Un inusual homicidio cometido en el occidente de Medellín, tiene intrigados a los investigadores por la forma en que los asesinos dejaron ‘limpia’ la escena del crimen.
La víctima fue Fabio Edilberto Orozco Atehortúa, de 62 años, quien hasta 201o trabajó en la Defensoría del Pueblo y en la actualidad era abogado litigante.
En este apartamento de Florida Nueva se cometió el crimen. Foto de Mauricio Palacio.
Dos jóvenes fueron conducidos hasta un paraje rural de la vereda La María, en el municipio de Itagüí. Cada uno tenía las manos atadas detrás de la espalda y a su vez estaban unidos por un lazo de un metro de largo, sometidos como si fueran ganado.
Los criminales, que por los cartuchos que dejaron caer se presume que tenían armas de fuego, escogieron una manera más lenta y tortuosa de quitarles la vida.
Los cadáveres fueron abandonados al costado de una estructura de acueducto, en La María.
Cumplir una cita en Venezuela fue al parecer lo último que hizo Carlos Esneider Quintero Galvis, el cabecilla de la organización criminal ‘Los Mondongueros’.
No se ha esclarecido con quién iba a encontrarse, lo cierto es que lo abalearon. Un sujeto lo trasladó hasta el Hospital Universitario de Maracaibo, donde lo dejó abandonado. La muerte, que a lo largo de su vida le causó a otros, llegó esta vez por alias ‘Esneider’, ‘El Gomelo’, ‘Fercho’ o ‘El Costeño’.
Carlos Quintero, de 31 años, viajaba con frecuencia a Panamá y Venezuela, según la Policía.
Tres pares de homicidios cometidos en las últimas horas en Medellín, Bello e Itagüí parecen compartir un denominador común: retaliaciones entre bandas criminales por el control del bajo mundo.
La racha negativa comenzó en la vereda El Carmelo del corregimiento San Cristóbal, en el occidente de la capital antioqueña.
Uno de los occisos encontrados en un bosque del corregimiento San Cristóbal. Foto de Stephen Arboleda.
El asesinato del gerente de la empresa de taxis Coopebombas, las más grande de Medellín, tiene en ascuas a las autoridades acerca de los posibles móviles.
Es que a sus 66 años, Jorge León Montoya Negrete parecía un empresario sin mayores problemas ni amenazas, salvo por los líos judiciales de un hijo.
Hoy se realizó el sepelio de Jorge León Montoya Negrete en el cementerio Campos de Paz, acompañada por una multitudinaria caravana de taxistas. Cortesía.
Un ciudadano extranjero murió abaleado en el municipio de Bello, después de salir de su casa a realizar una negociación para un local de comida rápida.
Daniel Fernández, de 45 años, era oriundo de Perú y tenía la nacionalidad estadounidense, después de vivir cerca de dos décadas en E.U.
En este automóvil se desplazaba la víctima con sus dos asesinos.
El comerciante Jhonatan Correa González es la víctima más reciente de los atracos que terminan en homicidio, en las calles de Medellín.
El incidente ocurrió en el centro de la ciudad, donde los ladrones armados están cazando a diestra y siniestra, como orcas en medio de un banco de peces.
En esta esquina de la avenida La Playa con la avenida Oriental, en el centro de Medellín, mataron al comerciante por robarle. Foto de Esteban Vanegas.
Tres personas muertas y dos heridas dejó un ataque indiscriminado de sicarios, en el noroccidente de Medellín.
El crimen fue perpetrado cuando se disputaba un partido de fútbol aficionado, el cual había sido organizado como un encuentro por la paz entre jóvenes de barrios afectados por el conflicto armado.
En esta cancha de Francisco Antonio Zea ocurrió el tiroteo. Foto de Rodrigo Martínez.
Un niño de 11 años perdió la vida de manera absurda e inmerecida, cuando una bala perdida ingresó a su vivienda y lo impactó en la cabeza.
Sucedió en el barrio Ocho de Marzo, en el extremo oriental de la comuna 9 de Medellín, durante un enfrentamiento a distancia entre dos combos delincuenciales.
