Sube el precio del crudo: cantos de sirena para una economía colombiana insostenible.

Por: Giovanny Cardona Montoya.

Septiembre 30 de 2018.

 

El ajuste-precio: corto plazo.

La teoría monetaria del Comercio Internacional explica a través del Ajuste-precio como se equilibran las balanzas de pagos a partir de las fluctuaciones de la tasa de cambio. Si aplicamos esta teoría al desajuste sufrido por la balanza comercial colombiana desde que el precio mundial del petróleo comenzó a caer a partir del segundo semestre de 2014, podremos ver que el mercado, en el corto plazo, tiende a equilibrarse de manera autónoma, sin intervención de las autoridades gubernamentales. Continuar leyendo

El galimatías de la inflación.

Junio 20 de 2017.

Seamos sinceros, los periodistas todos los días nos atiborran de datos económicos y, la verdad sea dicha, no siempre sabemos exactamente de qué nos están hablando. ¡Qué la inflación subió por culpa del dólar! ¿y cuál es la relación?; ¡qué el Banco de la República subió las tasas de interés para controlar la inflación! ¿Y cuál es la relación?; !Qué el precio del petróleo cayó y por eso sube el precio del dólar! ¿Y cuál es la relación?…

Así que vamos a jugar un poco a ser profesores y a explicar algunas de las categorías más comunes del lenguaje económico.

¡Comencemos con la inflación!

Ultimamente vemos que los periódicos relacionan la inflación con hechos como el Gasto Público (o sea el excesivo gasto del gobierno); el fenómeno del Niño, el excesivo gasto de las familias, el precio del dólar, etc.

En términos sencillos se puede decir que la inflación aumenta por dos posibles tipos de razones: el crecimiento de la demanda o la disminución de la oferta. Si el Estado incrementa su gasto, si los bancos bajan las tasas de interés, o si al país entran más dólares, entonces, se incrementa la demanda agregada y los precios se mueven al alza. Pero, de otro lado, si el precio del dólar sube, si hay exceso de lluvias o sequía, entonces, se reduce la oferta de bienes, lo que, nuevamente, hace que se suban los precios.

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¿Por qué la devaluación -incremento en el precio del dólar- produce inflación?

Porque los productos importados se encarecen y porque los colombianos tendrán más dinero (fruto de exportaciones más rentables) lo que les aumentará su capacidad de compra.

Por lo tanto, lo contrario, la revaluación, tiende a ser antiinflacionaria, ya que abarata los bienes importados y reduce la oferta de masa monetaria en el mercado doméstico.

¿Por qué el gasto del gobierno -Gasto Público- incide sobre la inflación?

Porque con un  mayor o menor gasto, el Estado incide sobre la capacidad de compra de las familias y las empresas (el Estado contrata trabajadores, da subsidios, compra bienes y servicios); así estimula la demanda. Por lo tanto, una decisión de incrementar o bajar el Gasto Público tiene una incidencia directa sobre la tasa de inflación.

¿ Es mala la inflación?

Un error recurrente es ver a la inflación como una variable de efectos negativos para la economía. La inflación no es negativa per se para la economía. La inflación o su antagónica, la deflación, evidencia una brecha entre la oferta y la demanda. En términos simples se podría decir que una inflación baja, moderada, ubicada en los límites que establezcan las autoridades económicas, sería una señal de que hay una demanda insatisfecha y que por ende hay espacio para más inversiones,empleo y crecimiento económico. O sea, si el Banco de La República calcula que su meta de inflación está en un rango entre 2% y 4%, mientras ésta se logre tendremos un ambiente favorable para invertir, ya que hay una demanda insatisfecha en un ambiente de certidumbre.

Por el contrario, la ausencia de inflación (la caída generalizada del nivel de precios) se podría entender con un desestímulo a la inversión y al empleo. ¿Quién querría aumentar la producción si los precios tuvieran una sostenida tendencia a la baja?

En síntesis, el problema no es la inflación sino su tendencia descontrolada (creciente, acelerada, desbordada, por fuera de las metas macroeconómicas de las autoridades económicas de un país), lo que genera incertidumbre.

Pregunta curiosa: ¿Es la ciudad con mayor inflación la más costosa del país?

A veces leemos, por ejemplo, que una ciudad, digamos Pasto, fue la de mayor inflación de marzo y, consecuentemente, se asume que es la ciudad más cara. Pero no es así. La inflación es un indicador que se mide con respecto al comportamiento histórico de los precios del mismo lugar, o sea, lo que evidencia la tasa de inflación es cuánto subieron los precios de un lugar, con respecto a sus propios datos históricos, no en relación a los precios de otras ciudades.

