Sur como los más afectados después de China.

coronavirus

El fenómeno es un proceso en constante evolución, lo que arroja noticias diariamente; sin embargo, esto aún no lo convierte en un Hecho Portador de Futuro. Hasta ahora podemos destacar los siguientes hechos y consecuencias que hacen que al fenómeno se le pueda dar relevancia de cara al futuro:

- Aún no hay vacuna y se presenta un número significativo de muertes producidas en pocas semanas.

- Hay niveles crecientes de pánico colectivo, lo que se viene traduciendo en hechos aislados de cancelación de vuelos internacionales por parte de pasajeros, agotamiento de tapabocas y crecimiento de solicitudes de exámenes médicos ante síntomas semejantes a los del nuevo coronavirus

- Efectivamente se están cancenlando eventos masivos (conciertos, ferias, partidos de fútbol) y planes de vuelo a ciertos destinos. O sea, ya se están presentado daños concretos en materia económica;

- El país más afectado es China, hub de la producción mundial de mercancías; en consecuencia, el precio del petróleo ha venido cayendo en los últimos días ante expectativas negativas de corto plazo en materia de comercio y crecimiento económico. ¿Esto podría afectar seriamente el PIB mundial en 2020?

- En la misma dirección del precio del petróleo, las bolsas de valores, especialmente en la última semana de febrero, se han venido abajo. O sea, el coronavirus ya está afectando de manera real y concreta a la economía mundial.

La pregunta de fondo, entonces, es:

¿más allá de la coyuntura, podrá este virus alterar la vida social y económica del planeta en el futuro?

Para responder esta pregunta habría que consultar expertos de diversas disciplinas (salud pública, mercados financieros, comercio internacional, turismo, politica e, incluso, historiadores). Con estos expertos tendríamos que analizar un par de cuestiones específicas:

1. ¿En caso de convertirse en una Pandemia, este fenómeno será comparable -igual, menos o más grave- que otras experiencias previas como el H1N1 de 2009?

El virus H1N1 hizo su aparición en Estados Unidos en primavera de 2009 y la vacuna sólo estuvo disponible en cantidades suficentes para el mes de noviembre del mismo año. La propagación másiva se extendió hasta el año siguiente. Sin embargo, aunque la pandemia terminó un año después, el virus se ha quedado por más tiempo pero con efectos controlados.

El H1N1 afectó a cerca de 60 millones de personas, de las cuales 18 mil fallecieron según los reportes de la OMS. Pero, la complejidad del análisis consiste en el hecho que estudios independientes basados en modelos propios de medición señalan que las muertes relacionadas con el virus podrían haber superado las centenas de miles de personas. Pero,a pesar de la discrepancia, todos los estudios concuerdan que esta epidemia global tuvo consecuencias sobre la población mundial en porcentajes muy inferiores a los de las pandemias que se vivieron en el siglo XX. H1 N1 pudo afectar entre 0 y 0,01% de la población mundial; la pandemia de 1968 alcanzó 0,03% y la de 1918 pudo afectar entre el 1% y el 3% de la población del planeta.

Por lo tanto, con la evolución que lleva la actual epidemia no se puede anticipar que vamos a enfrentar una situación más grave que las anteriores pandemias. Los números absolutos aún son pequeños (tanto en contagiados como decesos) y la medicina es cada vez más avanzada; aunque en este caso hay un punto débil: no se sabe cuándo se podrá contar con la vacuna. En la pandemia de 2009 se tenía una vacuna monovalente que estuvo a disposición del público ya en el otoño, o sea, 6 meses después de la aparición del virus.

2. ¿Podrá esta pandemia generar una recesión global o cambiar de manera importante los comportamientos sociales y económicos de las personas?

Este es un año que ya había iniciado con alertas de desaceleración económica: Alemania, China, guerra comercial y Brexit conforman un coctel que no genera mayores niveles de optimismo. Los datos recientes de petróleo y bolsas de valores (finales de febrero de 2020) empujan con mayor fuerza la economía mundial hacia una desaceleración importante -si las olimpiadas de Japón se llegan a cancelar, el golpe a PIB sería notorio-. Pero todo esto es de corte coyuntural, estamos hablando del crecimiento económico de los próximos meses o a lo sumo, del año presente.

