Asesinos disfrazados con pelucas y atuendos de Policía, víctimas raptadas y ejecutadas, desplazamientos y tiroteos en espacios públicos, fueron los actos del crimen organizado del Valle de Aburrá en el último fin de semana.
Entre el sábado y el lunes festivo ocurrieron 16 asesinatos en el área metropolitana, siendo los más preocupantes tres episodios de homicidio múltiple. En el aire queda la misma pregunta de siempre: si estadísticamente se sabe, desde los años 90, que la mayor cantidad de homicidios en la zona se presentan entre la noche del viernes y la madrugada del lunes, ¿por qué la situación sigue incontrolable?