En la última semana, los cementerios del Valle de Aburrá fabricaron 33 nuevas lápidas para las víctimas de muertes violentas, lo que implica que la región “más desarrollada” de Antioquia despidió el Año Viejo con una racha de homicidios y recibió el Año Nuevo con otra igual.
De acuerdo con la estadística oficial, en la semana del jueves 27 de diciembre al jueves 3 de enero se registró un asesinato cada 6 horas en promedio.