Pero, si los expertos corroboran la hipótesis de que esta pandemia no será más grave que la de 2009, entonces, no habría razones para esperar que las consecuencias recientes (caída de viajes aereos, cancelación de eventos públicos, caída en los precios del petróleo) tengan que ser perdurables en los próximos años.

En síntesis, en clave de Prospectiva, es temprano aún para darle a esta crisis global el carácter de Hecho Portador de Futuro. Alejándonos del drama humano que significa la enfermedad y la muerte para cualquier familia, el evento sigue siendo relativamente pequeño (en su condición de posible pandemia) y los efectos detectados responden más a la incertidumbre (sorpresa, temor, cautela) que a consecuencias directas del virus sobre la vida de la mayoría de las personas o sobre nuestras actividades de producción, intercambio o consumo.

Experiencias anteriores han mostrado que las familias, las empresas y los gobiernos se van adecuando a las circunstancias en el mediano y largo plazo. Habrá que esperar la evolución de las próximas semanas o meses, antes de anticipar una hipótesis diferente -más crítica-.

Prospectiva. La población mundial envejecerá y sera mestiza.

Giovanny Cardona Montoya, febrero 23 de 2020.

 

El futuro en todas sus dimensiones -política, económica, social, ambiental y cultural- estará marcado por la evolución que tome el crecimiento demográfico en los próximos lustros. Los actuales debates sociales, políticos y económicos tienen inmersas las huellas de la evolución demográfica del siglo XX.  Dicha evolución tiene lazos con el pasado (causas) y el presente (cómo se comportan las variables), lo que sirve de acervo de conocimiento para tratar de anticipar el comportamiento demográfico de las próximas décadas y sus efectos sobre las sociedades y la economía del planeta.

1. Crecimiento acelerado.

A comienzos del siglo XX, el planeta tenia 1500 millones de habitantes; un siglo después ya supera los 7500 millones de personas. Se espera que alcancemos los 9150 millones de habitantes a mediados del siglo XXI.

poblacion 1950 2050Como lo muestra este gráfico del Instituto de Ciencias Políticas de París -Sciences Po-, la curva del crecimiento demográfico se viene aplanando (reducción de la velocidad), sin embargo, es más evidente en algunas regiones (América y Asia), que en otras (Africa). De hecho, se espera que la población europea caiga hacia 2050 si se le compara con 2010. En síntesis, el crecimiento demográfico se desacelera pero no a la misma velocidad en todas las regiones, ni en todas las culturas. Así por ejemplo, la desaceleración de la natalidad en África será mucho más lenta.

Al interior de los diferentes países sucede lo mismo, la población nacional crece desbalanceada entre el campo  y la ciudad, entre los estratos socio-económicos altos y bajos o, incluso, de acuerdo a las influencias religiosas, ya que, hay grupos culturales mas propensos a la planificación familiar, al divorcio o al aborto, que otros.

Pero, en tanto Este y Sudeste Asiático -las regiones más densamente pobladas- reduzcan la velocidad de su crecimiento demográfico, la población mundial, en promedio, tendrá un crecimiento cercano a cero.

2. Aglomeraciones.

La población no vive esparcida a lo largo y ancho del planeta. En términos globales, hay una gran concentración en Asia, cerca del 40% de la población mundial vive allí. Por lo demás es evidente que las zonas costeras son uno de los focos centrales de concentración poblacional.

densidad demografica del planetaEl Sahara africano, Canadá, Alaska, Siberia, la amazonía y Australia, aparecen como los territorios más despoblados del planeta. Contrario a esto, Europa Occidental, China, India y el resto de países de la región indochina, presentan la mayor densidad demográfica del planeta.