Un dilema de bases ideológicas: ¿cuánto subir los salarios sin afectar la inflación?

trabajadores

Todos los años asistimos al “show mediático” de una negociación del salario mínimo. Este no es un tema menor. En principio, los empresarios buscan controlar el aumento salarial con el argumento de controlar sus costos de producción; de otro lado, el gobierno también tiende a ubicarse en una postura “bajista” ya que teme que el aumento del salario provoque más inflación vía demanda: más salarios, más ingresos, más gastos. En la otra orilla, las centrales obreras reclaman que la inflación no se controle exclusivamente de cuenta de los ingresos de los trabajadores.

Si bien, hay un elemento técnico en la discusión, el cual consiste en calcular la pérdida de poder adquisitivo y el incremento en la productividad del trabajo para determinar el salario mínimo “ideal”  del año siguiente, es evidente que sí existe una discusión ideológica en la forma cómo se determina la distribución de la riqueza entre trabajadores y empresarios…

…y la inflación se utiliza como “excusa” para tomar la decisión final.

El dólar comienza a zigzaguear: ¿hacia dónde va?

 

Por: Giovanny Cardona Montoya

¡Como si fuera ayer!

Quienes vivimos parte de nuestra vida en una Colombia anterior a la apertura económica, que ya lleva un cuarto de siglo, recordamos el estatuto cambiario 444 de 1967. Este, que rigió hasta 1991, nos acostumbró al crawling peg que hacía que el peso se devaluara gradual y nominalmente alrededor de las tendencias inflacionarias. Pero, esos ya parecen tiempos muy remotos.

Lo que ha pasado después de las leyes 7a y 9a de 1991, ha sido muy diferente. Particularmente desde 2002, cuando el dólar llegó a tocar el listón de los 3 mil pesos, comenzó un proceso de revaluaciones, nominales y reales, que con escasas excepciones nos acompañó hasta 2014.

(Nota aclaratoria: la revaluación nominal se evidencia cuando el precio del dólar ha bajado, y la real cuando el precio del dólar se mantuvo bajo a pesar de que nuestra inflación era más alta que la de nuestros mercados principales: Estados Unidos y Unión Europea).

¿De qué dependerá el precio del dólar en el futuro cercano?

Desde el segundo semestre de 2014 el precio del dólar ha venido en alza, lo que en principio se explica por la caída en los ingresos de exportaciones por cuenta de los bajos precios internacionales del petróleo. Sin embargo, para pronosticar el valor futuro de la divisa, no es suficiente este indicador. Veamos:

1. Factores económicos que bajan el precio del petróleo.

Sobre este punto ya hemos hablado varias veces en este blog (1) (2). La crisis de 2008 aún deja secuelas; mientras Europa no consolide su recuperación y Japón continúe estancado, los mercados emergentes no pueden asegurar en el largo plazo un ritmo acelerado de la locomotora de la economía mundial.

El caso más evidente es China, que ha venido enfriando sus calderas, instalándose en unas tasas de crecimiento cercanas al 7%, muy por debajo de sus históricas del 10-11%. Este ritmo lento, acompañado de un mayor autoabastecimiento norteamericano y de exploraciones de combustibles no convencionales por la técnica de fracking, cambia la ecuación del mercado de petróleo, conllevando una relativa sobreoferta y una consecuente caída en el precio.

2. Factores geopolíticos que afectan el precio del petróleo.

Por más que se hable de incremento en el autoabastecimiento norteamericano y de la desaceleración del la economía china, es evidente que la caída en los precios del petróleo ha sucedido muy rápido: más de 50% en unos cuantos meses. La velocidad y la profundidad de la caída dan pie a suponer que algo de geopolítica y de especulación bursátil hay en esta dinámica.

En los últimos años se han agudizado las relaciones conflictivas de Estados Unidos con Irán, Rusia y Venezuela. En el caso de Irán, Arabia Saudita es un aliado estratégico de las potencias nucleares de Occidente, ya que quiere frenar la expansión chiita en el Medio Oriente; con respecto a Rusia, la Unión Europea también es incondicional, ya que está en juego el posible acuerdo comercial con Ucrania.

Estos tres países tienen un patrón común: grandes reservas de hidrocarburos y una alta dependencia de la exportación de los mismos. Ello permite lanzar la hipótesis de que los bajos precios del petróleo pueden responder a una estrategia consciente de Occidente y de Arabia Saudita para ahogar o, al menos, presionar, a sus gobiernos.