Esta es una panorámica del barrio Ocho de Marzo, donde estaba el niño, tomada desde el barrio La Sierra, de donde al parecer provino el disparo. Foto de Esteban Vanegas.
Cuatro hombres murieron al ser abaleados afuera de una tienda, en el nororiente de Medellín.
El ataque fue perpetrado cuando un grupo de personas bebía licor y jugaba parqués en el exterior del pequeño establecimiento, en el barrio Versalles N°1.
El escenario del cuádruple homicidio, en el barrio Versalles N°1. Foto de Andrea Torres.
El informe más reciente de Medicina Legal sobre los homicidios en Medellín, presenta una realidad contundente: en la comuna 13 es donde más menores de edad son asesinados.
La nueva víctima de ese drama es un muchacho de 15 años, desescolarizado, a quien la muerte le llegó hasta la entrada de la casa.
El adolescente murió junto a unos escalones, en Nuevos Conquistadores. Por ahora se desconoce el móvil del ataque. Foto de Stephen Arboleda.
El taxista Enoc Ocampo Moncada comenzó a rondar la iglesia del barrio San Bernardo desde las 7:00 a.m. de hoy, cuando se estacionó en una tienda cercana a ‘desayunar’ con licor.
Aguardó a que terminara la primera Eucaristía del día y entró en el templo, dispuesto a cometer una herejía mortal.
Esta es la fachada lateral del templo en el cual ocurrió la tragedia. Foto de Stephen Arboleda.
En las últimas dos semanas se han presentado tres casos de doble homicidio que involucran taxis, en el Área Metropolitana.
El hecho más reciente sucedió en la madrugada de hoy, en el municipio de La Estrella, cuando los dos ocupantes del automóvil de servicio público esperaban a una mujer en las afueras de una urbanización residencial.
En este vehículo fueron abaleados los dos hombres, en el municipio de La Estrella. Foto de cortesía.
Un automóvil Mazda 323 con el vidrio trasero perforado, la sangre saliendo por las coyunturas de las puertas, abandonado en una carretera polvorienta de Marinilla, un municipio del oriente antioqueño.
Una imagen que hacía presagiar lo peor para los campesinos de la zona, tal cual lo confirmó después la Policía. En la silla de atrás yacían tres cadáveres y en la maleta del carro otros dos, con heridas de bala y arma blanca. Un crimen brutal.
En este automóvil fueron dejados los cinco cadáveres. Foto de Esteban Vanegas.
Un bombero voluntario del municipio de Girardota, y también empleado de una fábrica de textiles, adquirió un revólver hace dos semanas y en la mañana de ayer reveló su oscuro propósito.
A las 5:00 a.m., en la casa familiar de la vereda El Barro, buscó a su esposa y le propinó dos balazos mortales, antes de salir corriendo.
En este terreno falleció el bombero, después de dispararle a su mujer. Foto de cortesía.
Cuando en Colombia pensamos en actos terroristas, en general suponemos que se trata de las atrocidades cometidas por la guerrilla o los paramilitares, que son los grupos armados ilegales reconocidos internacionalmente como ‘terroristas’.
Pero lo que hicieron los sicarios en el barrio San Fernando, del municipio de Itagüí, y en el barrio Juan XXIII de Medellín, se acerca mucho a esa expresión.
En la estación Juan XXIII, de la Línea J del Metrocable, recibió el balazo uno de los usuarios. Foto de Rodrigo Martínez.
Con su traje de charro, y mientras se disponía a bajar los equipos de sonido de una camioneta, la muerte sorprendió al mariachi Rubén Darío Parra Agudelo.
El músico de 54 años fue tiroteado anoche, en plena vía pública del barrio Aures, en el noroccidente de Medellín.
Él era Rubén Parra, mariachi de Medellín, víctima de los violentos.
Dos hermanos fueron asesinados hoy por sicarios motorizados, quienes les dispararon en una vía pública del barrio La Colina, en el suroccidente de Medellín.
El doble crimen se ejecutó a las 2:00 p.m., luego de que Andrés Giraldo Tabares, conductor de una motocicleta, se chocara con un carro.
La escena del crimen, en el barrio La Colina, un sitio afectado por las bandas delincuenciales. Foto de Esteban Vanegas.