De igual manera, la aglomeración demográfica se evidencia dentro de los países. Naciones como Argentina o México, por ejemplo, cuentan con un alto porcentaje de su población concetrada en una sola ciudad o área metropolitana (Ciudad de México o el Gran Buenos Aires). Otros países distribuyen su población en un pequeño grupo de ciudades (China, Brasil, Colombia, por ejemplo).

aglomeraciones poblacionales del planetaLa concentración poblacional responde a diversos argumentos históricos (migraciones, guerras, organización socio-política, condiciones climáticas, orográficas, de fauna, de flora, entre otros. Adicionalmente, es un hecho que el modelo de desarrollo económico que hemos consolidado requiere de estas aglomeraciones. La amplia cobertura de servicios públicos -acueductos, alcantarillado, energía eléctrica, gas, Internet, telefonía- seguridad- se ha logrado, entre otras, gracias a las economías de escala que permiten las aglomeraciones. De igual manera, los procesos de industrialización han conllevado el surgimiento de ciudades que integran una cada vez más rica vida social, económica y cultural, lo que ha estimulado la migración del campo a la ciudad, profundizando el nivel de aglomeración.

3. El Norte envejece mientras el Sur se reproduce.

distribucion de jovenes y ancianos por regionesEl crecimiento demográfico ha respondido a una multiplicidad de factores, dentro de los que se destacan los sanitarios, los económicos y los culturales.

La medicina y la alimentación han jugado un papel fundamental para reducir la mortalidad en el embarazo, en el parto y en la primera infancia. Adicionalmente, la medicina y los regímenes alimentarios aunados al fortalecimiento del Estado de Derecho y la Civilidad, han incrementado la expectativa de vida (hay medicina preventiva y curativa, cobertura universal en salud y, además una civilidad que reduce las posibilidades de morir en enfrentamientos armados -duelos, riñas callejeras, etc.-, tan comunes en los siglos anteriores). En consecuencia, nacen más niños y a la vez las personas tienen una expectativa de vida más alta.

Sin embargo, el desarrollo socio-económico, la calidad de los sistemas de salud y los valores culturales no son los mismos en todo el planeta. La cobertura y calidad de los sistemas de salud en los países industrializados aceleraron el crecimiento demográfico en Europa Occidental y Norteamérica a lo largo del siglo XX, de igual manera, la expectativa de vida creció. Ello explica la alta densidad demográfica en esas regiones.

De otro lado, países en vía de desarrollo, especialmente en Africa, tienen una alta tasa de natalidad, pero con una baja expectativa de vida. En este caso, factores culturales (vida de tribus, creencias y debiles sistemas sanitarios) y el modelo económico, son la principal explicación del crecimiento demográfico acelerado con una población muy joven y pocos ancianos.

En los países industrializados, las nuevas concepciones culturales (alejamiento de preceptos religiosos, aspiraciones académicas, visión más abierta de la vida y del mundo) ha traído como consecuencia la acelerada reducció de la tasa de natalidad: los jóvenes no quieren casarse, no pretenden tener hijos. En el caso de China, la reducción demográfica tiene explicaciones diferentes; ésta responde especialmente a una ferrea política estatal de control de la natalidad.

Esta realidad de crecimiento demográfico desequilibrado (diversas velocidades en la tasa de natalidad y envejecimiento poblacional) crea un mapa variopinto. En África y algunas naciones de Centroamérica, la India y en algunos países del archipiélago de Oceanía, la población menor de 15 años puede alcanzar el 49%. En Europa, Canadá y Australia, apenas llega al 20% (ver mapa azul).

En cambio, mientras en Europa Occidental, los mayores de 65 años llegan hasta el 22%, en África este indicador apenas alcanza el 4% (ver mapa rojo).

4. Migraciones.

migraciones entre 2010 y 2015La principal razón del fenómeno migratorio tiene que ver con el desequilibrio en materia de desarrollo económico y de crecimiento demográfico. El sistema productivo europea requiere de mano de obra joven -que no tiene- para asegurar su funcionamiento futuro y para sostener el régimen pensional. De otro lado, los jóvenes africanos y latinoamericanos migran hacia el Norte ante las pocas expectativas laborales en sus países, aunadas, demográficamente, a la baja expectativa de vida.