En el caso de Rusia, el tema tiene que ver con el futuro de la unidad de Ucrania; en el de Irán están en juego, su programa nuclear y su influencia teocrática sobre movimientos fundamentalistas de la región; ello explicaría la actitud reacia de Arabia Saudita a reducir la producción de la OPEP para detener la caída en el precio. Con Venezuela el conflicto se deriva del modelo económico antineoliberal del chavismo.

En consecuencia, es posible que el acuerdo nuclear al que están llegando las potencias occidentales e Irán, y el nuevo escenario que se genera en América con el ingreso de Cuba al sistema interamericano, acompasado de un discurso menos rígido de Estados Unidos hacia Venezuela, pueden ser factores que inclinen levemente la balanza hacia una recuperación del los precios del petróleo. Quedaría pendiente la evolución de los sucesos en Ucrania.

3. La balanza de pagos colombiana y el mercado de capitales.

El vaso conductor más claro que nos trae de los escenarios mundiales a la devaluación del peso, es el comportamiento de la balanza de pagos. El primer indicador es la caída en los flujos de ingresos corrientes por la alta dependencia de las exportaciones petroleras. La segunda fuente de devaluación podría ser la reducción de inversión extranjera directa (IED), desmotivada por los mismos argumentos: no es rentable invertir en exploración y explotación de un petróleo que se vende a tan bajo precio. La IED llega a Colombia fundamentalmente a esta industria.

Adicionalmente, la cuenta corriente de la balanza de pagos colombiana tiene un componente deficitario muy fuerte, el de servicios factoriales. Desde la crisis de 2008, esta cuenta ha agudizado su déficit, ya que las grandes firmas europeas y norteamericanas trajeron sus capitales a los mercados emergentes para seguir generando ganancias, pero éstas se repatrian a sus matrices para sostenerlas.

En consecuencia, si en el corto plazo no se consolida la llegada de IED, ya sea para obras de infraestructura o por la privatización del algunas empresas, si no se diversifica la oferta exportadora -lo que dificilmente sucederá en el corto plazo- y si las multinacionales no desaceleran su proceso de repatriación de utilidades, el dólar se mantendrá costoso en el mercado colombiano.

Sin embargo, hay una variable adicional que no se puede descuidar: la tasa de interés. Tanto en Estados Unidos como en Colombia se tiene en la mira este indicador. La Reserva Federal ha dejado de estimular su economía norteamericana con tasas de interés bajas y hay ciertos indicios de que en el segundo semestre comenzará a elevarlas para controlar el consumo.

El caso es que en Colombia, la situación monetaria también se halla tensa por las mismas razones. La fuerte devaluación, algunos problemas climáticos que afectan la agricultura y los paros de transportadores, tienen a la inflación de 12 meses por encima de la meta establecida. Es probable que el Banco de La República en el segundo semestre también se anime por una medida en esta dirección.

La evolución de las tasas de interés no sólo alteraría las decisiones de inversión y de consumo, sino que, además, provocaría migraciones de capitales golondrina en una u otra dirección: Norte o Sur.

Reflexión final:

La mayoría de analistas considera que el mercado de combustibles ya tocó fondo, por lo tanto, el precio del dólar habría encontrado su techo de corto plazo (2600-2650 pesos); adicionalmente, nadie pronostica una fuerte recuperación del precio del petróleo, de ahí que se considera que la divisa hallará su equilibrio el resto de año entre 2250 y 2500.

Sin embargo, las variables económicas y políticas señaladas aún no son claramente predecibles, por lo tanto, pronosticar el precio del dólar más allá de un par de meses, no parece ser muy viable. La geopolítica y las tasas de interés mandarán señales en los próximos meses; tal vez, entonces, podramos enunciar una hipótesis de tipo de cambio hacia finales del año y el año 2016.

 

 

 

Colombia 2015: incertidumbre en el frente económico.

Por Giovanny Cardona Montoya (diciembre 21 de 2014)

Cómo cierra el año 2014

Si nos comparamos con la región, Colombia va muy bien; si lo hacemos con el mundo, vamos “super”; y si miramos nuestra historia, el año 2014 “pasa raspando”.

Aunque el segundo semestre ha traído zozobra, hay que recordar cuatro cosas: 1) el desempleo está por debajo del 10%; 2) el Banco de La República no modificó las tasas de interés en las últimas reuniones de su Junta; 3) la inflación se mantiene controlada y; 4) el PIB viene creciendo de manera más o menos sostenida a pesar de la frágil recuperación de Estados Unidos y Europa y la desaceleración de China.

