El pacto de no agresión entre las organizaciones criminales “los Urabeños” y “la Oficina”, y sus combos asociados, ajusta nueve meses desde su entrada en vigencia.
En ese tiempo se redujeron los homicidios en el Valle de Aburrá, aumentaron las extorsiones, mermaron las confrontaciones bélicas y las capturas de cabecillas de alto perfil. Los mafiosos le han dicho a la población y al Gobierno que buscan la paz, pero en el fondo sus intereses son más oscuros.
Revelaciones del Bajo investigó con fuentes policiales, militares y judiciales, así como con integrantes de dichas estructuras ilegales, las verdaderas razones detrás del pacto.