El proceso migratorio también se direcciona por razones culturales y geopolíticas. Los africanos que migran aprovechan la cercanía geográfica de Europa y buscan como destino países que fueron colonizadores con quienes preservan alguna afinidad cultural, especialmente el dominio del idioma. En la misma dirección los latinoamericanos buscan como destino a Estados Unidos (cercanía) y España (lengua).

Adicionalmente, el fenómeno migratorio se complejiza con los desplazados y refugiados, personas que abandonan sus países como consecuencia de guerras o catástrofres. Durante la década de 1990, la disolución de la URSS y la guerra en los balcanes, llevaron refugiados y migrantes hacia Europa Occidental. Los refugiados sirios hacia la Unión Europea son la última ola que ha desequilibrado el proceso de salida y entrada de migrantes. Los venezolanos también se han convertido en migrantes forzados por una aguda crisis política y económica; esta ola migratoria afecta a sus vecinos latinoamericanos.

Sin embargo, aunque es evidente la interdependencia poblacional entre naciones del Sur y del Norte, un problema que subyace es la velocidad con la que se desarrollan las olas migratorias y el perfil de quienes migran. Naciones como Canadá, Alemania o Australia cuentan con programas de recepción de inmigrantes, los cuales establecen ciertos criterios para definir inmigrantes ideales: edad, estado civil, nivel educativo, dominio de la lengua del país de destino, entre otros.

Frecuentemente, estos requisitos chocan con realidades socio-económicas que se traducen en olas de emigrantes de bajos niveles de educación y precarias condiciones económicas.

participacion de migrantes en la vida nacional de paisesEl fenómeno migratorio está transformando la estructura demográfica de los países, particularmente los receptores. Australia, Canadá, Estados Unidos, naciones del Golfo Pérsico y algunas otras del Centro y Este de Europa se están convirtiendo en “mestizas”, con porcentajes de inmigrantes que giran alrededor del 33%. Esto no sólo altera la demanda agregada y el crecimiento del PIB, las costumbres también se irán mezclando; habrá cada vez más matrimonios interraciales (hasta el color de la piel y la estatura promedio cambiarán con las generaciones).

Las minorías incidirán en los procesos electorales. Un presidente latino en Estados Unidos, un primer ministro francés hijo de inmigrantes africanos, serán manifestaciones futuras de los cambios socio-culturales y políticos de los países receptores de inmigrantes.

5. ¿Y los países que exportan su mano de obra? Remesas.

remesas 2013Los inmigrantes dinamizan las economías de los países en los que se instalan: trabajan, producen y consumen. Pero, una pequeña parte de sus ingresos irá a parar a sus países de origen, allí quedaron familiares (padres, conyuge o hijos) con quienes conservan vínculos afectivos y compromisos económicos. Aunque las remesas individuales tienden a ser un pequeño porcentaje del ingreso total, en sumatoria representan montos significativos de transferencias en la balanza de pagos de los países involucrados. Países como China o India reciben remesas cercanas a los 70 mil millones de dólares. En el caso colombiano las remesas, alrededor de 5 mil millones, superan con creces los ingresos por exportaciones de café.

 

 

 

Prospectiva. Internet y las TIC transforman la economía y la sociedad.

Giovanny Cardona Montoya, febrero 16 de 2020.

 

La Prospectiva es una disciplina que se ocupa del futuro. En sus múltiples vertientes, ésta se origina en el futuro para tratar de direccionar nuestro accionar en el presente.

¿Cómo es eso de que viene desde el futuro para direccionar el presente? El análisis de factores de cambio (tendencias, potencialidades y rupturas) ayuda a entender las variables o categorías “tractoras” que impulsan los cambios hacia el futuro. Las tendencias son, por ejemplo, fenómenos que se vienen dando históricamente pero que, por sus características, están provocando cambios en la dinámica social, política, económica, cultural, etc., los cuales continuarán en el futuro.