Sin embargo, si aceptamos que el petróleo es un referente clave para monitorear la economía colombiana, entonces no todo fue color de rosa en este 2014. El año no empezó bien para Ecopetrol, empresa que ha visto reducir sus reservas de crudo a 6,6 años; este hecho, aunado a debates relacionados sus refinerías y bajos resultados en las exploraciones y a la caída en los precios internacionales del crudo, ha derrumbado el precio de la acción a niveles insospechados.

¿Qué nos depara el año 2015?

  1. El tema principal de corto plazo es el relacionado con los precios internacionales del crudo. La recuperación del mismo depende de diversos factores: las decisiones de la OPEP, el ambiente geopolítico en el medio oriente y el crecimiento económico de Europa, Norteamérica y China. En el plano interno, el cambio de timonel (Javier Gutiérrez abandona la empresa) podrá dar luces sobre el Norte que guiará a la empresa en materia de exploraciones, incluido el tema del fracking. De esto depende que Ecopetrol mejore su nivel de reservas y recupere el valor de la acción en el mediano plazo.
  2. Si los precios internacionales siguen a la baja, se desestimularía la inversión extranjera para exploraciones (cuenta de capitales) y caerían los ingresos por exportaciones (balanza comercial). En consecuencia, se resentirían la balanza de pagos y las finanzas públicas, lo que haría pensar que la actual reforma tributaria tendría que ser complementada en 2016.
  3. Adicionalmente está el tema de la tasa de cambio. En este último año el dólar ha subido una pendiente inesperada. Que la tasa de cambio se mantenga alta depende especialmente del mercado internacional petrolero. Si el precio se mantiene muy bajo y las inversiones caen, el dólar se mantendrá alto, de lo contrario, la divisa podría volver a niveles cercanos a los 2000 COP.
  4. Con la decisión de Junta del Banco de La República (este viernes 19 de diciembre), manteniendo las tasas de interés estables y frenando las compras de divisas, las señales se aclaran bastante: no hay preocupaciones mayores en el frente inflacionario y se espera que el dólar se mantenga relativamente alto, por lo menos en los primeros meses del año. Ello indica que el mercado interno está asegurado, o sea, el consumo de los hogares y la dinámica de la construcción (obras civiles y vivienda) pueden ser las principales razones para mantener una meta de crecimiento del PIB superior al 4% para el próximo año.
  5. El dólar revaluado puede darle una mano a otros exportadores, como por ejemplo los confeccionistas, los bananeros y los cafeteros, además de dar algo de respiro a la pyme que no resiste la competencia externa.

En síntesis, 2015 es un año que nace con muchas incertidumbres debido a la alta dependencia de la industria de hidrocarburos. Sin embargo, la tarea para los empresarios para este nuevo año es trabajar con optimismo, aprovechar el buen escenario del mercado interno y monitorear muy de cerca el mercado mundial de combustibles y la evolución de la tasa de cambio.

¿Devaluación del peso en el largo plazo?: variables claves.

Autor: Giovanny Cardona Montoya

Estamos viviendo unas inquietas semanas marcadas por la incertidumbre política en Turquía y Brasil, los indicadores negativos de los mercados bursátiles en el mundo y en Colombia, y una repentina tendencia alcista al precio del dólar, incluso en el vecindario latinoamericano.Ello invita a la reflexión, aunque a veces también a la especulación retórica, sobre el comportamiento futuro de la economía colombiana y global.

En este contexto, el tema que nos invita hoy a la reflexión, no con fines predictivos sino, más bien, académicos, es el de la tasa de cambio: ¿hay razones para pensar que el dólar continuará su tendencia alcista? Como  nos muestra la historia, incluso los expertos de mayor trayectoria se equivocan en sus pronósticos:

¿Con base en qué se pueden construir los pronósticos? El primer elemento de análisis tiene que ver con la estadística objetiva de ingresos y egresos de divisas: exportaciones e importaciones de mercancías (balanza comercial), flujos de inversión extranjera de corto y largo plazo, al igual que el endeudamiento externo (cuenta de capitales); remesas y producción de oro son otros dos elementos que se deben tener en cuenta. Ahora, una cosa es mirar la historia de la balanza de pagos (trayectoria de entradas y salidas de divisas) y otra muy diferente es observar los determinantes: cosechas, temporadas de invierno o verano (para exportaciones e importaciones), tasas de interés o ambiente político y económico (para movimientos de capitales).