Así, por ejemplo, la participación de la mujer en la vida social (estudiar, trabajar, votar, comprar, publicar, etc.) ha venido creciendo a lo largo de las décadas y esto lo ha venido cambiando todo (universidades con guarderías, mujeres conductoras, mujeres gobernantes, crece el mercado por el doble salario en el hogar, mujeres “influencers“, etc.). Así que, su participación creciente en la vida social, política y económica de un territorio, es una tendencia que delineará en parte el tipo de futuro que tendremos. La pregunta a responder entonces, es

¿Qué cariz tomará el futuro ante el hecho que la mujer será cada vez más independiente en su visión y desempeño social y político, más autónoma en lo económico, más educada en lo científico y tecnológico y más hábil en los escenarios laborales?

Entonces, las tendencias tienen historia (la participación de la mujer en la sociedad), las potencialidades son hechos en ciernes -fenómenos recientes-, pero contundentes (si apareciera hoy un extraterrestre, por ejemplo, cambiaría muchas cosas) y las rupturas son categorías que detienen a las tendencias (por ejemplo, el Brexit es un retroceso en la tendencia de la integración europea).

 

¿Por qué el uso de TIC y el auge de Internete se puede ver como una tendencia?

1. La evidencia histórica

Usuarios de Internet, celular y teléfono fijoEste gráfico muestra que, entre 1995 y 2010, el número de usuarios de líneas fijas de teléfono sólo creció en 1.7 veces, mientras que los de celular lo hicieron en 51 veces. De igual manera, los internautas pasaron de 40 millones a 2.044 millones de personas en el mismo período de tiempo.

Para demostrar que la tendencia no se detiene, veamos los siguientes datos:

usuarios de internet, celular y redes en 2020Con una población de 7,750 millones de habitantes en el planeta, en 2020 se estima que los usuarios de teléfonos celulares llegan al 67%, los de Internet al  59% y los de redes sociales ya casi alcanzan la mitad de la población mundial. En síntesis, es indiscutible que Internet y las TIC vienen expandiendo su influencia de manera acelerada por el planeta. Esta es la base (evidencia histórica) de una tendencia.

Sin embargo, las tendencias no son lineales, o sea, no avanzan a la misma velocidad en todas las regiones. Así que vamos a señalar una Ruptura, o sea, una variable que desacelera la evolución de la tendencia. ¿Qué puede hacer que Internet y las redes sociales no se expandan rápidamente? Como respuesta a esta pregunta, encontramos que el retraso económico (bajos ingresos) y particularmente el analfabetismo, son variables que alejan a la población de estas tendencias.

analfabetismo 2009

Este mapa (2009) muestra que son naciones africanas y algunas otras de la península indochina, además de Papua Nueva Guinea, las que presentan las mayores tasas de analfabetismo en el planeta. Dicho analfabetismo supera incluso el 70% en Burkina Faso o en Malí.

Si cruzamos este mapa con otro que distribuye los usuarios de Internet por el mundo (2012), encontremos que hay una clara correlación entre alto analfabetismo y baja cobertura de Internet:

internautas 2012No es coincidencia que los países con alto analfabetismo (africanos, península indochina) tengan color amarillo con una cobertura de Internet igual o inferior al 17% en el año 2012.

 

2 ¿Qué está cambiando con las TIC, redes sociales, Internet y telefonía móvil?

La velocidad del cambio hace que olvidemos pronto el pasado cercano. En la década de 1990 la máquina de escribir, los archivos físicos (carpetas, gavetas y bodegas repletas de cajas de cartón) el teléfono fijo y el correo impreso, aún hacian parte de la cotidianidad en casi todo el planeta. Conceptos como “correo electrónico” o redes sociales globales eran casi inexistentes.

En consecuencia, en los últimos 25 años han cambiado muchas cosas:

– La estructura y tamaño de las oficinas ha cambiado totalmente, a tal punto que ya hay muchas empresas que funcionan de manera móvil: un teléfono celular, un plan de datos y puedes ofrecer tus servicios desde el vehículo, la casa, la oficina propia o en co-working.

– Archivar documentos, facturar (pagar facturas) o responder correspondencia son actividades empresariales o personales que han cambiado totalmente. No tenemos carpetas repletas de documentos digitados y no necesitamos desplazarnos a ningún lugar para realizar estas actividades (operaciones en línea). Tampoco tenemos la música almacenada en discos de vinilo o compactos, no guardamos películas en caseteras o cualquier otro contenedor físico. Sencillamente se utiliza la memoria de un computador, de un disco duro externo o de un dispositivo móvil. Mejor aún, guardamos toda nuestra nformación en la nube. Espacio físico  para documentos u otra fuente de información (sonora o de video) es una categoría anacrónica. ¿Quieres ver una película a la carta? prende tu tv o tu dispositivo móvil.

– En consecuencia de lo anterior, la lectura se hace cada vez más digital. Por ello se repiensan los periódicos, las editoriales, las otrora casas disqueras, hasta las universidades. La lectura crece, pero no en formatos físicos. Incluso, ahora todos podemos ser autores; tan sólo prende tu computador y publica.

– El comercio electrónico vino para quedarse. Según fuentes mexicanas, éste crece 15 veces más rápido que la economía y según estudios europeos, el e-commerce representará el 17% del comercio mundial al detal.

– La educación virtual crece por el mundo, en Colombia instituciones como CEIPA Business School, tienen más de la mitad de sus estudiantes en modalidad virtual.

Y esta corta reseña sólo habla de cambios en la vida laboral y económica. Si pensamos en los impactos sociales (Facebook cuenta con más de 2300 millones de suscriptores, lo que equivale casi al 30% de la población mundial), políticos (a Internet se le endilgan responsabilidades en el referendo del Brexit, la elección de Donald Trump en Estados Unidos o el plebiscito del Acuerdo de Paz en Colombia), culturales (Netflix, conciertos via streaming), etc.; éticos (la formación de valores sociales y políticos, para bien o para mal, se está dando en un aula global, sin control sobre quién es el maestro y quiénes los alumnos -incluso, menores de edad-).nos dariamos cuenta que el mundo ha venido cambiando con estas transformaciones tecnológicas.

En síntesis, es evidente que Internet, la informática, la telefonía móvil y las redes sociales vienen cambiando al planeta. La pregunta de futuro, para poder hablar de una tendencia prospectiva es:

3. ¿Qué cariz tomarán la economía, la sociedad, la política y la cultura como consecuencia de la evolución de las TIC e Internet?

La industria 4.0, (big data, analytics, información en la nube, Internet of Thinks) hacen que cualquier dispositivo lanzado al mercado pueda conectarse a la red, integrando todo tipo de servicios que permitan a las personas hacer uso inmediato de toda la información recopilada, incluso, realidad aumentada en un ambiente de alta ciberseguridad. Y aquí estamos hablando de un futuro cercano -una década-.

El futuro de Internet permitirá conexión con otras tecnologías -fibra óptica y satelital- a velocidades muy superiores a las actualmente disponibles, permitiendo conexiones desde cualquier lugar del planeta. Según Google, el desarrollo del futuro implicará:

– Internet móvil que proporcione conexiones a todos los dispositivos;

– Red que asegure acceso en todo el planeta;

– Navegación de alta velocidad con grandes anchos de banda;

– Internet en la nube todo el tiempo disponible

– Comercio electrónico y personalización del comercio (acorde a cada perfil individual de los clientes)

– Disponibilidad de todos los servicios en la web; y

– Evolución hacia las redes sociales inteligentes.

Pero muy seguramente esta tendencia seguirá creciendo de manera desequilibrada entre diferentes grupos sociales y territorios, a la vez que enfrentará los inevitables cuestionamientos sobre la falta de control a los contenidos, los riesgos de ciberataques, el peligro en el que podrían ponerse los valores locales o tradicionales, a la vez que se pueda fortalecer el resurgimiento de doctrinas que han sido cuestionadas a nivel global (fascismo, racismo, neo-nazis, etc.)