Ahora, hay que tener en cuenta que la economía colombiana es relativamente abierta, por lo tanto, nuestra dinámica depende en gran medida de lo que pase en los mercados internacionales. En consecuencia, lo que suceda con la economía de Estados Unidos y las decisiones que tomen en dicho país el gobierno y las autoridades monetarias, explica en gran medida lo que pase con el dólar en Colombia.

En nuestro caso, la historia ha mostrado que durante la última década el precio del dólar se ha mantenido relativamente bajo: antes de las elecciones de 2002, el dólar se movía alrededor de 2300 pesos, pero 11 años después estamos por debajo de los 2000 pesos. Incluso, en aquel año, por razones coyunturales, el dólar estuvo a punto de tocar el listón de los 3000.

¿Por qué el dólar ha estado tan barato en Colombia en estos últimos 10 años?

Con mayor o menor relevancia en un momento u otro, los factores que han mantenida baja la cotización del dólar (revaluación del peso) desde 2003 han sido:

recuperación económica, aumento de exportaciones a Venezuela (hasta 2008), bonanzas de combustibles (petróleo y carbón), mejora en los precios de otros commodities como café y producción de oro.

– Mejora de la seguridad -ambiente para la inversión- que se acompaña de una apertura y privatización de empresas en comunicaciones y banca, lo que atrae capitales extranjeros.

– Crecimiento de economía china, demanda de combustibles y, por ende, aumento de la inversión extranjera en Colombia para exploración y explotación de combustibles fósiles.

– Sin embargo, desde 2008, la crisis inmobiliaria y financiera, derivada en la actual recesión y desaceleración de las economías de Europa y Estados Unidos, ha sido factor determinante del precio del dólar en el mundo: primero porque los inversionistas ante la crisis se refugiaron en los futuros de commodities y luego porque, para recuperar la ruta de crecimiento, la FED ha mantenido una política expansionista de aumento de la liquidez -oferta de dólares-.

Entonces, ¿por qué la devaluación del peso en estas últimas semanas?

Mucho se ha especulado al respecto:

¿ha sido el Banco de la República con su política de compra de dólares, acompañada de la respuesta de los Fondos de Pensiones a los lineamientos establecidos por el Ministerio de Hacienda para colocar la divisa en un ideal de 1950 pesos?

¿será la caída de nuestra industria, la caída de precios de commodities, la desaceleración en el crecimiento de nuestras exportaciones y de las inversiones extranjeras?

¿será la lenta recuperación de la economía norteamericana y la expectativa -confirmada esta semana- de que la FED cambiará su política monetaria y dejará de estimular con liquidez la recuperación de la economía?

Generalmente, una tendencia de largo plazo no se explica por un hecho aislado sino por una combinación de factores. Así que lo que pase en el futuro con el precio del dólar, seguramente tendrá relación con las variables señaladas. Tratemos de aproximarnos al futuro:

Los factores domésticos que más han tenido relación con la revaluación del peso son nuestras exportaciones de hidrocarburos y café y la inversión extranjera directa. Estas dos variables tienen futuro incierto: los precios mundiales de los commodities dependen de la sostenida recuperación de Estados Unidos y de la salida de Europa de su recesión para que China no continúe desacelerando su crecimiento. Ello mantendría alta la demanda de hidrocarburos y otras materias primas.

Ahora, la inversión extranjera focalizada en minería y sector servicios  está asociada a los precios del petróleo, al clima para la inversión y a la firma y dinámica de los TLC. En este contexto, el futuro del proceso de paz puede tener un papel importante, incluso, y esto es lo más relevante, para atraer inversiones hacia otros sectores de la economía, particularmente el rural.

La capacidad del Banco de la República de alterar la tasa de cambio está comprobada a lo largo de esta década: es sumamente limitada. Si bien su rol es útil -puede reducir cotidianamente la oferta de dólares-, no  tiene el poder económico para colocar la divisa americana en la tasa deseada. Por lo tanto, el Banco de la República podrá jugar un rol de apoyo para mantener el dólar cerca de los 2000 pesos.

Pero, el tema clave está en el exterior. La posibilidad de que la FED realmente ponga el freno a su política expansiva, depende de que los indicadores positivos de la economía norteamericana se mantengan sólidos, de lo contrario no será extraño ver al señor Bernanke dándole la mano a Obama para pasar el trago amargo dela recesión.

Por lo tanto, será la evolución del ritmo económico de la triada: Europa – Estados Unidos – Este asiático, el verdadero termómetro de la evolución del precio del dólar en el mediano y largo plazo.

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